Layla camino arriba y abajo en su habitación. Bueno,
más que caminar, se meneaba, el movimiento complicado por su enorme barriga
redondeada.
Cualquier día, le había dicho Doc Jane.
Nada de desmaterializarte o conducir hasta las Adirondacks,
había sido la orden.
Lo que quería decir que no había visto a Jhade en
más de 3 meses, excepto por la webcam, y no era lo mismo. No podía abrazar a su
hija, no podía darle su apoyo, y eso la mosqueaba y mucho.
Y todo por la cabezonería de Qhuinn.
Machos. Ugh.
Y hablando de machos, Xcor estaba en una esquina de
la habitación, simplemente mirándola.
- ¿Quieres eh… que mande a alguien a recogerla?
- No. El rey ha ordenado una reunión ¿no?
- Si, pero Fritz puede…
- Fritz no podría protegerla ¿o sí?
- Igual ella puede intentar desmaterializarse.
- Lleva semanas intentándolo. No puede hacerlo.
- Vale ¿pues qué quieres que yo…
- Ay déjame en paz, ¿quieres?
Suspiro.
- Lo siento nallum.
Estoy cansada, estoy nerviosa, estoy preocupada. La última vez que tuve que
pasar por esto…
Xcor se levantó.
- Lo se leelan.
Lo sé.
La beso con ternura.
- Y si realmente quieres estar sola, no pasa nada,
pero por lo menos déjame llevarte al túnel. Si te pones de parto ya estas allí
y hay gente que te puede ayudar y que me puede avisar.
- Si, de acuerdo.
Bajaron las escaleras y estaba agradecida por el
apoyo de Xcor, ya que le costaba moverse. Cuando llegaron abajo se sorprendió
de ver a los hermanos esperando en el vestíbulo, parecían estar a punto de
salir, cosa que era rara ya que siempre se reunían en la oficina del rey. En
cuanto entraron al túnel, Xcor le susurro.
- Todos hemos sido convocados por la Virgen Escriba,
en la Tumba. Pero no te preocupes leelan,
estaré aquí para el nacimiento. Y Jhade también.
***
Xcor entro en la Tumba con respeto. No había mucho
que temiera o respetara, pero este lugar era uno de ellos.
Filas y filas de jarras de lesser estaban alineadas,
cada jarra más antigua que la anterior, mostrando claramente durante cuánto
tiempo llevaban luchando contra este enemigo.
Rezo por que Layla estuviera bien en su ausencia y
esperaba que no estuvieran aquí durante demasiado tiempo ya que dentro de la
cueva no había nada de cobertura.
John ya estaba dentro, los brazos cruzados sobre su
fuerte pecho, una barba de varios días cubriéndole la cara y sus ojos vacíos
como la noche. Era una lástima que un guerrero tan valioso como él, hubiese
hecho lo que hizo. Aunque si a Layla no le molestaba… a él tampoco.
El chaval estaba solo y no miraba a nadie, pero Tohr
fue hacia él y se colocó a su lado. Xcor termino al otro lado de John mientras
los Hermanos seguían llenando el espacio abierto dentro de la Tumba.
Una pequeña figura femenina apareció delante de
ellos, con su larga túnica negra. Esta era la segunda vez que la veía y aun le
impresionaba que alguien tan pequeña tuviera tanto poder.
- Wrath, hijo de Wrath.
El rey inclino la cabeza y los Hermanos rápidamente
hicieron lo mismo.
- Virgen Escriba.
Xcor intento mirar de reojo y la vio con la mirada
fija sobre John Matthew. Soltó una risita, que sonaba como si cientos de
pájaros piaran a la vez.
- Puedo sentir vuestra impaciencia guerreros. Y
estoy gratamente sorprendida que ninguno de vosotros me pregunte porque he
convocado a la Hermandad.
- No es nuestro lugar hacerlo. Estamos a la espera
hasta que esté preparada para contárnoslo.
- No te rías de mí, Rey Wrath. Podéis levantar la
vista.
Se colocó delante de ellos y se bajó la capucha que
siempre le cubría la cara. Era increíblemente hermosa. La criatura más
extraordinaria que existía, estaba seguro.
- Tengo algo que habéis estado buscando.
Se movió para ponerse en frente de Qhuinn y chasqueo
los dedos.
De la nada, suspendido en el aire, aparentemente sin
vida, apareció Havers.
?????
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