domingo, 20 de octubre de 2013

Lover Embraced - Capítulo 53

John entró en la cueva 9 minutos después, durante el cual nadie movió ni un músculo ni dijo una palabra. Estaba cubierto de tierra y llevaba una pequeña caja que Layla conocía demasiado bien.
Hubo un tiempo en el que había pensado que las cenizas de su hija estaban en su interior. Habían realizado una hermosa ceremonia del Fade y Qhuinn se había marcado el nombre Jhade en la espalda con un hierro candente, como era tradición durante la Ceremonia, para mostrar que su ser querido ya no estaba entre ellos. Habían tardado años en descubrir que realmente no la habían perdido.
¿Qué estaba haciendo John con esas cenizas?
Miró a Layla y movió los labios, formando la palabra "favor".
Ella no entendía muy bien que quería decir.
John se arrodilló delante de la Virgen Escriba y ofreció la cajita.
La Virgen Escriba lo miró perpleja.
- ¿Cuál es tu intención guerrero?
Dejó la caja en el suelo con cuidado y habló con señas, algo que Layla no podía ver.
- Esto no es tuyo para regalar.
La Virgen Escriba frunció el ceño, John hizo más señas.
Entonces ella le sonrió con indulgencia.
- Parece que no puedo negarte nada, porque has demostrado tu valía una y mil veces mi princeps.
Ella miró a Layla.
- Ven aquí, caída.
Layla obedeció.
- John parece creer que le debes un favor. ¿Es así?
Layla asintió.
- Le hice un juramento.
- Muy bien. John, habla con ella. Si ella está de acuerdo con que este es el favor que te debe, lo aceptaré.


*-*-*

John miró a Layla, pidiendo perdón con la mirada.
- Pensé... Podríamos ofrecer a la niña como una especie de pago. No es exactamente una vida y ella ya nos ha perdonado la deuda, pero creo que necesitamos caerle bien de nuevo. En realidad esto no nos pertenece, ahora que sabemos que no es... quién pensábamos que era.
John vio caer una lágrima de sus ojos, y su corazón se rompió.
Odiaba lastimar las mujeres, especialmente una tan amable como Layla. Pero por Jhade y su hijo no nacido, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa.
- ¿Qué favor me pides?
- Que me permitas hacer esto. Esto no es mío para regalar, por lo que te pido, no, te ruego, que me permitas darle esto a la Madre de la Raza como un regalo, para garantizar que Jhade esté protegida.
Layla cerró los ojos.
Iba a decir que no.
Pero entonces, ella asintió con la cabeza.
- Sí, tienes razón. No es nuestro. Ya no.
Él asintió, aliviado y cogió la cajita con cuidado, ofreciéndoselo a la Virgen Escriba. En cuanto ella la tocó toda la tierra se desvaneció como si nunca hubiera estado allí, como si la caja no hubiera estado enterrada durante casi 30 años.
Abrió la tapa y John no pudo mirar. Podía manejar lessers enormes y rabiosos cualquier día. Pero ver los restos de una niña pequeña, ¿aunque fueran las cenizas?
Nop, no podía hacerlo.
La Virgen Escriba movió su mano sobre el contenido de la caja, su resplandor brillando en todas las direcciones, cada vez más y más intenso. De repente, la risa de un bebé lleno la cueva y la caja se hizo polvo en sus manos.
John levantó la vista para encontrarse con la visión más surrealista que jamás había visto.

La Virgen Escriba tenía un bebé fantasma en sus brazos.

3 comentarios:

  1. OMFG!!!! NO me lo esperaba en lo más mínimo!!!! Me sorprendió bastante

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  2. he siempre pensado q el preferido de la VE era darius:)) creo q hubiera sido un excelente rey.me encanta:))

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  3. hoooooo
    ya ven niñas todo tiene un porque
    felicidades sigue adelante escribes muy bien
    mi hisiste llorar.

    cuidate

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