El corazón de John latía con
fuerza en su pecho, la ola de necesidad era intensa y él estaba duro como una
piedra. Un quejido de dolor sonó detrás de la puerta de la habitación y no dudó
en entrar. Jhade estaba llorando, retorciéndose y gimiendo encima de la cama.
Estaba tan excitada, su necesidad tan intensa que sus bragas estaban
completamente empapadas.
- Drogas… no… por favor.
Ella creía que él era Qhuinn.
Se equivocaba.
John rápidamente se quitó las
botas shitkicker y los pantalones y silbó.
Ella dejó de moverse con tanta
intensidad y lo miró con los ojos vidriosos.
- John?
Silbó de nuevo mientras se
subió a la cama y le agarró los muslos. Desgarró la ropa interior y le abrió
las piernas tanto como pudo. Su olor casi lo vuelve loco y la lamió.
- ¡John!
Bien, sabía exactamente quien
estaba con ella. Solo hicieron falta unos pocos lametazos para que ella
estallara en un violento orgasmo, y sus manos se movieron a sus hombros,
clavando las uñas con fuerza mientras gritaba su nombre.
- Dios John… Si, ¡Si!
Se calmó un poco y lo miró
maravillada, pero el sabia que el orgasmo que le acababa de dar, no sería
suficiente. Había oído demasiadas historias de los hermanos a través de los
años para saber que hacer que se corriera, no sería suficiente.
Lo necesitaba a él.
Necesitaba su semilla dentro de
ella. Solo eso la calmaría y mitigaría el dolor un poco. Y lo necesitaría una y
otra vez hasta que terminara el periodo de necesidad.
Su expresión paso a ser de
dolor y se agarró el vientre.
- No, ¡otra vez no! ¡Me duele!
Rápidamente subió por su
cuerpo, sabiendo exactamente lo que debía hacer. Le abrió las piernas y se
hundió en ella. Le agarró las muñecas, subiéndole los brazos por encima de la
cabeza mientras entraba y salía de ella con fuerza.
John gimió, gruñó, estaría
gritando si pudiera. Estar con ella era increíble, todo lo que siempre había
querido, aunque fuera sólo para aliviar su dolor y ayudarle a pasar su
necesidad.
- ¡Más fuerte! Oh dios John,
¡más fuerte!
Sí,
señora.
Pronto ella se deshacía en sus
brazos, gritando su nombre. Pero sólo cuando sintió que él la llenó con su
propio clímax, no se calmó un poco.
- John, ¿realmente eres tú? ¿No
estoy soñando?
Silbó, sabiendo que su visión
era demasiado borrosa para verle bien.
- ¿Podrías eh...? Tengo tanta
hambre.
Él se levantó rápidamente,
preparado para traerle la mejor comida que había.
- No, espera... oh no... Está
empezando... de nuevo... el dolor...
Estuvo dentro de ella en el
siguiente latido, dispuesto a quitarle el dolor de nuevo. Una y otra vez,
tantas veces como le fuera necesario.
Sus uñas se clavaron en su
espalda, esta vez, extrayendo sangre. Obviamente, el olor despertó su sed
porque lo siguiente que supo, la fantasía que había estado teniendo desde que
la conoció, se hizo realidad.
Estaba dentro de ella, dándole
placer, mientras ella se alimentaba de él y ambos se encaminaban hacia otro
orgasmo enloquecedor.
*-*-*
Jhade temblaba encima de la
cama mientras se recuperaba de su último orgasmo. John la miraba con
preocupación. Tenía hambre, estaba agotada y todavía estaba necesitada, a pesar
de haber estado follando durante horas.
Joder con él insaciable John...
Miró a John, tenía tantas
preguntas que hacerle.
¿Por qué estaba aquí?
¿Cómo había estado durante
estos últimos años?
Su estómago rugió con fuerza y
rápidamente él se levantó y se vistió. ¿Se iba a marchar?
- Vuelvo ahora mismo. No te muevas.
Ella asintió con la cabeza,
tratando de ignorar el enloquecedor latido de su corazón.
Ella miró su cuerpo, que estaba
cubierto de sudor, sangre y otras cosas. Necesitaba una ducha y tenía que
cambiar las sabanas.
El dolor en su vientre ya no
era tan intenso, pero sabía que volvería, por lo que tenía que darse prisa.
El agua caliente era una
bendición y dejó que se llevara toda la suciedad. Cuando terminó enjabonar y
enjuagar cada parte de su cuerpo, el dolor se intensificó y le comenzaron a
temblar las piernas.
Tenía que llegar a la cama
antes de caerse..
Necesitaba a John.
Jhade estaba a punto de cerrar
el grifo cuando sintió sus grandes manos en las caderas, sus labios en su
cuello y su polla por encima del trasero.
Jhade gimió.
Él cogió sus manos y las colocó
sobre las baldosas delante de ella, acariciando sus brazos y los hombros, para
luego apretar sus pechos y pellizcar sus pezones.
Ella jadeo cuando él, muy
lentamente, comenzó a entrar en ella.
- Jooooooooohn ¡por
favoooooooor!
Así como así, al oír su
suplica, la llenó hasta el fondo, bombeando y llevándola hacia otro orgasmo.
No estaba segura de cuánto más
podría aguantar, pero mientras tuviera a John a su lado, ella no se iba a
quejar.
*-* que monos por favor jajajajaj me gusto mucho muchoo
ResponderEliminarun saludo
Srta. Morena