Cinco
minutos después de pedir su Lag, sintió unas largas uñas arañándole la espalda.
A pesar del ruido infernal del club, escucho su ronroneo cerca de su oído.
- Hola
Brian.
Se dio la
vuelta lentamente y ahí estaba la princesa gótica en persona.
- Lori nena,
no sabes lo mucho que me alegra verte aquí.
- Mmmm, no
pensé que te acordarías de mi nombre.
- Como
olvidarme...
Se acercó a
ella para poder susurrarle, en la medida de lo posible claro.
- No he
podido dejar de pensar en ti. He estado buscándote como loco.
- ¿En serio?
- En serio
nena.
Butch sintió
asco de sí mismo por tener que hacer esto, pero era por el bien de la
Hermandad. Le rodeó la cintura y la atrajo hacia sí, apretándola contra su
erección. Claro que ella pensaría que ella era la causa de ese estado, y no
otro vampiro.
- ¿Nos vamos
de aquí?
Lori soltó
una de sus risitas y asintió.
- Dios sí.
Sin soltar
su cintura se movieron a través de la multitud. Saliendo al aparcamiento, la
atrajo hacia sí y la besó con ganas... pensando en V para no perder su
erección. Besar a su posible enemiga le obligo a ello... La soltó y la ayudo a
meterse en el Escalade. Se subió el y la observó mientras se retocaba la
pintura de labios.
Y ahora qué, pensó.
- ¿A tu casa
o a la mía?
Lori le
sonreía seductoramente y Butch se inclinó para besarla. Gracias Dios mío por la
marca superstay-no-mancha-en-no-se-cuantas-horas.
- Esto te
sonara a rollo, pero me gustas. Mucho.
- Y tú a mi
Brian...
- No
entiendes.
Le sonrió
con lo que esperaba fuera una sonrisa tímida.
- Me gustas
de verdad. No quiero echarte un polvo y olvidarte. Quiero conocerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario