lunes, 30 de junio de 2014

Lover Adored - Capítulo 20

Una semana después

Mariah llamó suavemente a la puerta de Ahgony. Él la había estado evitando toda la semana, y más aún después de enterarse de quien había sido invitado a su fiesta.
Pero ella lo necesitaba ahora.
Podía pedírselo a otra persona, claro, a cualquiera de los hermanos, pero ella lo necesitaba a él.
Se abrió la puerta y Ahgony y la miró casi con desdén.
Vaya.
- ¿Qué quieres?
- Tengo que pedirte un favor.
Ahgony resopló.
- Deja que lo adivine. Se trata de tu hermano. O eso, o necesitas alimentarte. Porque eso es lo único que quieres de mi últimamente.
Ella inhaló bruscamente ante la furia en su voz.
- Tengo que recoger a Blaxton al pie de la montaña para conducirlo hasta aquí con el coche. Wrath dice que tengo que llevar a alguien conmigo, por seguridad. Tú eres el único que me hace sentir realmente a salvo, así que...
- Búscate a otro.
- Ahgs...
- No. 'Ahgs', no Mariah. Yo no soy tu esclavo.
- ¿Quién dice que lo eres? Pero vamos, creo que es lo mínimo que puedes hacer después de haberle dicho a mi padre...
Él negó con la cabeza, la decepción evidente en su rostro.
- Vete a la mierda Mariah. En serio.
Ella retrocedió ligeramente. Nunca le había hablado de esa manera, nunca.
- ¿Eso qué significa? ¿Me estas dejando o algo así? ¿Hemos terminado?
Él se encogió de hombros, pero sin embargo, ella podía sentir el dolor que salía de él. ¿Por qué estaba haciendo esto?
- ¿Por qué no luchas por mí? ¡Ni siquiera me has pedido perdón!
- ¡Porque no he hecho nada!
- Pero...
- Mira... solo, vete. Por favor.
Se mordió el labio.
- ¿Todavía estás vinculado a mí?
Él la miró enfadado, y esa mirada lo decía todo, pero aun así él habló.
- ¿A ti qué diablos te parece?
Dejo caer una lágrima libremente y se dio la vuelta para salir de su habitación. Realmente ya no sabía la respuesta a su propia pregunta.
Llamó a la puerta de Nalla y en cuanto se abrió, su amiga la abrazó.
- Oye, ¿D está aquí? Necesito un favor.
- Claro.
Mariah le dijo a Darius lo que necesitaba y él sonrió.
- Sabes que él tiene que venir con nosotros ¿no?
- Lo sé.
Esa era la única razón por la que ella se había atrevido a preguntárselo a Darius.
- Bien. Déjame ir a buscarlo. Por cierto, ¿el señor testarudo ya te lo dijo?
- ¿Decirme qué?
- Supongo que eso es un no. Escucha, no fue él quien se lo dijo Rhage. Lo de Blax, quiero decir.
Mariah palideció.
- ¿Qu... qué?
- Sí, él se negó porque tú le pediste que no se lo contara. Así que no lo hizo. Fui yo. Él me lo acababa de contar, pidiéndome consejo y Rhage nos oyó. Así que le exigió a Ahgony que se lo contara pero Ahgs se negó, por lo que fui yo el que habló. Lo siento mucho. Ahgony no quería que te diga la verdad, pero creo que deberías saber.
Ella cerró los ojos.
- Oh, Dios mío.
- Sí. Así que, eh, voy a ir a buscarlo ahora.
Mierda.
¿Por qué no se lo había dicho?
¿Y Rhage? Él no la había corregido cuando ella le había preguntado.
Oh querida Virgen Escriba, ella había dudado de Ahgony. Ella podría haber dudado de cualquiera, debería haber dudado de cualquiera antes que de él. Y descubrirlo hoy, hoy de todos los días...
Maldito cumpleaños feliz para ella.
No podrían hablar ni arreglar las cosas con la fiesta que estaba planeada.
Abrazó a Nalla, besó a la pequeña Rhemeny y bajó al vestíbulo, donde Darius y un Ahgony muy cabreado la esperaban.
- Ahgs, podemos...
- No.
- Sólo quiero...
- No quiero oírlo.
- Pero yo...
Salió, hablando con Darius por encima del hombro.
- ¿Al pie de la montaña?
- Así es.
- Nos vemos allí.

* - * - * - *

Blaxton se tensó cuando vio a un macho muy cabreado desmaterializarse al pie de la montaña, justo delante de los árboles. Los ojos del macho estaban fijos en él y una mueca apareció en su rostro. Empezó a caminar hacia el coche, pero se detuvo cuando otro hombre apareció justo en su camino. Vale, éste sí que lo reconocía. Darius, el hellren de Nalla.
Le habían enviado un comité de bienvenida. Genial.
Su hermana apareció poco después haciéndole suspirar de alivio. No es que tuviera miedo, pero no tenía ganas de tratar con esos machos.
Mariah lo miró a él y luego hacia su coche. Sonrió en cuanto ella soltó una carcajada. Incluso los machos mostraron un amago de sonrisa.
- Oh, Dios mío Blax, vas a caerle de puta madre a mi padre.
Ella corrió hacia él y lo abrazó con fuerza, provocando el olor de vinculación del macho rubio.
Whoa, tranquilo ahí hermano.
Mariah jadeo sorprendida al notar como el olor le llenaba la nariz. Ella miró al macho, cuyos ojos seguían fijos en él.
Oh joder.
¿Acaso no había pasado por el mismo concurso de meadas con Darius?
Él le tendió la mano.
- Soy Blaxton.
El macho lo miró de mala manera, pero no se movió para estrechar su mano extendida.
- Está bien. Hola Darius.
Él asintió con la cabeza al macho que ya conocía, queriéndole preguntar sobre Nalla y de su cría, con la esperanza de que todo iba bien, pero pensando que probablemente no era una buena idea.
Tras un momento de vacilación, Darius le tendió la mano y se la estrechó.
- Hey tío.
Mariah suspiro de alivio al verlos saludándose.
- Blax, obviamente ya conoces a Darius. Y él es Ahgony, mi ah... mi pareja.
Pensó que la escuchó decir algo como "creo", pero teniendo en cuenta el olor de vinculación del tipo, era bastante obvio quién era.
Ahgony subió en el coche con un gruñido y él casi puso los ojos en blanco.
- Venga, vamos a terminar con esta mierda de una vez.
Si no estuviera deseando pasar tiempo con su hermana, los mandaría al infierno. Pero hablaría con Ahgony más tarde. No apreciaba que hablaran así en la presencia de Mariah.
- Te pido disculpas.
Detuvo a Mariah con una mano levantada.
- Nunca pidas disculpas por algo que haga otra persona.
Ella asintió con una pequeña sonrisa.
- Ahora bien, ¿dónde está mi venda?
Darius río mientras le entregaba un trozo de seda negra. Se sentó en el asiento trasero y se vendo los ojos para que no pudiera ver el camino que iban a tomar.
Empezaron a conducir y agradeció a la Virgen Escriba que Ahgony sabía cómo conducir su preciosidad.
Tomó una respiración profunda. Mariah le había dicho que iba a conocer a los miembros legendarios de la Hermandad de la Daga Negra esta noche y Blax estaba preparado para eso. También sabía que el Rey Ciego estaría allí, y tampoco era un problema.
Rehvenge, el leahdyre del consejo de la glymera lo había llamado con una lista de qué hacer y qué no hacer, y todo tenía sentido.
Para lo que él no estaba preparado, sin embargo, era conocer a los padres de Mariah.
Las personas que la criaron.
Le había contado mucho acerca de ellos, sabía que sería más que probable que Rhage no lo aceptara, aunque el comentario de Mariah cuando vio su coche antes le había confundido un poco.
Después de lo que pareció una hora, finalmente se detuvieron.
- Puedes quitarte la venda ya.
Parpadeó cuando lo hizo, ajustando sus ojos a la luz tenue.
- ¿Estás preparado?
Mariah le sonrió.
- Vamos.
Se bajaron del coche y el segundo que lo hicieron, Blaxton se enamoró. Total y completamente hasta las trancas.
Habían aparcado junto a una copia exacta de su GTO, pero en lugar de verde lima, éste era de color púrpura oscuro.
Él la acarició como si fuera una hembra, apreciando todas las líneas y curvas.
- Oh, sí, a mi padre sin duda le vas a caer genial.
¿Este era el coche de Rhage? A Blax ya le gustaba el macho y no solo porque había criado a su hermana.
Mariah le sonrió.
- Vamos.
Levantó la vista hacia el monstruo gótico frente a él y le pareció ver que algo se movía en una de las ventanas, pero con un lugar tan grande, a saber. Podía habérselo imaginado. Lo observo todo; simplemente no podía evitar estar sorprendido. De alguna manera él no había imaginado que la Hermandad viviera en un lugar como este.
De repente, él estaba dentro con Virgen Escriba sabía cuántos ojos en él.

- Hola a todos, me gustaría que conocieras a mi hermano, Blaxton. Blax, ésta es mi familia.

sábado, 21 de junio de 2014

Lover Adored - Capítulo 19


Ahgony estaba en la habitación de Rhage, y anda que no se sentía extraño.
Hollywood lo había llamado para discutir cómo iban a lidiar con ese tipo Blax. Ahora que Ahgony y Mariah se habían peleado, era cuando Rhage realmente confiaba en él.
¿Y cómo de jodidamente retorcido era eso?
- Mira tío, ella ha estado pasando tiempo en Safe Place, así que sabemos que no ha estado viendo a este chico. V dice que está bien. Glymera, pero uno de los buenos. Dirige la nueva clínica y al parecer él es genial.
- Impresionante.
Su tono sugería que era todo lo contrario. Rhage no paraba de hablar.
- Su madre, Tina Henderson, era humana. Desaparecida desde que él tenía 13. Supuestamente ella dio a luz a Mariah y luego desapareció por completo.
- Claro...
- Le dije a V que buscara más profundamente. No quiero a Mariah cerca de este tipo.
- Sí, yo tampoco, pero...
- Voy a sacarle la mierda, aunque tenga que inventármela para alejarla de él, ¿me entiendes?
Ahgony simplemente miró a Rhage. ¿Qué demonios se suponía que tenía que decir a eso?
Quería Mariah feliz y a salvo. Pero él no quería mentirle. Nunca.
Por otra parte, Rhage le estaba pidiendo ayuda, que era la primera vez, lo que significa que podría darle puntos.
Lo que significaría una mierda si traicionaba a Mariah.
Mierda. Simplemente no podía ganar, ¿verdad?
- Aggie, ¿estás conmigo o no?
- Yo...
Un golpe en la puerta le hizo suspirar.
Rhage abrió y Ahgony se tensó al oír la voz de Mariah.
- Oye papá, ¿Mahmen está aquí? Necesito hablar con ella... Oh. Ahgony... ehm hola.
Ella escupía dagas por sus ojos y el casi sonrió.
- Lo siento, no quería interrumpir nada importante. Voy a ir a buscar a mamá.
- Toots...
Ella salió corriendo antes de Rhage pudiera detenerla. Se frotó la cara.
- Joder, las cosas están realmente frías entre los dos ¿eh?
- Sí. Ella piensa que yo soy el que te lo chivó. Acerca de Blax.
Vio algo en el rostro del hermano, pero se fue antes de que pudiera descifrarlo.
- Rhage, ¿y si dejamos que conozca al tipo? Por mucho que me cueste admitirlo, tal vez en realidad es decente.
Rhage negó con la cabeza.
- No estoy de acuerdo Aggie.
- Sólo piensa en ello. ¿Por ella?
Rhage lo miró y asintió con la cabeza una sola vez.
- Pero no prometo nada.

* - * - * - * - *

Mariah encontró a Mary en la cocina, preparando comida para su padre. Por supuesto.
- Hey ma.
Mary levantó la vista y le sonrió.
- Hola Tinsel.
- ¿Podemos hablar?
Ella miró a los doggen que trabajan en la cocina.
- ¿En privado?
- Eh... si claro.
Ella esperó a que su madre se lavara las manos y le diera instrucciones a los doggen de no tocar lo que estaba haciendo.
- Vamos a ir a la biblioteca, creo que Sax ha terminado por esta noche.
Ella cerró la puerta detrás de ellos y jugueteó con su collar.
- Mariah, cariño, ¿qué te pasa?
- Creo que... ah... es posible que quieras sentarte para esto.
- Me estás asustando.
- Lo sé y lo siento. Yo sólo… Tengo algo muy importante que decirte y sé que va a ser una sorpresa, así que no quiero que te desmayes o algo así.
Mary levantó una ceja y se sentó.
- Ok, estoy sentada ¿Qué pasa?
Mariah respiró hondo.
- He encontrado a mi hermano biológico.
Mary palideció visiblemente y Mariah rápidamente se sentó junto a ella, sosteniendo sus manos.
- ¿Te acuerdas de la semana pasada, cuando ayude a traer al mundo aquellos dos críos?
Su mahmen asintió con aire ausente.
- Bueno... tuve ayuda.
Ella le contó a su madre toda la historia, de principio a fin.
- ¿Lo sabe tu padre?
- Sí. Ahgony se lo dijo después de que yo le pidiera que no lo hiciera. Y le pedí a papá que no te lo dijera aun. Quería decírtelo yo misma, pero sólo cuando estuviera segura de querer a Blax en mi vida. Y así es.
- ¿Cómo lo sabes?
- He pasado tiempo con él, he llegado a conocerlo.
Mary la miró confusa.
- Cariño, no estoy segura que entiendo todo esto.
- Mahmen, él es mi hermano y él es un gran macho, yo lo quiero y quiero que ustedes lo conozcáis también.  Me gustaría hablar con Wrath para que le permita entrar en la mansión, para que pueda venir de visita y conocer a todo el mundo. ¿Me ayudas?
- No creo que pueda...
- Mamá, ¿por favor?
- ¿Nos vas a dejar?
Ella puso los ojos en blanco.
- ¡No! ¿Por qué os ha dado por pensar eso? Sólo quiero que Blaxton sea parte de mi vida, de mi familia. Sé que vais a quererlo, si le dais una oportunidad. Por favor, mamá.
Mary se mordió el labio inferior, vacilante.
- ¿Esto es algo que realmente quieres? ¿Te haría feliz?
- ¡Sí!
María tomó una respiración profunda.
- Pues vamos a ver al rey.

* - * - * - * - *

Rhage esperó pacientemente a que la oficina de Wrath se llenara de Hermanos. El rey los había llamado para una reunión, aunque ninguno de los Hermanos parecía saber de qué se trataba. Las luchas nocturnas iban como siempre así que, ¿Qué coño?
Y mira esto. Rehv también estaba aquí.
¿Cosas de Sympath? ¿O mierda de Glymera?
Cuando la puerta se cerró, Wrath habló.
- La semana que viene es el cumpleaños de Mariah y ella ha hecho una petición especial. Qué he concedido, por lo que - con un dedo lo señaló directamente a él - no se te puede ir la olla.
Mientras miraba el diamante negro en el dedo de Wrath, se dio cuenta de que había estado negando con la cabeza, obviamente no había esperado que esta reunión fuera sobre su chica.
- Ha pedido que venga un invitado especial.
Oh infiernos, a la mierda no.
- Ahora, todos estamos familiarizados con el nombre de Blaxton, el sustituto de Havers. Aun no conocemos al macho pero Rehv lo conoce personalmente y... Hollywood, deja de negar con la puta cabeza, vas a darte torticolis.
- No puedes... No es... no lo haré...
¿Dónde diablos estaba todo el aire en esta habitación?
- Sí, ella mencionó que no estarías de acuerdo - Wrath arrastró las palabras - Veréis, mis hermanos, resulta que el nuevo doctor es también medio hermano biológico de Mariah.
Rhage maldijo entre dientes.
Maldita sea.
Él no quería conocer al macho. No importaba lo jodidamente perfecto que fuera.
- Rhage, mi hermano, entiendo tu rechazo. Lo hago. Pero él es nuevo médico de la raza y lo necesitamos de nuestro lado, ¿me entiendes? No espero que lo conviertas en tu nuevo mejor amigo, pero él es el hermano de Mariah...
- Medio.
- Está bien. Él es el medio hermano de Mariah, lo que significa que ella lo va a querer en su vida. Te guste o no. Así que cuanto antes lo aceptes...
- Sí claro, váyase a la mierda. Mi señor.

Trusting Lover - Epilogo


Unos años después.

Lohrena miraba a su hijo y su hellren, embelesada. Los amaba tanto.
Dhraco tenía locos a los hermanos, cada uno de ellos pasando los ratos libres para jugar con él.
Había crecido muchísimo y ya se veía que tenía el mismo apetito que su padre.
- ¡Mahmen!
El pequeño corrió hacia ella al verla, escondiéndose detrás de sus piernas al verse perseguido por Vishous y Butch, pero Rhage lo aupó y se lo coloco en los hombros, haciendo que el pequeño riera a carcajadas, como hacia siempre que se veía más alto que los hermanos.
Lohrena miró a su alrededor.
Estaba tan agradecida a Wrath por haberle permitido quedarse con Rhage y así recuperar la confianza en la hermandad y los hermanos.
Su lucha contra los antis y si líder seguía como siempre, pero ella tenía a su hellren y a todos los hermanos para protegerlos y se sentía bendecida por ello.
Ahora tenía una familia entera que la quería y a quien querer.
Sabía que pese a todo lo que había ocurrido en el pasado, siempre estaría protegida. En eso, tenía plena confianza.






miércoles, 18 de junio de 2014

Lover Adored - Capítulo 18

Ahgony estaba en la cama desnudo.
Y solo. Por séptimo, -¿o era ya el octavo?- día consecutivo.
No se podía creer que Mariah aun pensaba que la había traicionado.
Hembra obstinada.
Bien, ella podía seguir así, pensó, pero él tenía su orgullo. Él no le rogaría. Ella debería conocerlo a estas alturas. Y aun si estaba enfadada, ella al menos podía dormir con él. Incluso si no hablaba con él, incluso si no se tocaban.
Él exhaló lentamente.
Su polla estaba dura como una roca y el roce con las sábanas lo tenía tan sensible que estaba empezando a sudar.
Maldita sea.
Una semana sin ella y era un posttrans de nuevo. Cachondo, necesitado y tan excitado que ni siquiera podía pensar con claridad.
Moviendo su mano bajo las sábanas toco su propio cuerpo y silbó entre dientes cuando rodeo su mano alrededor de su erección.
- Oh joooodeeeeeeer...
Se agarró a si mismo con fuerza mientras movía su mano hacia arriba y hacia abajo.
- Ah, sí...
No era tan bueno como estar dentro de Mariah, pero necesitaba este desahogo, desesperadamente.
En su mente, él sólo la veía a ella. Ese cuerpo increíble con esos hermosos pechos grandes y ​​pezones rosados.
Esa pequeña hendidura entre sus piernas siempre mojada, húmeda, preparada para que él la tomara. Siempre lista sólo para él.
Esos magníficos labios carnosos de los que no se cansaba cuando la besaba... o cuando lo tomaba dentro de su boca... lamiendo la longitud de su polla.
Gimió.
Estaba a punto, pero no del todo. Su respiración se hacía dificultosa, se bombeó a sí mismo cada vez más fuerte, tratando de llegar a un clímax que estaba quedando fuera de su alcance.
¿Cómo diablos podía pensar que él la había traicionado?
Ahgony soltó su polla y maldijo por la frustración.
- ¡Mierda!
Golpeó el colchón con los puños mientras seguía maldiciendo.
- ¿Necesitas ayuda con eso?
La voz ronca de Mariah hizo que su polla latiera y gritara sí-por-favor, mientras que gotas de líquido pre seminal lo empapaban poco a poco.
El olor de su excitación llenó la habitación, haciéndole gemir. ¿Cómo no había notado que ella había entrado en su habitación?
Se agarró a las sábanas, no se fiaba de sí mismo. Era o ponerse de rodillas para suplicarle, o atacarla donde estaba para hacerla suya y hacerle el amor como un salvaje.
- Todavía estoy furiosa contigo por lo que hiciste. Pero te echo de menos. Y te necesito.
Ah infiernos.
- Por favor...
Sip, suplicando estaba.
Por lo menos no estaba de rodillas. Aun.
A la mierda con su orgullo...
Pero qué demonios. Esta era su hembra. ¿Quién necesitaba orgullo cuando ella era todo lo que siempre había querido, todo lo que alguna vez necesitaría? Era todo lo que él anhelaba.
Ella dejó caer su bata y se contoneo hacia él, toda sexy y femenina. Su polla seguía llorando por ella, pequeñas gotas saliendo de él al verla delante de él, desnuda y orgullosa.
¡Mía!
Mariah se humedeció los labios, se arrodilló en la cama y lo tomó en su boca por completo.
Así sin más.
Y así sin más su orgasmo pendiente salió de el con fuerza, vaciándose en su boca ansiosa. Joder, pero ella no derramó ni una sola gota.
Y joder si eso no hacía que siguiera y siguiera.
Largos minutos después, cuando su clímax finalmente se calmó, ella levantó la vista hacia él.
Le sonrió, sabiendo que estaba muy lejos de saciarse.
Tenía más de una semana que compensar.
Estiró la mano para agarrarla del pelo, la atrajo hacia sí y la besó con dureza, con fuerza.
Cómo se atreve a no confiar en mí, maldita sea.
Ahgony movió a Mariah colocándola encima de él, entrando fácilmente en su sexo. Sin darle tiempo a acostumbrarse, comenzó a bombear con ferocidad mientras aplastaba sus labios contra los suyos.
Él sabía que estaba siendo demasiado duro, casi como si la estuviera castigando, pero teniendo en cuenta sus gemidos y su humedad, ella estaba encantada.
A regañadientes soltó sus labios porque necesitaba algo más de ella. Sus colmillos palpitaban y él sabía que su hambre debía ser obvia para ella porque ella sólo inclinó la cabeza hacia un lado, dándole acceso.
Eso era todo el permiso que necesitaba.
Con sus brazos alrededor de ella, su polla dentro y su sangre llenándole el estómago, se corrió de nuevo, tan fuerte como antes.
Su mente registró brevemente que ella sabía un poco diferente, pero cuando su cuerpo se tensó con otro orgasmo devastador, el pensamiento quedo rápidamente en el olvido.
Después de su llenarla con otros dos de sus orgasmos, disminuyó la velocidad y soltó su vena, lamiendo las heridas para cerrarlas.
La miró a través de ojos entrecerrados mientras recuperaba el aliento.
No se le había escapado el hecho de que ella no se había corrido ni una sola vez.
Tiempo de remediar eso.
Meneando sus caderas, se sumergió dentro de ella una vez más. Con dureza, como a ella le gustaba. Sus uñas se clavaron en sus hombros, sacando sangre, y sus ojos se dilataron a la vez que sus colmillos se alargaron más de lo que ya estaban.
Ah... esta era la verdadera razón por la que ella estaba aquí. Mariah necesitaba alimentarse. Su hambre era casi tan intensa como había sido la de él.
Su corazón lloró al notar sus colmillos penetrando en su vena y Mariah empezó a chupar.  Apretó sus paredes vaginales alrededor de él mientras bebía y gemía.
Mantuvo la cabeza en su garganta mientras la embestía, no tan salvaje esta vez, dejando que bebiera hasta saciarse.
Moviendo la mano libre entre sus cuerpos, él acaricio su clítoris una y otra vez hasta que su cuerpo quedó lacio por la satisfacción.
Y aun así no se detuvo...

* - * - * - *

Mariah se sentía ebria cuando despertó.
Pero ella no lo estaba. ¿O sí?
Giro la cabeza hacia un lado, y se dio cuenta de que estaba en la habitación Ahgs, pero él no estaba allí, ni siquiera en el baño.
De repente se acordó de todo.
El sexo furioso.
La alimentación salvaje.
Los orgasmos interminables.
No era de extrañar que se sintiera tan débil.
Se dio la vuelta, enterrándose más en las sabanas. ¿Dónde estaba el ahora?
Odiaba la distancia entre ellos. Nunca habían tenido una pelea antes.  Y menos una que durara más de una semana. Se había sentido tan sola en los últimos días...
Las noches las había pasado entre Safe Place, Starbucks y la clínica de Blax, simplemente para llegar a conocerlo mejor. Habían hablado de todo y de nada y ella ya sabía que lo quería enterito.
Estaba deseando contárselo a Ahgony y hablarles a sus padres sobre él.
El diario de su madre biológica estaba en su habitación, aún sin tocar. Le sentía mal leerlo, como si estuviera invadiendo la privacidad de la mujer, aunque sentía curiosidad por saber más acerca de la mujer que la había dado a luz.
Blax le había contado sus historias y respondido a sus preguntas, que ella creía era muy dulce, teniendo en cuenta lo difícil que debía ser para él.
Después de todo, él la había perdido de verdad, mientras Mariah ni siquiera recordaba a la mujer.
Su cuerpo pedía más horas de sueño para recuperar sus fuerzas, pero pensó que realmente necesitaba una buena charla con su mahmen. Rhage había prometido no decirle nada, pero había llegado la hora. Ella no quería que Mary pensara que se estaba distanciando de ella o algo así.
Una idea cruzó su mente, pensando en la fecha de la semana siguiente.
Idea loca, pero factible... ella podía hablar con Wrath y obtener el permiso del rey para dejar entrar a Blax en la mansión. Si ya podría entrar en Safe Place...

Trusting Lover - Capítulo 49

Un mes más tarde…

- ¿Tahlly?
Lohrena salió del cuarto baño comiéndose a Rhage con la mirada.
- Joder tahlly
Sabía que le gustaría el conjunto sexy que se había comprado online.
Rhage estaba sudado de haber estado entrenando con los hermanos, justo como a ella le gustaba. El olor a especies oscuras se hizo más intenso.
- ¿Adivina qué?
- ¿Qué?
- Nabilah me ha dado el visto bueno para hacer… lo que yo quiera. Ya no estoy en cuarentena.
- Hmmm ¿de verdad?
- De verdad.
Caminó hacia ella como un depredador, quitándose la ropa mientras le recorría el cuerpo con la mirada, lamiéndose los labios y los colmillos clavándose en ellos.
- ¿Y Dhraco?
- Con Kihara y John.
- ¿Así que te tengo todita para mí?
Lohrena se lamió el labio, sus propios colmillos creciendo al ver a Rhage delante de ella, desnudo y muy, muy duro.
- Amor mío, llevas demasiada ropa.
Lohrena rió.
- Pues quítamela.
Los ojos de Rhage brillaron blancos cuando la agarró e hizo eso mismo.
La beso con ganas, deleitándose con su sabor y mostrando su posesividad. Pasaba tanto tiempo con su hijo, que casi se sentía abandonado.
- Espero que le hayas dicho a Kihara que vamos a tardar porque tahlly, tengo que recuperar todo un mes entero de amor acumulado.
La cogió en brazos, penetrándola con un fluido movimiento.

*-*-*

Rhage gruñó al sentirse envuelto en el abrazo de Lohrena.
La había echado mucho de menos y pensaba disfrutar de este momento a solas con ella.
- Rhageee… ¡Muévete!
La desesperación en su voz lo hizo sonreír.
Muy lentamente, comenzó a moverse, haciéndola jadear.
- Maldito seas Rhage, muévete o te juro que…
Se detuvo en seco, arqueando una ceja al mirarla.
- ¿Que, qué?
- Que te escondo las piruletas. O algo… Ay por lo que tu más quieras Rhage, te necesito… ¡fóllame! ¡Me vas a volver loca!
Rhage caminó hacia la cama con ella en brazos y la tumbó con cuidado, haciendo que gimoteara al sentirlo tan dentro.
- Que sepas, tahlly, que lo que más quiero, eres tú, eso lo sabes. Segundo, yo no follo, a ti te hago el amor de manera salvaje.
Le sonrió como un depredador.
- Y tercero… loca ya estas, por mí.
Lohrena gruñó y su sonrisa se hizo más grande al sentir su frustración y decidió terminar con esta dulce tortura.
Agarró sus muñecas por encima de su cabeza, elevando sus pechos. Sabía que aun los tenia sensibles por lo que lamio con cuidado, saboreándola, a la vez que embestía con fuerza.
- ¡Rhage!
Volvió a repetir el movimiento.
- Por favor nallum, más. Necesito… ¡más!
Su Shellan pedía, su Shellan recibía.
Incrementó el ritmo de sus embestidas y sin poder remediarlo le clavó los colmillos para poder beber de ella, haciendo que ambos alcanzaran el primer orgasmo de la noche.
Pero Rhage aún no había terminado, ni de coña. Para cuando acabara el día, su Lohrena no se podría ni mover.

Después de todo, tenía un mes entero que recuperar…