domingo, 27 de abril de 2014

Lover Adored - Capítulo 4

Estaba dormido un minuto y completamente alerto el siguiente, mientras sentía la esbelta figura de Mariah acurrucarse a él.
Podía oler las lágrimas, eran como plástico quemado en su nariz, y trató de incorporarse, pero la herida en su costado que no le dejo. Encendió algunas velas con su mente para por lo menos poder verla correctamente.
- ¿Tahlly?
- Ahgony, ¡estás despierto!
Se secó las lágrimas y le sonrió.
- ¿Qué pasa Tahlly?
- ¿Estás bien?
- Sí. Aun curándome, pero bien.
Levantó con cuidado el brazo y le acarició la mejilla.
- ¿Por qué lloras?
- Porque te extraño, tanto. Y Rhage... no me dejo alimentarte. Dejó que una Elegida lo hiciera en mi lugar.
Ahgony cerró los ojos. Sabía que esto tenía que estar matándola porque si hubiera sido al revés, si otro macho la hubiera alimentado a ella, él perdería su maldita cabeza.
- Está bien cariño. No significo nada. Era sólo para curarme. Diablos, ni siquiera lo recuerdo.
- No, no lo entiendes. Llegué antes que ella y me detuvo. Rhage me agarró para que no pudiera llegar a ti. Si no fuera por él, te habría alimentado yo. Estarías sanando gracias a mí, no a ella.
Nuevas lágrimas amenazaban con caer de sus ojos y le hizo una pregunta que jamás hubiera esperado escuchar de su hembra.
- ¿Te acostaste con ella?
- ¿Crees que lo hice?
- Me... me gustaría decir que no. Pero has estado distanciándote de mí últimamente.
Cerró los ojos y suspiró. Sabía que no podía decirle así sin más que había hablado con Rhage. Pero debería haber sabido que iba a comenzar a sospechar que algo estaba pasando.
- Tahlly, no. Por supuesto que no me acosté con ella. Ya te dije, ni siquiera recuerdo que me alimentara esa vez. Y las dos veces que ha estado aquí desde entonces, me he alimentado de la muñeca y eso es todo, no me ha tocado ni me ha hablado.
Mariah se tensó a su lado.
- Ella. Te. Ha. Alimentado. Aquí.
 - Uh, sí.
Se levantó de la cama y comenzó a pasearse. Ya no estaba triste, ahora estaba furiosa, el olor a plástico quemado sustituido por el de la madera quemada.
- Voy a hablar con Rhage.
A Ahgony no se le había escapado que no le había llamado 'papá ' desde que había entrado en la habitación.
- Le voy a contar lo nuestro. Él no puede mantenernos separados.
- No nena, no hagas eso.
- ¿Por qué demonios no?
- ¿Quieres hablar con él justo después de que yo haya resultado herido como el Ahstrux Nohtrum de Darius? Vamos tahlly, hasta tú te tienes que dar cuenta en que solo se empeñara más en mantenernos separados.
- ¿Qué quieres decir, más?
- Simplemente, que él no quiere que estés con un Ahstrux Nohtrum, ambos lo sabemos.
- Pero tal vez si él sabe lo que siento por ti...
- Tahlly...
- No puedo soportar saber que te estás alimentando de esa... esa... hembra.
La palabra hembra tenía tanto veneno como si la hubiera llamado perra.
Él no pudo evitar sonreír.
- Me encanta lo posesiva que eres conmigo. Y créeme, soy tuyo. Sólo tuyo. Pero vamos a darle un par de meses. Deja que se olvide de esto. Sólo han pasado un par de días desde que sufrí lesiones en el trabajo. Cuando sea el momento adecuado, los dos podemos ir a verlo.
- Pero...
- Confía en mí Tahlly, ahora no es un buen momento.
Se mordió los labios, vacilante y su sexo se agitó. Joder, por fin estaba empezando a sanar.
- Está bien. Pero hay algo...
- ¿Qué es?
- He estado pensando, que quiero saber más acerca de mis padres biológicos.
- Ah... ¿qué?
Ella se encogió de hombros.
- He estado pensando en ello en los últimos días. Realmente lo pienso mucho.
- ¿Rhage o Mary lo saben?
- No. Los quiero a los dos, pero no lo entenderían.
- A lo mejor te sorprenderías.
- Quiero hacer esto por mi cuenta. Es algo que tengo que hacer. Necesito saber quién soy. ¿Me ayudas? ¿Por favor?
Ah joder, de ninguna manera era capaz de decirle que no.
- Sí, lo haré.
- Gracias.
- Con una condición.
- ¿Qué?
- Habla con tus padres primero. Sólo diles lo que sientes. Les debes eso. Y tal vez te pueden ayudar, tal vez saben más de lo que eran capaces de decir. Nunca se sabe.
- No me hablo con Rhage. Al menos por ahora.
Ahgony asintió comprendiendo. Podía entender por qué ella se sentía así pero necesitaba tiempo.
Primero necesitaba curarse por completo, y después tenía que hablar con Rhage de nuevo, éste merecía saber lo que Mariah quería hacer.
De ninguna manera la dejaría husmear en el pasado de la Glymera por su cuenta.
Él también sabía que su necesidad seria en sólo unos pocos meses... si pudiera servirla y dejarla embarazada... Rhage no tendría más remedio que dejar que se emparejaran. Así que lo único que necesitaba era un poco de tiempo y él sabía exactamente cómo convencerla.

*-*-*-*-*

Mariah dejó la habitación de Ahgony con una sensación de agobio. Estaba escondiendo algo de ella, lo sabía.
A regañadientes se admitió a si misma que sabía que no había estado con la Elegida, pero había algo más...
Ella le había dicho lo de tratar de encontrar a sus padres biológicos para ver lo que diría. Meses atrás, la habría apoyado en todos los sentidos, sin importarle nada. Él no habría insistido en decírselo a Rhage y Mary cuando ella había dejado claro que no quería que lo supieran.
¿Por qué había cambiado?
Mariah no lo había dicho en serio, bueno, no realmente.
En su mente, Rhage y Mary eran realmente sus padres, incluso si estaba dolida y no se hablaba con uno de ellos en este momento.
Mariah sólo tenía curiosidad, sobre su pasado, sobre quién era. ¿Tenía hermanos, hermanas? ¿Quién era su madre biológica?
¿Por qué la habían encontrado deambulando sola por las calles siendo una cría?
¿La hembra tenia curiosidad sobre la hija que había perdido? ¿Alguien la estaba buscando?
Tenía tantas preguntas, y no todas las típicas que se esperaban de un niño adoptado, por las circunstancias en la que la encontraron.
También sabía lo suficiente sobre la Glymera para saber que si su madre había sido uno de ellos, lo mejor era no saber.
Renunciaría a esos pensamientos, por ahora volvería a su habitación a estudiar. Mariah estaba tratando de ser médico, pero no como el Doc Jane o Manny.
Nop.
Ella quería especializarse en los bebés. Los partos, los embarazos, averiguar por qué su raza era tan propensa a perder a sus crías.
En la mansión que tenían suerte porque tenían a Payne, pero ¿los civiles? Ellos no eran tan afortunados.
- ¿Toots?
Miró a Rhage, que la había sorprendido saliendo de la nada.
- Hey.
- ¿Podemos hablar?
- Estoy ocupada.
- Cariño, lo siento. La Elegida ya había sido llamada y... vamos. Le salvo la vida ¿eh?
Le guiñó un ojo y ella soltó un bufido.
- Rhage, si piensas que esto es algún tipo de broma...
- Rhage? ¿Por qué cojones me estás llamando Rhage? No me has llamado así nunca. ¿Qué pasó con papá?
- Sí, bueno, las cosas cambian.
- ¿Todo esto porque no dejé que alimentaras a ese chico?
- ¿Ese chico?
Se dio la vuelta, no quería pelear con él.
- Hey, todavía estoy hablando contigo.
- Yo ya he terminado de hablar.
Rhage resopló.
- Bueno, parece que ese chico tiene una mala influencia sobre ti después de todo. Nunca te criamos para que tuvieras esta falta de respeto.
Ella se dio la vuelta para mirarlo de nuevo.
- ¿Sabes qué? Tal vez si tú me hubieses respetado el otro día cuando quería salvar a Ahgony, yo no te faltaría el respeto ahora. Ahgony me ha influido solo en el buen sentido. Tú solito has hecho que yo me comporte así.


Rhage vio como Mariah salía corriendo hacia su habitación.
¿De verdad había cometido un error en no dejar que alimentara a Ahgony?
Él sólo quería lo mejor para ella.
Desde que Marissa la había puesto en sus brazos.
Y estar emparejada al Ahstrux Nohtrum del heredero real, no era lo mejor para ella. Él sólo estaba tratando de evitar que su corazón se rompiera cuando algo le pasara a Ahgony mientras trataba de salvar  la vida de Darius. Podía enfadarse cuanto quisiera, pero cuando algo le pasara a Ahgony, ella le daría las gracias por no estar emparejada a él. Ella le daría las gracias por no tener un corazón roto.
¡Él era un buen padre, maldita sea!


Trusting Lover - Capítulo 35

Rhage tardo 0,2 segundos en reaccionar. John estaba justo con él, tenían que proteger a las hembras antes de ir a por el enemigo. Ver el miedo en la cara de Lohrena hizo rugir al macho vinculado en él.
Asegurarse de la seguridad de su shellan.
Ir a por su enemigo.
Ese era su cometido, y en ese orden.
- Rhage, ve con los hermanos, yo me las llevo.
- Y una mierda.
John quería proteger a Kihara tanto como el a Lohrena, pero no podía dejarla sin saber que estaba realmente a salvo.
Lohrena lo detuvo y cogió su cara, paralizándolo por completo, a la espera de una orden, como era habitual.
- Ve con tus hermanos, estaré bien. Ellos te necesitan más que yo, ahora mismo.
Rhage dudó, dividido entre la necesidad de proteger al amor de su vida y el deber que tenía con la Hermandad.
- Rhage ¡vete!
Salió corriendo ante esa orden y se desmaterializó justo fuera de la mansión.
Un anti.
Estaba fuera, solo por lo que podía sentir y tenía una sonrisa de loco en el rostro. Los hermanos le rodearon pero el anti no parecía querer luchar, cosa que era más que sospechosa.
¿Cómo coño había entrado?
Cuando vio a Rhage, su sonrisa se distorsiono aún más.
- Rhage… Tengo un mensaje para ti, de tu Hermano. Tienes algo que le pertenece. Una hembra llamada Lohrena. Es suya, y quiere que se la devuelvas.  Ahora.

*-*-*

Lohrena no sabía que estaba pasando, pero sabía que tenía que seguir a John para ponerse a salvo.
Una brillante luz los cegó momentáneamente y John palideció.
- Kihara, ve a la habitación. Quedaros allí, tengo que salir a ayudar a Rha… a los Hermanos.
John salió corriendo y Kihara tiró de ella.
- Ven, estarán bien, tenemos que escondernos.
- Es Rhage. Algo le ha pasado a Rhage.
- Lohrena ven, él está bien.
Sacudió la cabeza, sabía que se tenía que proteger que no debía distraer a los hermanos, a Rhage, pero si le pasaba algo… Se soltó de Kihara sabiendo que posiblemente la estaba poniendo en peligro al dejarla sola, pero ahora mismo, lo único que le importaba, era Rhage.
Salió de la casa y le costó creer lo que estaba viendo. Era el tatuaje de Rhage, que había cobrado vida. Qué demonios…
Pero, ¿dónde estaba Rhage?
Los hermanos estaban esparcidos con la mirada puesta en el dragón.
Una realización horrible se formó en su mente al darse cuenta de que no era el tatuaje de Rhage… ese monstruo… ¡era Rhage!
- Por la Virgen Escriba…
El susurro debió de llegar a oídos de ese… bicho, ya que se giró hacia ella y soltó un grito ensordecedor. Al girarse vio algo que no había visto antes. ¡Un anti!
Éste la vio y sonrió.

- Hola Lohrena, traigo un mensaje de Murhder. Nalla, volveremos a vernos pronto. Volveré a por ti.

viernes, 25 de abril de 2014

Lover Adored - Capítulo 3



Ahgony había estado actuando de manera extraña los últimos meses, desde la ceremonia de emparejamiento de Nalla y Darius.
Había estado cancelando sus reuniones nocturnas y la mantenía a raya, más que de costumbre. No le había dicho que la amaba en lo que parecía una eternidad, pero al mismo tiempo, cuando la miraba, sus ojos aun mostraban el mismo amor, o incluso más. Cuando ella trataba de acercarse a él, y hablar de ello, él le daba un beso dulce en la frente y aseguraba que no pasaba nada.
- ¡Hey toots!
Ella levantó la vista para ver a su padre chasqueando los dedos en frente de ella.
- ¿Qué?
- Te pregunté qué te pasa. Parece como si alguien se hubiese comido tu último crepe de espinacas. Y no has tocado la comida en tu plato.
Ella bajó la mirada y frunció el ceño, empujando el plato.
- No tengo hambre.
Las cejas de Rhage se juntaron, como si esa fuera la cosa más tonta que jamás había oído.
- ¿Qué te pasa muñeca? Puedes hablar conmigo, estoy aquí para ti.
- Lo sé. No es nada.
Ella levantó la vista cuando oyó algo en el vestíbulo y el corazón se le encogió de miedo, como de costumbre cuando Ahgony tenía que salir a luchar.
Darius dio un beso largo y profundo a Nalla, mientras Ahgony se hizo a un lado, esperando. Él tenía que saber que ella estaba aquí, siempre lo sabía.
Mírame nene, por favor. Solo mírame.
Pero no lo hizo. Era casi como si la estuviera ignorando deliberadamente y cuando D finalmente termino de besar a Nalla, ambos salieron de la mansión, sin mirar atrás.
Apenas se dio cuenta de que su padre miraba de ella al vestíbulo mientras maldecía entre dientes.
Una Nalla muy feliz y muy embarazada entró en el comedor.
- Hola Mariah, Hey Rhage.
- Hey.
Vaya, que grosero. Su padre era por lo general mucho más agradable, sobre todo con las hembras de la casa. Algo le había molestado... ¿pero qué?
- ¿Dónde está Mary?
Nalla ignoró su mala educación y de repente él sonrió.
- En Safe Place. Hmm lo que me recuerda, mejor me voy a recogerla.
Se levantó, se metió un Tootsie Roll en la boca y se fue con su camisa hawaiana, vaqueros y chanclas. Estabaun poco loco, pero era su padre y ella lo adoraba.
En cuanto Rhage estaba fuera del alcance del oído, Nalla se volvió hacia ella.
- Vale, ¿qué demonios está pasando entre tú y Ahgony?
- Ojalá lo supiera.
- Pero...
- Realmente no tengo idea Nalla, ha estado actuando de manera extraña y...
- ¡Necesitamos una noche de chicas! Habla con Fritz para que nos traiga lo de siempre y yo me pondré en contacto con las chicas con un mensaje de emergencia.
Mariah sonrió, tal vez esto era justo lo que necesitaba. Una noche con sus mejores amigas para hablar y obtener su punto de vista en todo esto.
Nalla ya estaba enviando mensajes de texto como loca mientras Mariah se levantó para hacerle el pedido a Fritz. El viejo Doggen estaba en la cocina con Katya, ambos sonriendo mientras limpiaban el lugar.
- Hola Fritz, Katya.
- Señorita Mariah, ¿qué puedo hacer por usted?
- Uhm, vamos a tener una noche de chicas en mi habitación, ¿te importaría llevarnos algunos bocadillos y chuches y eso? Tú ya sabes lo que nos gusta a cada una.
- ¡Por supuesto! Será un placer.
- Muy bien, ¡gracias!
- No tardare más que unos minutos.
- ¡Eres el mejor!
Ella le dio un rápido abrazo, dejándolo todo nervioso, y fue a buscar Nalla para ir a su habitación juntas.
30 minutos más tarde, estaban todas reunidas; Jhade y Nalla, una más embarazada que la otra, acapararon la cama, lo más cómodo en la habitación, Mariah se sentó en su silla, Janie y Sandra se sentaron en el suelo, mientras que Hope sólo se paseaba por la habitación. De un lado a otro, una y otra vez. Estaba completamente sudada de su última clase con los hermanos.
- ¡Lo tenía! Lo. Tenía. ¿Cómo pudo vencerme? ¡A mí! Simplemente ¡no tiene ningún sentido!
- ¿Está hablando de Vix otra vez?
- No, creo que se refiere al otro.
- ¿El que siempre pierde cuando lucha contra ella?
- No esta vez.
- ¿Cuál es su nombre?
- ¿Efron? ¿Efar?
- Elvar.
Hope bufó al ver como todas las chicas hablaban entre ellas y se reían.
- No hace gracia, ¡maldita sea! Hace apenas unas semanas, podía cargármelo con un brazo atado a la espalda y los ojos vendados. ¡Ha estado entrenando!
La acusación en su tono era para reírse. ¡Hope estaba loca por el!
- ¿Eso no es como el objetivo de las clases? ¿Para que pueda llegar a ser un soldado?
- Bueno, sí, pero...
Hope suspiró y se puso las manos en sus caderas.
- Hope, quieres ah… ¿ducharte o algo así? ¿Para calmarte un poco?
Dejó de pasearse y frunció el ceño.
- Lo siento, es que me fastidia.
Se olió a sí misma e hizo una mueca.
- Uff estoy apestando tu habitación. Ahora vuelvo.
Regresó 5 minutos más tarde recién duchada y se sentó.
- Vale, entonces, ¿cuál es el problema de Ahgony? ¿Tengo que meterle algo de sentido? ¿A golpes?
Mariah sonrió.
- No hay necesidad de hacerle daño. Simplemente está actuando de manera un poco extraña. Como muy distante.
- ¿Crees que tal vez, haya alguien más?
- Nop, de ninguna manera.
Nalla interfirió.
- Darius me lo hubiese dicho. Además, todas sabemos lo que Ahgony siente, él ni siquiera piensa en otra hembra.
- Sí. No creo sea eso. Lo más curioso es que mi padre ha estado actuando raro también. Bueno, más raro de lo normal.
- ¿En qué sentido?
- En el sentido de que cada vez que quiero hablar con Ahgony, ya sabes, como lo haría con cualquier amigo, encuentra alguna manera de mantenerme distraída.
- ¿Crees que lo sabe?
- No, yo no lo creo... ¿A menos que hayamos sido demasiado obvios?
- O tal vez tío V os ha pillado en la cámara y lo ha contado...
- Vishous no haría eso. No le importa una mierda lo que nadie hace, siempre y cuando no estemos haciendo daño a nadie y sea consentido.
- Sí, pero pensadlo. ¿Qué pasa si Wrath lo ha obligado? Después de la sorpresa de Darius y Nalla...
- ¡Oye!
- ...podría tener miedo de que otros niños en el hogar están conectando. Ya me entendéis…
- No, yo no creo que...
Antes de que Mariah pudiera decir algo más, hubo un golpe fuerte en la puerta.
- Nalla, ¡te necesitan en el túnel!
Nalla rápidamente saltó de la cama, completamente aterrorizada.
- Oh querida Virgen, ¡Darius!
Mariah sintió que su corazón se detenía.
Ahgony.
Si Darius estaba herido, Ahgony tenía que estar peor.
Ella tomó la mano de Nalla y juntas bajaron las escaleras, ignorando a Tohr y corriendo a través del túnel.
Darius estaba apoyado contra la pared, sangrado, pero aparentemente bien. Nalla corrió hacia él y se abrazaron con fuerza.
Su mahmen y Rhage también estaban allí, seguramente acababan de regresar de Safe Place.
Entonces Darius miró a Mariah, con gesto casi de disculpa.
- ¿Dónde está?
- Doc Jane está trabajando en él.
- Va a necesitar sangre. Voy a alimentarle.
Ella estaba a punto de entrar cuando un fuerte brazo la detuvo.
- La elegida Anghelica está en camino.
- ¡No!
Ella y Ahgony se habían estado alimentando a escondidas desde que el paso por su transición. Nunca antes había sido herido lo suficiente como para tener que alimentarse de una Elegida. ¡No podía permitir que una Elegida le alimentara!
- Papá, por favor. Por favor, déjame ir, déjame hacer esto.
- Mariah, deja de luchar contra mí.
Rhage la sostuvo con facilidad, su fuerza no era rival para la suya.
- Papá, por favor, tardará mucho tiempo, él necesita mi sangre. Déjame ir.
- No puedo hacerlo cielo, lo siento.
Se volvió para mirarle mientras las lágrimas corrían por su rostro.
- ¡Podría morir!
- Eso es para lo que se apuntó. De todos modos, esta en buenas manos. ¿Por qué no vuelves a tu habitación?
En ese momento Phury entró corriendo en el túnel, seguido de una bella rubia.
- Por favor, no dejes que se alimente de ella papá, por favor. Te lo ruego, por favor.

Rhage no hizo nada para detener a la Elegida de entrar en la habitación donde Ahgony estaba siendo operado y Mariah supo en ese preciso instante, que jamás sería capaz de perdonar a Rhage por esto.

Trusting Lover - Capítulo 34

Meses más tarde

Lohrena estaba en la sala de juegos con los Hermanos y Kihara, disfrutando al ver como Rhage hacia el tonto con Butch y Vishous. Sonrió para sí, antes de conocer a Rhage, había intentado seducir tanto a Butch como a Vishous y ahora estos dos estaban juntos. Casi le da un complejo.
El hellren de Kihara, John Matthew, jugaba al billar con otra pareja de hermanos. Él había sido el que mato a su hijo, pero Lohrena no sentía rencor. No podía.
Stan y Muhrder eran los que habían envenenado la mente de su hijo y Kihara le había contado con pelos y señales lo que le había hecho Tohrture, por lo que entendía que John simplemente había defendido a su Shellan.
Rhage haría lo mismo por ella, estaba segura.
Desde hacía 6 meses Rhage le hacia el amor con reverencia, se alimentaba cuando le hacía falta y todos los de la casa, la aceptaban como shellan de Rhage. Casi lo tenía todo. Menos su amor. Rhage aún no le había dicho que la quería. Aunque la trataba como a una reina, jamás había dicho las palabras. Y aunque no quería reconocerlo, eso le dolía.
Rhage se acercó a ella, extrañamente fuera de lugar con su bañador de ONeill y sus chanclas de playa. La besó justo antes de que Butch se abalanzara sobre él. Se notaba que estaba soltando la energía acumulada que tenía, ya que no estaba saliendo a luchar tanto como antes. Decía que era para no perder energía y sangre durante las luchas y así no tener que alimentarse tanto, aunque Lohrena sospechaba que era más bien para tenerla vigilada y protegida.
Desde que estaba en la mansión de la Hermandad, no había vuelto a recibir ninguna nota, y en sus visitas mensuales a la clínica, tampoco. Así que si Muhrder las estaba enviando, los hermanos las veían antes que ella y obviamente se lo ocultaban.
- Oye, ¿te parece que mañana quedemos para ver Vampire Diaries? Sé que has estado ocupada, pero seguro que puedes ver un capitulo o dos conmigo…
Kihara le guiñó un ojo.
- Si, ¡me encantaría!
- Genial porque ya tengo la nueva temporada en dvd. Así que…
El ruido de algo rompiéndose las distrajo. Butch estaba tirado sobre lo que había sido una mesita de madera y Rhage hacia un bailecito triunfal de lo más ridículo, mientras Vishous se acercaba a ver como estaba su hellren. Sonrió cuando Rhage la miró y le guiñó un ojo.
Así había tenido que haber sido la primera vez, pensó. Protegida por la hermandad, por su hellren…
Aunque si hubiese conocido a Rhage, estando con Muhrder, a saber lo que habría pasado…

*-*-*

- Rhage, eres un hijo de puta.
- Sip, pero tu estás en el suelo y yo no…
Sintió la mirada de Lohrena y la miró, guiñándole un ojo.
Amaba a esa hembra. Con locura. Y había llegado la hora de contarle lo de su maldición. Lo había estado posponiendo, ya que no estaba luchando con los hermanos pero no se lo podía ocultar más tiempo, mejor que lo supiera ya, antes de que algún día lo viera y le cogiera miedo. Eso no era muy probable, pero ella tenía derecho a saberlo.
Vishous le arreó en la cabeza.
- Como vuelvas a meterte con mi hellren, tendremos un problema ¿verdad?
Sonrió pero de repente se le pusieron los pelos de punta, sus sentidos y los de la bestia en alerta máxima.
Un segundo más tarde, las alarmas de la casa se volvieron locas, informándoles de que alguien se acababa de infiltrar en la mansión.
- ¡Lohrena!
El pánico le oprimió el pecho de tal manera que no podía respirar. Las palabras de V, le helaron la sangre en las venas.
- Mete a las shellan en la habitación acorazada. Un anti ha entrado en nuestro terreno.


domingo, 20 de abril de 2014

Lover Adored - Capítulo 2

Ahgony se despertó nervioso y cansado. Mariah no se había ido hasta que habían escuchado como se acababa la fiesta abajo y todo el mundo se fue a sus habitaciones.
Él no le había contado nada a Mariah sobre sus planes de hablar con Rhage porque simplemente no sabía cómo iba a reaccionar el macho.
Y eso no le sentaba bien. Joder, lo estaba matando. Ellos se habían contado todo desde... siempre. Simplemente habían conectado.
Mejores amigos que estaban destinados a ser algo más.
Había oído las historias interminables sobre cómo Rhage y Mary la habían traído a la mansión después de haberla recogido en Safe Place. No se sabía mucho de su pasado o de donde venía, salvo que ella era medio humana, y sólo sabían esto debido a la ropa que llevaba puesta cuando algunos civiles la habían encontrado en medio de la nada. Al ver que la ropa que llevaba puesta tenia símbolos en la lengua antigua, habían llevado a la nena a Safe Place en lugar de un hospital humano. Después de buscar y buscar, Marissa no pudo encontrar a ningún familiar, y como sabía cuánto Rhage y Mary querían una cría propia, ella los había llamado y esa misma noche, se la habían llevado a casa.
Nunca habían ocultado el hecho de que ella fue adoptada, claro que tampoco tenían posibilidad alguna de ocultarlo. No cuando Hollywood era rubio, Mary tenía el pelo castaño y Mariah tenía una hermosa cabellera de color rojo oscuro...
Desde que podía recordar, habían sido amigos, y con ella siendo tan sólo unos años mayor, ella siempre lo había estado cuidando a él, como el pretrans delgaducho y pequeño que había sido.
Y entonces ella había pasado por su transición.
En cuanto la vio después, él había estado completamente asombrado con ella.
Sus grandes ojos verdes eran un contraste con su pelo rojo brillante, aún más brillante que el de Blaylock. Y Ahgony le encantó.
Sabía que la deseaba - la había reclamado como suya en cuanto la había visto después de la transición, aunque como pretrans, su cuerpo no había reaccionado aun.
Y entonces llego su propia transición.
Y joder.
La primera cosa que recordaba haber pensado era 'Mariah. Es. Mía.' Inmediatamente después de eso había pensado "Necesito chocolate. Y bacon. Y sexo. Con mi Mariah."
La Elegida de la que se había alimentado, había estado más que dispuesta, pero el no. Antes se helaría Dhunhd.
Mariah sería su primera y única hembra. Lo supo en aquel entonces, al igual que lo seguía sabiendo en este momento.
Para él, ella lo era todo. No existía nadie más.
Ahora sólo necesitaba hacer que Rhage lo viera.
Lo que sería jodidamente difícil debido a su posición como Ahstrux Nohtrum.
Tal vez debería hablar con Mary primero. Como psicóloga de la casa, ella sería capaz de ayudarlo a darle la noticia a su hellren, y quizás convencerlo.
Pero sería una cobardía hacer eso. Y el podía ser muchas cosas, menos un cobarde. Tenía que arreglar esto de macho a macho.
Rhage era un gran tipo. Por lo tanto, siempre que él fuera directo y honesto...
Ahgony ya sabía lo que quería decir, así que lo único que tenía que hacer era encontrar al Hermano y abrir su corazón.
Podía hacer eso.
Totalmente.
Tomó una larga ducha para quitarse el olor de Mariah de encima. Se vistió con rapidez y salió de su habitación.
Conociendo a Hollywood probablemente estaba en la cocina haciéndose algo de comer, incluso después de toda la comida que había sido devorada en la fiesta.
Yyyyyy sip, ahí estaba él, haciéndose dos sándwiches triples de pavo.
- Que pasa Aggie?
Hollywood insistía en llamarlo como sus padres habían hecho cuando él tenía como dos añitos. Pero ese era Rhage.
- Hey.
Rhage lo miró de arriba a abajo.
- ¿Qué pasa?
Abrió la boca cuando entraron Qhuinn y Blay.
- No os preocupéis por nosotros. Simplemente pillando algo de comer antes de ir a... eh, el gimnasio.
Ahgony miró a Rhage.
Los ojos de Qhuinn se fijaron en él, la curiosidad obvia en su mirada, mientras cogía una lata de nata montada.
¿Gimnasio? Ni de coña, estos dos iban a.... Whoa, para ese pensamiento ahí mismo.
Volvió a mirar a Rhage que habían dado un gran mordisco a uno de sus sándwiches.
Asintiendo con la cabeza, la giró una vez hacia la puerta de la biblioteca y cogió su plato. Ahgony lo siguió, ignorando el gemido que se escuchó detrás de él. Esos dos eran insaciables.
Ahgony cerró la puerta, encerrándolos juntos.
- ¿Te importa si como mientras dices lo que te preocupa?
- No uh...
- ¿Quieres un poco?
- No, gracias.
- Ok, dispara.
Ahgony esperó hasta que Rhage dio otro mordisco y tuvo la boca llena. Había preparado un discurso entero. Pero en lugar de eso, sólo le salieron tres palabras.
- Amo a Mariah.
Los ojos de Rhage brillaron blancos por un momento mientras trataba de no ahogarse con su sándwich.
- ¿Qué coño quieres decir, amas a mi hija?
- Yo la amo y quiero emparejarme con ella. Quiero hacerla feliz.
Rhage se limitó a mirarlo, los sándwiches olvidados.
- Ella lo sabe o está todo en tu cabeza.
- Ella lo sabe.
- La. Has. Tocado.
Rhage inhaló bruscamente, probablemente tratando de olfatear el olor de vinculación. No lo olería. Aun no, por lo menos.
- No como tú piensas Rhage. Nos amamos pero quiero que sea mi shellan antes... antes de... Pero, quiero tu aprobación, tu autorización, antes de preguntárselo.
- ¿Así que ella no sabe que estás aquí? ¿Hablando conmigo?
- No. No quise decírselo. Yo sé que ella necesita que tú apruebes esto, y por eso he venido a ti.
Rhage frunció el ceño.
- ¿Cuánto tiempo ah...? pensé que solo erais amigos. ¿Cuándo demonios ha pasado todo esto?
- Parece que hace una eternidad. Los dos somos lo suficientemente mayores y los dos sabemos que lo que sentimos es real. Sólo queremos estar juntos y con tu permiso, puedo pedirle que sea mi shel...
- Lo siento Ahgony.
- Ah... perdona ¿qué?
Rhage había utilizado su nombre completo, lo cual no podía ser bueno.
- No puedo permitirlo. Tú eres el Ahstrux Nohtrum de Darius ahora. No puedo dejar que mi chica se empareje a ti cuando tu vida está dedicada a D.
- Sólo cuando estamos fuera.
- Tu trabajo es proteger a D con tu vida. Tu vida, Ahgony. No voy a dejar que Mariah se siente en casa a la espera de escuchar la noticia de tu muerte porque has tenido que tomar una bala destinada a D.
- ¿No debería ser decisión de ella?
- Has venido a mí, por lo tanto, lo has hecho mi decisión.
Rhage suspiró y luego inhaló de nuevo.
- Si no te hubieras ofrecido voluntariamente para el trabajo, tal vez...
- ¿Tal vez? Esa hembra es mi vida. Si no puedo estar con ella... no tiene sentido. Nada lo tiene.
- ¿Te has vinculado a ella?
- Huéleme. Yo no he hecho nada con ella aun, pero sí, me lo estoy aguantando dentro.
- ¿Por qué?
- Por respeto. Mi padre me enseñó a hacer las cosas bien. De la manera correcta.
Él soltó un bufido.
- Y mira a dónde me ha llevado.
- Ahgony...
- ¿Qué haría falta para que lo apruebes? ¿Para qué des tu permiso?
- Yo... joder no lo sé. Si no fueras un Ahstrux Nohtrum...
O si ella estuviera embarazada, pensó Ahgony, tratando de calcular mentalmente cuando seria el siguiente periodo de necesidad de Mariah.
- Ni siquiera lo pienses, chico.
- Yo la quiero.
- Sí, te escuché las dos primeras veces. Y ahora mismo, eso no es suficiente.
De todas las maneras que Ahgony había pensado que esto iba a ir, desde luego, no era de esta manera.
- No voy a quedarme mirando como mi niña sufre. Ella se merece un macho que este ahí para ella.
- Entonces qué, ¿quieres que se empareje con algún tipo aristócramierda de la Glymera? Al diablo con eso Hollywood. Nadie la trataría mejor que yo, nadie la amaría más que yo. Nadie.
Salió de la biblioteca, sin dejar que Rhage respondiera.
Debería fugarse con Mariah, pensó. Pero la lágrima tatuada debajo de su ojo le recordó que eso sería traición. Wrath tendría su cabeza más pronto de lo que él pudiera decir lo siento. Gimió cuando vio Mariah hablar con Hope en el pasillo.

Ella nunca debía averiguar que había ido a ver a Rhage. Saber que no aprobaba su emparejamiento, la lastimaría más que nada en este mundo.