Estaba dormido un minuto y completamente alerto el
siguiente, mientras sentía la esbelta figura de Mariah acurrucarse a él.
Podía oler las lágrimas, eran como plástico quemado
en su nariz, y trató de incorporarse, pero la herida en su costado que no le
dejo. Encendió algunas velas con su mente para por lo menos poder verla
correctamente.
- ¿Tahlly?
- Ahgony, ¡estás despierto!
Se secó las lágrimas y le sonrió.
- ¿Qué pasa Tahlly?
- ¿Estás bien?
- Sí. Aun curándome, pero bien.
Levantó con cuidado el brazo y le acarició la
mejilla.
- ¿Por qué lloras?
- Porque te extraño, tanto. Y Rhage... no me dejo
alimentarte. Dejó que una Elegida lo hiciera en mi lugar.
Ahgony cerró los ojos. Sabía que esto tenía que
estar matándola porque si hubiera sido al revés, si otro macho la hubiera
alimentado a ella, él perdería su maldita cabeza.
- Está bien cariño. No significo nada. Era sólo para
curarme. Diablos, ni siquiera lo recuerdo.
- No, no lo entiendes. Llegué antes que ella y me
detuvo. Rhage me agarró para que no pudiera llegar a ti. Si no fuera por él, te
habría alimentado yo. Estarías sanando gracias a mí, no a ella.
Nuevas lágrimas amenazaban con caer de sus ojos y le
hizo una pregunta que jamás hubiera esperado escuchar de su hembra.
- ¿Te acostaste con ella?
- ¿Crees que lo hice?
- Me... me gustaría decir que no. Pero has estado
distanciándote de mí últimamente.
Cerró los ojos y suspiró. Sabía que no podía decirle
así sin más que había hablado con Rhage. Pero debería haber sabido que iba a
comenzar a sospechar que algo estaba pasando.
- Tahlly,
no. Por supuesto que no me acosté con ella. Ya te dije, ni siquiera recuerdo
que me alimentara esa vez. Y las dos veces que ha estado aquí desde entonces,
me he alimentado de la muñeca y eso es todo, no me ha tocado ni me ha hablado.
Mariah se tensó a su lado.
- Ella. Te. Ha. Alimentado. Aquí.
- Uh, sí.
Se levantó de la cama y comenzó a pasearse. Ya no
estaba triste, ahora estaba furiosa, el olor a plástico quemado sustituido por
el de la madera quemada.
- Voy a hablar con Rhage.
A Ahgony no se le había escapado que no le había
llamado 'papá ' desde que había entrado en la habitación.
- Le voy a contar lo nuestro. Él no puede
mantenernos separados.
- No nena, no hagas eso.
- ¿Por qué demonios no?
- ¿Quieres hablar con él justo después de que yo
haya resultado herido como el Ahstrux Nohtrum de Darius? Vamos tahlly, hasta tú te tienes que dar
cuenta en que solo se empeñara más en mantenernos separados.
- ¿Qué quieres decir, más?
- Simplemente, que él no quiere que estés con un Ahstrux
Nohtrum, ambos lo sabemos.
- Pero tal vez si él sabe lo que siento por ti...
- Tahlly...
- No puedo soportar saber que te estás alimentando
de esa... esa... hembra.
La palabra hembra tenía tanto veneno como si la
hubiera llamado perra.
Él no pudo evitar sonreír.
- Me encanta lo posesiva que eres conmigo. Y créeme,
soy tuyo. Sólo tuyo. Pero vamos a darle un par de meses. Deja que se olvide de
esto. Sólo han pasado un par de días desde que sufrí lesiones en el trabajo.
Cuando sea el momento adecuado, los dos podemos ir a verlo.
- Pero...
- Confía en mí Tahlly, ahora no es un buen momento.
Se mordió los labios, vacilante y su sexo se agitó.
Joder, por fin estaba empezando a sanar.
- Está bien. Pero hay algo...
- ¿Qué es?
- He estado pensando, que quiero saber más acerca de
mis padres biológicos.
- Ah... ¿qué?
Ella se encogió de hombros.
- He estado pensando en ello en los últimos días.
Realmente lo pienso mucho.
- ¿Rhage o Mary lo saben?
- No. Los quiero a los dos, pero no lo entenderían.
- A lo mejor te sorprenderías.
- Quiero hacer esto por mi cuenta. Es algo que tengo
que hacer. Necesito saber quién soy. ¿Me ayudas? ¿Por favor?
Ah joder, de ninguna manera era capaz de decirle que
no.
- Sí, lo haré.
- Gracias.
- Con una condición.
- ¿Qué?
- Habla con tus padres primero. Sólo diles lo que
sientes. Les debes eso. Y tal vez te pueden ayudar, tal vez saben más de lo que
eran capaces de decir. Nunca se sabe.
- No me hablo con Rhage. Al menos por ahora.
Ahgony asintió comprendiendo. Podía entender por qué
ella se sentía así pero necesitaba tiempo.
Primero necesitaba curarse por completo, y después
tenía que hablar con Rhage de nuevo, éste merecía saber lo que Mariah quería
hacer.
De ninguna manera la dejaría husmear en el pasado de
la Glymera por su cuenta.
Él también sabía que su necesidad seria en sólo unos
pocos meses... si pudiera servirla y dejarla embarazada... Rhage no tendría más
remedio que dejar que se emparejaran. Así que lo único que necesitaba era un
poco de tiempo y él sabía exactamente cómo convencerla.
*-*-*-*-*
Mariah dejó la habitación de Ahgony con una
sensación de agobio. Estaba escondiendo algo de ella, lo sabía.
A regañadientes se admitió a si misma que sabía que
no había estado con la Elegida, pero había algo más...
Ella le había dicho lo de tratar de encontrar a sus
padres biológicos para ver lo que diría. Meses atrás, la habría apoyado en
todos los sentidos, sin importarle nada. Él no habría insistido en decírselo a
Rhage y Mary cuando ella había dejado claro que no quería que lo supieran.
¿Por qué había cambiado?
Mariah no lo había dicho en serio, bueno, no
realmente.
En su mente, Rhage y Mary eran realmente sus padres,
incluso si estaba dolida y no se hablaba con uno de ellos en este momento.
Mariah sólo tenía curiosidad, sobre su pasado, sobre
quién era. ¿Tenía hermanos, hermanas? ¿Quién era su madre biológica?
¿Por qué la habían encontrado deambulando sola por
las calles siendo una cría?
¿La hembra tenia curiosidad sobre la hija que había
perdido? ¿Alguien la estaba buscando?
Tenía tantas preguntas, y no todas las típicas que
se esperaban de un niño adoptado, por las circunstancias en la que la
encontraron.
También sabía lo suficiente sobre la Glymera para
saber que si su madre había sido uno de ellos, lo mejor era no saber.
Renunciaría a esos pensamientos, por ahora volvería
a su habitación a estudiar. Mariah estaba tratando de ser médico, pero no como
el Doc Jane o Manny.
Nop.
Ella quería especializarse en los bebés. Los partos,
los embarazos, averiguar por qué su raza era tan propensa a perder a sus crías.
En la mansión que tenían suerte porque tenían a
Payne, pero ¿los civiles? Ellos no eran tan afortunados.
- ¿Toots?
Miró a Rhage, que la había sorprendido saliendo de la nada.
- Hey.
- ¿Podemos hablar?
- Estoy ocupada.
- Cariño, lo siento. La Elegida ya había sido
llamada y... vamos. Le salvo la vida ¿eh?
Le guiñó un ojo y ella soltó un bufido.
- Rhage, si piensas que esto es algún tipo de
broma...
- Rhage? ¿Por qué cojones me estás llamando Rhage?
No me has llamado así nunca. ¿Qué pasó con papá?
- Sí, bueno, las cosas cambian.
- ¿Todo esto porque no dejé que alimentaras a ese
chico?
- ¿Ese chico?
Se dio la vuelta, no quería pelear con él.
- Hey, todavía estoy hablando contigo.
- Yo ya he terminado de hablar.
Rhage resopló.
- Bueno, parece que ese chico tiene una mala
influencia sobre ti después de todo. Nunca te criamos para que tuvieras esta
falta de respeto.
Ella se dio la vuelta para mirarlo de nuevo.
- ¿Sabes qué? Tal vez si tú me hubieses respetado el
otro día cuando quería salvar a Ahgony, yo no te faltaría el respeto ahora.
Ahgony me ha influido solo en el buen sentido. Tú solito has hecho que yo me
comporte así.
Rhage vio como Mariah salía corriendo hacia su
habitación.
¿De verdad había cometido un error en no dejar que
alimentara a Ahgony?
Él sólo quería lo mejor para ella.
Desde que Marissa la había puesto en sus brazos.
Y estar emparejada al Ahstrux Nohtrum del heredero
real, no era lo mejor para ella. Él sólo estaba tratando de evitar que su
corazón se rompiera cuando algo le pasara a Ahgony mientras trataba de
salvar la vida de Darius. Podía
enfadarse cuanto quisiera, pero cuando algo le pasara a Ahgony, ella le daría
las gracias por no estar emparejada a él. Ella le daría las gracias por no
tener un corazón roto.
¡Él era un buen padre, maldita sea!