domingo, 13 de octubre de 2013

Lover Embraced - Capítulo 50

Jhade se vistió rápidamente, preguntándose qué demonios estaba pasando. Según lo que ella había aprendido durante sus estudios, la Virgen Escriba no se mostraba a los civiles. Solo a la Hermandad de la Daga Negra, ya que eran los protectores de la raza.
John estaba muy serio mientras miraba su camisa, la que se había arrancado a tiras.
- Eh… tengo una sudadera extra grande, si la quieres.
La miró con una ceja arqueada y ella levantó el hombro con indiferencia mientras lo sacaba del armario.
- Me gusta la ropa grande y que abriga. Debería quedarte bien. Creo.
Él se lo puso y ella suspiró al mirarlo.
Le entraba. De una manera muy ajustada, marcando cada delicioso musculo de su cuerpo, le entraba.
Salieron fuera juntos y se desmaterializaron justo fuera de la mansión. Rhage estaba a punto de irse con su GTO cuando los vio.
- Venga entrad. Nos está esperando.
Llegaron a la Tumba poco después y los hermanos estaban todos allí, entrando a la espaciosa cueva.
- ¡Mahmen!
Oh mierda, pensó. ¿Layla también había sido convocada?
John quiera agarrar a Jhade, pegarla a su cuerpo y protegerla con todo lo que era y todo lo que tenía, pero ella estaba abrazando a Layla y él no tenía derecho a nada con ella.
Renunció a ese derecho hacía mucho tiempo.
Fue hacia su lugar de siempre, solo.
Tohr fue hacia él, y también Xcor, como llevaba haciendo por razones que John aun no conocía.
Aún estaban entrando Hermanos cuando Layla apareció ante él, y sin esperárselo, lo abrazó.
Rápidamente miró a Xcor, que le estaba sonriendo, aunque su olor sí que se estaba intensificando. John le devolvió el abrazo con delicadeza.
- Gracias por cuidar de mi hija durante su… Parece que te debo más de un favor.
El negó con la cabeza pero ella lo ignoró y fue hacia su hellren.
John miró hacia abajo, porque si no lo hacía buscaría a Jhade con la mirada y no podía enfrentarse a ella o a sus ex mejores amigos ahora mismo. No después de los días tan increíbles que acababan de pasar juntos.
Un par de botas shitkicker entraron en su línea de visión y levantó la vista, sabiendo sin mirar, a quien pertenecían.
Casi se encogió, esperando recibir un puñetazo en toda la cara, pero en vez de eso, su amigo lo atrajo hacia él, fundiéndose en un abrazo.

-*-*-*

Qhuinn abrazó a John durante probablemente demasiado tiempo, pero es que estaba tan jodidamente agradecido.
Él había sido un auténtico capullo todos estos años, lo sabía… pero es que Jhade era su hijita y…
Soltó a John. Tenían tantas cosas de las que hablar.
Abrió la boca para decir algo pero un brillante destello de luz, le recordó que no era ni el momento ni el lugar.
La Virgen Escriba había llegado.
Rápidamente se dio la vuelta para no darle la espalda, colocándose en el hueco que le hicieron Xcor y Layla a él y Blay.
Su mirada era tan desaprobadora como siempre al mirarlo. Qhuinn siempre lo sabía, aunque aún llevara la capucha puesta.
- Guerreros. Hermanos de la Hermandad de la Daga Negra. Y visitantes. Ya es hora de cobrar la deuda de una vez por todas.
Flotó hacia donde estaba Layla y se quitó la capucha sin mover las manos. Su mirada desaprobadora lo decía todo y Qhuinn se tragó su bufido.
- Nos vemos de nuevo.
- Gracias por esta bendición, madre de la raza.
Layla hizo una reverencia.
- Supongo que tu Hellren te ha informado de la situación.
Layla asintió.

- Bien. Entonces ahora me toca cobrarme la vida que se me debe.

2 comentarios:

  1. Debo confesar que se me asomaron lágrimas de felicidad al leer que Qhuinn abrazo a John.... Pero lamentablemente, toda mi emoción por su reencuentro se esfumo con la llegada de La Virgen Escriba... ¿Que pasará a continuación?

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  2. Que nervios!!!! Me encanta la historia, excelente trabajo!!!

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