miércoles, 25 de septiembre de 2013

Lover Embraced - Capítulo 40

Las rodillas de Qhuinn temblaron.
Había estado buscando a Havers durante casi un año y medio, y durante todo este tiempo, había estado en manos de la Virgen Escriba.
¿Por qué?
Se mordió la lengua con fuerza para evitar hacer preguntas. Él sabía que era mejor. Había aprendido la lección hacía mucho tiempo. La Virgen Escriba le odiaba a el más que a Rhage, así que cabrearla era lo peor que podía hacer.
Ello lo observo detenidamente, esperando su reacción.
- Lo reconoces, ¿no es así guerrero? Qhuinn hijo de… nadie.
Asintió, intentando no mostrar reacción alguna.
Ella sonrió.
- Que control. ¿Debería estar orgullosa, o debería provocarte un poco más? Quizás me gustaría ver si puedo hacer que pierdas ese control.
Zorra.
Arqueo una ceja como si hubiese oído la palabra.
- ¿Nada? Una lástima.
Ella movió la vista hacia Xcor y él se encogió visiblemente.
- ¿Dónde está tu shellan, guerrero? Xcor, hijo de… nadie lo sabe.
- En la mansión Virgen Escriba, a punto de dar a luz a nuestra cría.
- Ah sí, una vida nueva. Eso me alegra muchísimo. Aunque ella sea una caída.
Lo miro de arriba abajo.
- Tu shellan va a dar a luz, y sin embargo, tú estás aquí.
- Si, fui convocado al igual que todos los demás Hermanos.
- Eso es así.
Miro a Vishous y Payne y su cara se suavizo. Casi.
- Muy bien. Hablemos del porque estamos aquí. Todos conocéis a este macho, y todos sabéis lo que hizo.
Los hermanos asintieron a la vez, con algunos gruñidos amortiguados entre ellos.
- Ahora, Wrath, hijo de Wrath, ¿me puedes decir porque nadie me informo sobre la traición a la raza de este macho?
No lo dejo que respondiera y le hablo a Qhuinn.
- ¿Quién eres tú para decidir que podías tomar el asunto en sus propias manos?
Estaba furiosa. Lívida.
¿Pero porque ahora?
¿Porque había esperado a mencionar esto ahora en vez de cuándo paso?

*-*-*-*

- Sin embargo, no fuiste tú el que apretó el gatillo, ¿verdad guerrero?
Qhuinn negó con la cabeza, sabiendo que no tenía sentido mentir.
- Sí, creo que convocare a la elegida caída responsable de ese hecho.
John agarro a Xcor cuando el macho dio un amenazante paso hacia delante.
- O en vez de a ella, podemos convocar a la hija perdida.
Ahora Qhuinn era el que estaba siendo aguantado por Blay.
- Sí, me gustaría mucho conocerla.
Ladeo la cabeza y miro a John, sus ojos brillando con conocimiento.
- Pero ahora no es el momento. Habrá algún día en el futuro, en el que querré recibir un pago por esta vida. Una vida por otra, para mantener el balance.
Miro a su alrededor de nuevo.
- Os dejare saber cuándo llegue el momento de pagar esta deuda. Espero que esto sea considerado como un aviso, y sabed si os tomáis la justicia por vuestra propia mano de nuevo, mi ira no tendrá límites. Hasta que volvamos a vernos guerreros de la Hermandad de la Daga Negra.
Chasqueo los dedos y Havers desapareció.
- Xcor, te recomiendo que te des prisa y vuelvas a casa. Una nueva vida está a punto de nacer.
Y con esas palabras, desapareció.


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