Qhuinn miró la escena con
horror. No podía respirar.
Primero había sabido que Jhade
estaba embarazada, y que la Virgen Escriba quería esa vida como pago por haber
decidido sobre Havers.
Sin problema.
Jhade estaría triste, pero se
recuperaría, estaría bien.
Entonces John había ofrecido su
propia puta vida. ¿En qué coño estaba pensando?
Pero ahora, la Virgen Escriba,
perra que era, quería quitarle la vida a Jhade.
El único alivio era que él
sabía que John jamás dejaría que eso sucediera.
Si estaba dispuesto a
sacrificar su propia vida por la de su hijo no nato, estaría dispuesto a hacer
literalmente cualquier cosa para salvar la de Jhade.
Conocía a su amigo.
Qhuinn no podía ver lo que
estaba sucediendo porque John estaba de espaldas a él, de espaldas a toda la
hermandad.
- ¿Por qué estás dispuesto a
dar tu vida por ella?
Levanto una mano antes de que
John pudiera responder.
- Espera, piensa muy bien en
tus palabras guerrero, porque quiero que todos escuchen esto.
Uhm ...
¿qué?
- Vas a poder decirlo hablando,
en una frase, una sola frase. Si no estoy satisfecha con tu respuesta, voy a
tomar tanto su vida como la que lleva dentro. Si tu respuesta me satisface...
voy a renunciar a esta deuda y no tomar ninguna vida. ¿Me habéis entendido?
John asintió y Qhuinn pensó que
se volvería loco. ¿Qué demonios podía decir John para convencer a la Virgen
Escriba?
- Habla ahora guerrero. ¿Cuál
es tu razón para ofrecer tu propia vida, en lugar de dejar que salde la deuda
con la de ella?
Era mortal el silencio que
reino durante unos segundos, hasta que se oyó una voz masculina profunda, clara
como el día, por toda la cueva, diciendo sólo 3 palabras.
- Yo la amo.
-*-*-*
Todos los Hermanos originales
jadearon cuando oyeron la voz.
- ¡Mi hermano!
- Tiene la voz de su padre.
- ¡Es Darius!
Podía oírlos murmurar, pero
todo lo que tenía martilleándole la cabeza eran esas 3 palabras.
Yo la
amo.
¿Él la amaba?
¡Él la amaba!
Jhade contuvo la respiración
mientras esperaba la reacción de la Virgen Escriba sus palabras.
¿Serían suficientes para salvar
su vida?
- ¿La quieres?
John asintió con la cabeza, su
voz desaparecida.
- ¿Lo suficiente como para
llevar a cabo una ceremonia de emparejamiento? ¿Atar tu vida a la de ella
durante el tiempo que tengáis hasta que el Fade os reclame?
Él asintió con la cabeza otra
vez. No parecía dudar ni un segundo.
La Virgen Escriba se quedó
callada durante un largo rato.
- Muy bien. Voy a dejarla
vivir. Voy a dejarte vivir.
Todo el mundo dejó escapar el
aliento que habían estado conteniendo y ella vio como John usaba las señas para
decir algo. La Virgen Escriba frunció el ceño.
- Estoy intrigada por este que
regalo mencionas. Tráemelo.
John dijo algo más.
- Tienes 10 minutos.
John asintió y salió
corriendo de la cueva sin mirarla ni de reojo.
AAAhhhh!!!!. Por favor!!!!. Que fuerte este capitulo!!!!... Sjoukje, me traes de los pelos con los giros inesperados... y sabes una cosa???... Me encanta!!!
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