domingo, 28 de septiembre de 2014

Lover Divided - Capítulo 6

Cuando Nabilah despertó unas horas después, espero encontrarse sola.
No fue así.
Zsadist la miraba con una intensidad que la derretía por dentro.
- ¿Zsadist?
El macho parecía estar sufriendo.
- Z, ¿qué ocurre? Háblame.
- Necesito…
- ¿El qué, que necesitas?
- A ti. Yo…
Inhalo, llenando sus pulmones y de nuevo gruño. Lo hacía mucho y a Nabilah le encantaba su lado más salvaje.
- Puedo olerte. Lo mojada que estas.
Recordó el orgasmo que había tenido antes cuando él se estaba alimentando y se sonrojo avergonzada.
- Dejaras que… que yo…
Lo miro, curiosa ante su vacilación.
- Zsadist.
Sus ojos negros la observaban detenidamente.
- Haz conmigo lo que quieras.
Con un gemido lleno de necesidad, se abalanzo sobre ella, capturando sus labios. Colocándose encima de ella, se encajó entre sus piernas, donde ella lo acogió gustosa. Profundizo el beso y Nabilah dejo que sus manos fueran nuevamente hacia su trasero. Z se apoyó sobre los hombros para no aplastarla, y ella acaricio toda su espalda, disfrutando de cómo los músculos se movían bajo su tacto.
- Tengo que estar dentro de ti.
El jadeo de Zsadist la tenía empapada y solo pudo asentir.
El macho desgarro su blusa y su falda, mirándola con apreciación masculina al verla casi desnuda ante él. Sus colmillos extendidos mostraban lo excitado que estaba. Como si la enorme tienda de campaña que había en sus pantalones, no fuera suficientemente obvia. Nabilah se abrió el sujetador, que tenía el cierre por delante, y la inhalación de Z al ver sus pechos desnudos la hizo sentirse deseada.
Se quitó las deportivas y los pantalones en rápidos movimientos desesperados y Nabilah se ondulo sobre la cama, deseosa de volver a sentirlo encima. Jadeo al verlo completamente desnudo. Era magnifico. Enorme. Y lo quería dentro ya.

*-*-*-*

Phury despertó sintiéndose casi recuperado. Estaba solo en una habitación del túnel y se preguntó dónde estaría su doctora.
Con cuidado se quitó las vendas, y vio que las heridas ahora eran cicatrices. Muy recientes, pero por lo menos podría salir de la cama. Iría a darle las gracias a Nabilah. Si no hubiese sido por ella…
Tenía que hablar con Zsadist. Era obvio que los dos sentían lo mismo por la hembra y no pensaba perder a su hermano por ella. Seguro que si hacían un pacto de alejarse de ella, podrían protegerla sin tanta tensión entre ellos.
Al llegar a su puerta se tensó… el pasillo olía a especies oscuras, pero no pertenecía a ninguno de los hermanos vinculados.
Se olio a sí mismo y reconoció algo  en el olor de vinculación que permeaba el aire. Un gemido muy femenino le hizo congelarse.
No podía ser.
O Nabilah estaba ahí sola dándose placer – Querida Virgen, que imagen – O había alguien con ella, arrancándole esos gemidos. Y dado el nuevo olor de vinculación, apostaría sus huevos a que quien estaba en la habitación con ella, no era otro que su querido Exhile Dhoble.
Cabron hijo de…
Otro gemido atravesó la puerta y no se pudo controlar. Abrió la puerta un milímetro. Lo justo para poder observar y no ser descubierto.
Lo que vio lo puso duro como el acero y se tuvo que controlar para no entrar a la habitación y unirse a ellos.

¿Qué clase de pervertido seria si lo hiciera…?

Lover Defeated - Capítulo 6

Hope empujo a Vix con todas sus fuerzas.
Blay se había llevado a Alloir con Doc Jane, ya que se había roto la nariz, y Vix había aprovechado para tontear con ella. Después de mandarlo a la mierda por séptima vez, el muy hijo de puta la había agarrado por la cintura y atraído hacia él, solo para meterle la lengua hasta el fondo.
¡Qué asco!
Intento empujarlo con todas sus fuerzas pero él era más fuerte que ella. Mucho más.
Los demás chicos de la clase se reían a su alrededor y se sintió humillada. Seguro que si Elvar estuviera aquí, esto no estaría pasando.
Sintió lágrimas detrás de los ojos al pensar que en el pasado había fantaseado con este macho.
Que equivocada había estado.
La fuerza no equivalía a ser un macho de valía. Ni siquiera equivalía a ser un macho deseable.
Empujo de nuevo, intento morderle la lengua o los labios pero no servía de nada. Era demasiado fuerte.
Un gruñido feroz lleno la sala y podía haber jurado que había entrado un tigre o un león. Jamás había escuchado algo así.
Vix levanto la cabeza y le sonrió antes de desviar la mirada hacia el lugar de donde provenía el sonido.
No le dio tiempo.
Fue empujado con tanta fuerza que a Hope le pareció verlo volar antes de que se estampara contra la pared.
¡Elvar! Jamás se había alegrado tanto de verlo.
Ataco a Vix sin dudar, desmaterializándose hasta él. Sus colmillos estaban completamente extendidos y su rostro casi daba miedo.
Le pudo dar tres puñetazos antes de que Vix se recuperara y respondiera con sus propios puños.
- Que alguien vaya a por Blay!
Vix siempre había ganado a Elvar, y no estaba dispuesta que resultara herido hoy por defenderla a ella.
- ¡No la vuelvas a tocar!
Estaban en el suelo, con Elvar encima, dando puñetazo tras puñetazo.
Parecía que no se iba a detener nunca y Hope tenía miedo de meterse por si Elvar perdía la concentración y Vix atacaba.
Gracias a la Virgen, poco después entraron Blay y Manny corriendo, para separarlos.
- ¿Que cojones está pasando aquí?
Blay agarro a Elvar por la cintura, levantándolo con dificultad, mientras que Manny fue hacia Vix, que sangraba profusamente por la nariz. Y aun así, el hijo de puta sonreía.
- ¿Qué demonios está pasando aquí?
- Nada tío. Sólo un poco de práctica luchando.
Vix les sonrió, la sangre metiéndose entre sus labios y sus dientes, haciendo que se viera como el vampiro que realmente era.
Elvar temblaba por la adrenalina que aun recorría su cuerpo.
- ¿Es eso cierto?
Blay miró a Elvar, quien a su vez miró a Hope.
Lamió su labio partido antes de darse la vuelta y dirigirse hacia los vestuarios.
Blay la miró, mientras ella se mordía el labio. Necesitaba saber que Elvar estaba bien.
- Vix, vamos. Creo que tu nariz puede estar rota.
Manny miró brevemente a su hija.
- ¿Estás bien, bambina?
Ella asintió y en cuanto él y Vix salieron de la habitación, se giró y se fue a los vestuarios masculinos.
El silbido de Blay la detuvo en seco.
- ¿Dónde crees que vas?
- Voy a ver como esta Elvar, Vix no es el único que resultó herido.
Después de un segundo de vacilación, Blay asintió.
Ella entró en el vestuario vacilante, sin saber si se lo encontraría desvistiéndose o algo así. Él no estaba allí.
¿Se había ido ya?
Entonces oyó el débil sonido de la ducha y su corazón se aceleró.
Elvar. Desnudo. Bajo el agua.
Joder.
Se acercó, tratando de no hacer ruido y se congeló cuando lo vio.
Tenía los nudillos presionados contra los azulejos y su cabeza colgada entre los hombros, por lo que no podía ver su rostro. Pero ella podía ver su cuerpo. Oh sí. Podía ver todo su cuerpo.
Delgado pero musculoso, completamente tonificado. Era el cuerpo de un guerrero.
Su pelo rubio oscuro se veía casi negro ahora que estaba mojado.
Ella lo estaba viendo de lado por lo que podía ver su culo prieto, así como su miembro semi erecto, que cobraba vida bajo su mirada.
- ¿Qué quieres, cara?
Ella parpadeó un par de veces, mirándolo a esos ojos tan grises como la plata.
¿La acababa de llamar ‘querida’, en italiano?

* - * - * - *

Elvar gimió por dentro en cuanto dijo la palabra. No estaba seguro de por qué, pero suponía que tenía algo que ver con oír a su padre llamarla bambina. Él sabía que Hope tenía algo de italiano en su sangre y puesto que él hablaba el idioma... el apelativo había salido de su boca sin más.
- ¿Estás bien?
No.
- .
- No me mientas.
- ¿Qué quieres que diga?
- Quiero que me digas la verdad.
Él la miró, sabiendo que ella vería su ojo morado y el labio partido. Le importaba más bien poco. Vix tenía la nariz rota, ¿así que, quién había quedado peor parado?
Nunca había sentido la furia cegadora que lo había consumido cuando vio los labios de Vix sobre los de Hope. Sus brazos alrededor de la cintura femenina.
Y lo peor.
Su lucha por salir de entre esos brazos.
¡Mía!  
Querida Virgen Escriba, debería volver, encontrar a Vix y arrancarle el corazón.
Nadie tocaba a su hembra.
Jamás.
Él se estremeció cuando la mano de Hope tocó su espalda.
- No deberías estar aquí, Hope.
- Lo sé.
- Entonces vete.
Su voz era apenas un susurro, pero estaba concentrado en no moverse. En no reclamarla como su mente le estaba exigiendo a gritos. Elvar sería peor que Vix si actuaba sobre esos sentimientos.
- No puedo.
- Cara...
Hope tocó los tatuajes en los hombros siguiendo las líneas complejas con su dedo, por sus brazos. Tragó saliva, incapaz de contenerse por más tiempo.
Con tan solo una caricia su polla estaba completamente dura.
Hope se colocó entre él y la pared. Sus nudillos estaban todavía presionados contra las baldosas, palpitando ligeramente. Dio la bienvenida al dolor. Era un recordatorio de que había protegido a su hembra de ese imbécil.
El agua caía en cascada alrededor de ellos, mojando la ropa de ella, pero no parecía importarle lo más mínimo.
Sus ojos marrones como la miel se clavaron en los de él y su mano subió hasta acercarse a su labio partido.
- Gracias. Si no lo hubieras hecho...
- Hope, cara mía, si no quieres que te bese hasta dejarte sin sentido, será mejor que te vayas. Ahora.
- Pero tu labio...
Como si un poco de dolor podía detenerle en su intención de saborearla.
- No digas que no te lo advertí.
Él le sostuvo la cabeza mientras sus labios se presionaron sobre los de ella, suavemente, lentamente.
Así fue, hasta que ella gimió y abrió la boca. Su lengua se movió sobre la herida en el labio de Elvar y chupo suavemente, saboreando su sangre.
Su olor de vinculación salió sin que pudiera hacer nada para detenerlo. Era una maldita lástima que sólo podía completar la vinculación estando enterrado hasta las pelotas dentro de su hembra y no sólo con un beso.
Ella gimió más fuerte y sus colmillos ahora rasparon sus ya doloridos labios. De repente podía sentir su hambre.
- ¿Necesitas alimentarte, cara?
Ella vaciló y luego asintió.
Oh, mierda. Sentir sus colmillos profundamente en su piel, chupando... Joder, iba a correrse como un posttrans si no tenía cuidado. La punta de su polla ya estaba más que sensible al estar apretada contra ella.
Él le acarició los labios con los dedos pulgares e inclinó la cabeza.
- Soy todo tuyo.
Su suave ronroneo tenía su polla palpitando como loca.
- Yo... yo no puedo.
- Por qué no.
- Porque lo sabrán.
Ella se desmaterializo fuera de sus brazos justo cuando sus compañeros empezaron a entrar en el vestuario.
Joder.
Había estado tan distraído que ni siquiera los había oído acercarse.
Cogió una toalla para cubrir su erección. Lo último que necesitaba era que los machos lo vieran así.
Dado que todos ellos estaban en la ducha, Elvar se secó y se vistió rápidamente. Supuso que Vix y Alloir probablemente todavía estaban siendo tratados por sus narices rotas.
Alguien lo estaba esperando.
- Elvar.
- Blaylock.
El macho pelirrojo hizo un movimiento con la cabeza, haciéndole salir de los vestuarios.
- ¿Qué pasó en el gimnasio?
Mierda.
- Ya oíste a Vix.
- También he oído cotillear a tus compañeros de clase.

Se cruzó de brazos y lo miró fijamente.
- Ahora quiero escucharlo de ti. ¿Qué diablos pasó?
Elvar no desvió la mirada.
- Estaba besando a Hope. En contra de su voluntad. Eso no me gustó nada, ¿me pillas?
- Estabas protegiendo su honor.
- Lo intente, si.
Blay asintió.
- Eso es lo que pensaba. Eso es exactamente lo que yo pensaba.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Lover Divided - Capítulo 5

Zsadist se tensó y se separó de ella de inmediato.
- ¿Qué haces?
- Besarte.
Nabilah se acercó de nuevo a él y antes de que pudiera profundizar el beso, Zsadist se separó de ella de nuevo, con la mirada llena de sospecha.
- ¿Porque?
- Porque quiero. Ahora cállate y bésame.
Zsadist se quedó pasmado. Nadie le hablaba así. Nunca.
Pero en cuanto volvió a sentir sus labios sobre los de él, la separo de la puerta para rodearle la cintura con los brazos. Nabilah gimió y bajo las manos a su trasero, clavándole las uñas.
- Tranquila gatita.
Su polla, ya dura, se endureció aun más y la apretó contra él, profundizando el beso y disfrutando de su sabor.
Un pensamiento lo atravesó, dejándolo aturdido.
Phury ha probado su sangre.
Supo que se volvería loco si no la saboreaba de la misma manera. Sus colmillos, ya extendidos, crecieron aún más. Beso su mandíbula y bajo hasta su cuello, donde podía sentir el latido de la vena que iba directa hacia su corazón.
Necesitaba marcarla… dejar su huella. Hacerla suya.
Sin tan siquiera pensar en pedir permiso, sus colmillos penetraron su piel y chupo con fuerza, deleitándose con su sabor.

*-*-*-*

Nabilah sintió como Zsadist la mordió y se alimentaba de ella. No le importo lo mas mínimo. Al contrario. Le pareció justo que después de haber alimentado a un hermano, hiciera lo mismo con el otro…
De hecho se excito y mucho al saber que ella los había alimentado a los dos, aunque no hubiese sido a la vez.
Gimió suavemente.
Ese pensamiento formaba parte de sus pensamientos más prohibidos. Era una fantasía recurrente y más desde que conocía a Z y Phury. Aunque sabía que jamás podría pasar nada por el estilo, debido a la naturaleza posesiva de los machos de su raza.
Podía sentir la polla de Zsadist, dura y gruesa, apretando contra su vientre. Lo deseaba con una intensidad desconocida, pero se contuvo.  No debía hacer nada, por lo menos hasta hablar con los dos y aclarar esto que sentía.
Zsadist chupo con más fuerza y metió la mano debajo de su blusa para pellizcar su pezón endurecido. No le dio tiempo a decirle lo sensible que era, ya que el orgasmo la pillo completamente desprevenida. Sorprendido, Zsadist cerró las heridas y la miro. Tenía los ojos cerrados y la respiración agitada.
De repente sintió una ola de mareo.
- Mierda. He tomado demasiado. Necesitas alimentarte.
Asintió.
- Dame tu vena.
La cogió en brazos.
- Vamos a buscar a alguien que te pueda…
- Zsadist, tu vena.
- No puedes… No puedo…
- ¿Porque no?
- Porque… nadie… desde que salí del infierno de mi esclavitud, nadie se ha alimentado de mí.
- Ah. Vale, si claro. Lo entiendo.
Sintió como Zsadist la llevaba a su habitación y la tumbaba sobre la cama. Seguro que si dormía un poco, se sentiría mejor… Escucho un gruñido y luego una orden.
- Abre la boca.
Se lamio los labios antes de obedecer y pronto, el espeso liquido bajo por su garganta, dándole vida.


Lover Defeated - Capítulo 5

Hope vio a Elvar de pie en un rincón mientras se desarrollaba el drama familiar. Era evidente que estaba incómodo cuando Rhage se enfrentó al rey, y parecía estar queriendo hacerse invisible.
- ¿Estás bien?
- Sí, claro. Es sólo un poco...
- ¿Embarazoso? Sí, bienvenido a mi casa.
Ella sonrió.      
- ¿Quieres salir de aquí?
- ¿Deberíamos?
- ¿Por qué no?
- Me invitaron, porque ayudé...
- Salvar la vida de Rhage, sí lo escuche. Eso fue muy impresionante.
- Sólo hice mi trabajo.
Observo como el drama continuó.
- Mira, si yo sé algo de mi familia es que ellos van a tardar un rato. Podemos ir a...
¿Tener sexo salvaje? ¿Por favor?
- ... dar un paseo. O algo.
Mierda.
Sus hormonas con este macho estaban por las nubes, como locas. Lo único que quería hacer era arrancarle la ropa y... Ugh. No. Pensar. En. Eso.
- Corre, ven conmigo.
Ella se encogió ante el doble sentido, pero él no parecía haberlo pillado.
Con mucho cuidado de no ser vista, metió el código del túnel y abrió la puerta. La conmoción que Rhage estaba causando impidió que alguien los viera, y se aseguraría de volver antes de que nadie se diera cuenta de que habían estado ausentes. Pasaron por la oficina de suministros y salieron al túnel.
- Santo cielo.
Miró a su alrededor, obviamente reconociendo el lugar.
- Estas son las instalaciones de entrenamiento.
- Sí.
- Whoa. Nunca lo hubiera imaginado...
- Si, normalmente no esta tan tranquilo, pero todo el mundo está en la casa para la fiesta. Incluso los dog...
Uno de los doggen salió de la sala de la piscina.
Mierda.
Con un rápido movimiento, abrió la puerta a su espalda y tiró de él. Estaban en la habitación más pequeña de todo el túnel. Por supuesto.
Ella tenía sus puños en su camisa y él estaba mucho más cerca de lo que se consideraba apropiado. Su respiración comenzó a ser cada vez más dificultosa cuando comenzó a notar ciertas cosas.
Como su olor.
Y su manera de mirarla. Apenas podía ver con la señal de salida verde, pero esa mirada despertó a las mariposas en su estómago y  las hizo revolotear con fuerza.
Y ella definitivamente se dio cuenta de algo grueso y largo presionando con fuerza contra su vientre.
Oh joder.
Ella tenía que tenerlo.
Tirando de aún más de él, lo besó.
Elvar fue reacio al principio, dejando las manos sus caderas sin apenas tocarla, pero a medida que el beso se intensificó, lo hicieron sus caricias. Sus grandes manos la agarraron con fuerza, haciéndola jadear en su boca y, de repente, fue como si él estuviera en todas partes a la vez. Sus brazos se movieron a su espalda, sosteniéndola aún más cerca de él y haciendo imposible que ella se moviera. Hope lo adoraba. Sus manos le agarraron el pelo y tiró de él hacia atrás para poder tomar aire.
Mierda, el macho podría besar. Tendría orgasmo tras orgasmo con sólo recordar esto. Se humedeció los labios y él gimió antes de atacar su boca una vez más. 
Perdió la noción del tiempo.
Dulce Virgen en el Fade, si ésta era la forma en la que él besaba, no podía ni siquiera comenzar a imaginar cómo sería en la cama.
Su olor se hizo más y más fuerte, más y más intenso y de repente no era sólo su aroma masculino lo que olía.
Elvar se convirtió en un jodido anuncio andante de la colonia BOSS.
Ella se echó hacia atrás tan rápido, que los estantes detrás de ella temblaron con el impacto.
- ¿Qué demonios estás haciendo?
- Uhm, ¿besarte de nuevo?
- No me refiero a eso. Tú. Tu olor. ¿Te estás vinculando conmigo?
- Joder no.
Él la miró con confusión antes de inclinar la cabeza hacia su hombro para inhalar.
¿En serio? Estaban dentro de una especie de armario. ¡El olor era bastante obvio!
- Oh, mierda. Hope, yo no puedo... no tengo...
- Sólo volvamos a la fiesta y olvidemos que esto haya pasado.
Él asintió y sin hacer ruido volvieron a entrar en el túnel, que estaba desierto de nuevo.
Cuando abrió la puerta al vestíbulo con cuidado, vio que todos estaban pendientes a alguna cosa que no podía ver. Y cuando entraron sin ser detectados, se dio cuenta que se había perdido la ceremonia de emparejamiento de Mariah, dado el hecho de que su nombre se estaba grabando en la piel de Ahgony.

*-*-*-*-*-*-*-*

- Elvar, ¿me estas escuchando?
- ¿Qué? Perdona. Estoy cansado.
Mentira podrida.
Estaba pensando en Hope. En ese beso…
En cómo casi se vinculó con ella hace dos noches. No había ido a clase anoche. No había podido. Y ya llegaba tarde para la clase de hoy así que parecía que también se la saltaría.
Y ahora estaba aquí con Sophira que le contaba tan animadamente que su padre le había dicho que tendría una charla con él.
Se froto la cara, tragándose un gruñido y su mala leche. Soph no tenía culpa de nada. Pero sabía que no podía seguir adelante. No podía emparejarse a ella. No si Hope era su hembra. Por mucho que quisiera negarlo.
- ¿Quieres que te de un masaje?
- No, no.
- ¿Te hago algo de comer?
- Gracias, no, estoy bien.
- Quieres que…
- Maldita sea Soph, no quiero nada, déjalo ya.
Se arrepintió inmediatamente de la dureza en su tono. Soph no tenía culpa de que él estuviera hecho un lio.
- Lo siento…
- No. No pasa nada. Estas cansado. Me lo habías dicho y no te he dejado tranquilo. Lo siento. Voy a… tengo que volver con mis pacientes.
Se marchó justo cuando entro Blaxton.
- Hey tío. ¿Todo bien?
- Sí.
Blax arqueo una ceja. Lo conocía demasiado bien.
- No.
- ¿Quieres hablar sobre ello?
- Nop.
- Pero lo harás de todas formas ¿verdad?
Bufo.
- Solo porque sé que no me dejaras tranquilo hasta que lo haga.
- Hey, ¿para qué están los amigos si no?
- Ya.
- A ver, cuenta.
- He estado a punto de vincularme con… alguien.
- Deduzco que no es Soph.
- Deduces bien.
- Joder. ¿La conozco, es alguien de aquí?
- Es Hope.
- ¿Hope?
Blaxton abrió mucho los ojos.
- ¿Hope, la hija de Payne y Manny? ¿Esa Hope?
Elvar asintió y Blax soltó un largo silbido.
- Joder tío. ¿Cómo, cuándo?
- La noche de la fiesta.
- ¿Es por eso que no has ido a tus clases?
- Deberías de haberle visto la cara. Vincularse a mi es lo último que quiere.
- ¿Tú la… quieres? ¿Estás enamorado…?
- ¡Joder no!
Suspiro.
- Es preciosa y me pone duro, pero tiene demasiado carácter.
- Ya.
- Además, le prometí a Soph que…
- Las promesas se rompen. Si te has vinculado a otra, seguro que lo entiende.
- Dice que su padre quiere hablar conmigo… ¿Qué le voy a decir?
- La verdad amigo. Otra cosa no puedes decir. Y vuelve a las clases. No puedes evitarla para siempre.
- Si, lo sé.
Se froto la cara con las manos y se miró el reloj.
- Voy a ir ahora.
- Es tarde.
- Ya, pero hoy esta Blay. Seguro que entiende.
Blax se levantó y lo abrazo, dándole una palmada en la espalda.
Elvar se desmaterializo, ya que eso era lo más rápido, y ya sabía dónde quedaba el centro de entrenamiento.
Se cambió en tiempo record y entro a la sala de gimnasio.
Tardo menos de una milésima de segundo en analizar la situación, y no pensó.
Actuó.