Jhade se sorprendió al ver como se desarrollaba
la escena ante sus ojos. La Virgen Escriba estaba aguantando a un bebé
transparente, y estaba sonriendo. Y brillando con mucha mucha intensidad.
Ella levantó su brazo y acarició la mejilla de
John. Jhade trató de ignorar la punzada de celos que la recorrió.
¡Es mío!
- Gracias por este regalo John Matthew. Eres
realmente extraordinario, como siempre lo has sido.
Luego volvió su mirada hacia Jhade, mirándola
dudosa. Algo que Jhade estaba segura que no ocurría nunca.
- Hija, debes saber que... no estás esperando un crio. Mis disculpas por
haberte hecho creer que sí.
Todos los hermanos se quedaron sin aliento y
Jhade sospechaba que era debido a la disculpa. Si la Virgen Escriba nunca
dudaba, era razonable pensar que ella nunca se disculpaba.
- Es que... echaba de menos a mí princeps.
La Virgen Escriba miró a John y continuó.
- Veo que no ha cambiado mucho. Su bondad sigue
ahí, sigue siendo parte de lo que una vez solía ser.
Jhade no entendía ni una sola palabra de lo que
decía, pero asintió con la cabeza de todos modos.
- Oh… eh… está bien.
No estaba segura de qué pensar. No le dolía, solo
había creído estar embarazada durante unos 30 minutos, por lo que no le había
dado tiempo de hacerse a la idea. Aunque estaba decepcionada, a ella le habría
encantado ver a John Matthew como padre.
La Virgen Escriba asintió. Todo estaba bien.
Se giró hacia Qhuinn.
- Hace casi 30 años que marcaste la piel para
recordar una perdida, según la tradición de la ceremonia del Fade. Puesto que
ella está viva, te ofrezco la posibilidad única de eliminar las cicatrices y
mostrar sólo el nombre de su hija. Como debe ser.
Qhuinn miró a Blay luego Layla y finalmente Jhade
y asintió.
- Si, por favor.
Ella asintió y movió su mano libre sobre él, al
tiempo que mecía al bebé con el otro brazo.
- Bien, esto está tardando demasiado, así que les
ofrezco lo que todos han estado esperando. Adiós mis guerreros.
De la nada, se escuchó un golpe seco en el suelo
de la cueva detrás de ella, y ella desapareció.
Vaya, así que ese era Havers.
*-*-*-*
Todos los hermanos gruñeron al mismo tiempo, pero
el gruñido de Qhuinn era el más fuerte.
- Que alguien saque a las hembras de aquí.
¡Ahora!
John y Xcor fueron los primeros en moverse, para
proteger a sus hembras.
Él sabía que su hija estaba a salvo con John, así
que esta vez, Havers sería suyo.
Miró el saco de huesos tirado en el suelo de
tierra. ¿Estaba vivo? ¿Estaba muerto?
¿Quién coño lo sabía?
Un jadeo fuerte resolvió el misterio.
Estaba vivo.
Qhuinn fue a por él, sin dejar ni siquiera que se
levantara.
- Mírame. ¡Mírame! Soy el defecto que va a
terminar con tu vida de una vez por todas. ¿Qué te parece, ¿eh cabrón?
Qhuinn golpeó y gritó y golpeó un poco más hasta
que un fuerte silbido le hizo detenerse.
John y Blay estaban de pie a su lado. Su hellren se arrodilló para estar en su
línea de visión.
- Se acabó Qhuinn. De verdad, se acabó. Es hora
de que lo llevemos a ver el sol.
Qhuinn miró a Havers. Se miró a sí mismo.
Había sangre por todas partes y Havers... bueno
digamos que no era exactamente reconocible.
- Vamos. Lassiter ya nos está esperando.
Qhuinn gruñó.
- ¿Y si pasa lo mismo que la última vez y este
saco de mierda desaparece otra vez?
- No lo hará.
La voz profunda de Wrath vino de detrás de él.
- La Virgen Escriba me ha asegurado que esto es
el final. Nadie va a interferir, depende completamente de nosotros el acabar
con él. Por lo tanto, vamos hijo, vamos a ver como este hijo de puta arde.
*aplausos* fue genial este capi!!! Me encantó la forma en la que se desarrolló todo y especialmente el final de Havers
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