lunes, 16 de septiembre de 2013

Lover Submissive - Capítulo 14

Subieron el ascensor en silencio. Cuando entraron en el apartamento, Butch se fijo en lo oscuro que estaba todo.







Había una sombra en el balcón y V abrió las puertas con su mente.

- Entra.

La chica obedeció y V las volvió a cerrar detrás de ella.

- Rubí, esta noche tenemos compañía. Él solo nos va a observar. No va a interferir en ningún momento, así que será como si no estuviera. Asiente si lo entiendes.

La chica asintió.

- Muy bien. Ahora, para que él se quede tranquilo, quiero que le digas porque estás aquí y si es por propia voluntad.

La chica, sin levantar la vista, hablo.

- Estoy aquí porque necesito ser castigada. Necesito lo que mi amo me hace. Siento dolor y siento placer. Y eso me gusta, mucho. Estoy aquí por mi propia voluntad y doy mi consentimiento a todo lo que me quiera hacer mi amo porque confío plenamente en el.

Joder. Butch se estaba quedando flipado.

- ¿Te sientes segura conmigo?
- Mucho. Confió en mi amo. Confió que no me hará nada que no pueda soportar y tengo mis palabras de seguridad que puedo usar cuando quiera.
- ¿Cuáles son esas palabras?
- Amarillo para cuando estoy a punto de alcanzar mi límite y rojo para cuando quiero que mi amo se detenga.
- Bien. Eso será suficiente. Súbete a la mesa.

Vishous miro a Butch.

- ¿Lo has entendido todo?

Butch asintió, no se atrevía a hablar por alguna extraña razón y recibió una sonrisa aprobatoria de V.
Vishous empezó a ajustar las esposas que mantendrían a la chica en su sitio y Butch se dio cuenta de que la chica solo llevaba algún tipo de lencería, si es que se le podía llamar así, y unos tacones altísimos. Aun así, no se había puesto duro, cosa que le extraño. Cuando V termino de atarla se quito el abrigo de cuero y la camiseta negra que llevaba, dejando su pecho al descubierto. Y sorpresa-sorpresa, algo por la zona debajo de su cintura se endureció, haciendo que maldijera. Recibiendo así una mirada de V que daba miedo. Estuvo a punto de pedir perdón. Vishous cogió una mordaza y se la puso a la chica, al igual que una venda que le cubría los ojos. Luego unas pinzas en los pezones que hicieron que la chica se estremeciera un poco.

- Estate quieta.


La chica obedeció de inmediato y Butch lo observaba todo fascinado. Tenía que reconocerlo, Vishous era magnifico como dominante. La manera de dar órdenes, de prepararla… se sentó en la cama ya que así tenía un ángulo de visión perfecto. Vishous cogió una de las velas negras que había por toda la habitación y sin avisar la inclino por encima de la chica, haciendo que la cera se derramara sobre su ombligo y vientre, indicando así que la sesión acababa de empezar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario