viernes, 6 de septiembre de 2013

Lover Embraced - Capítulo 29

Se quedó paralizado en el lugar, su polla endureciéndose y sus pelotas tensándose, al mirar en esos ojos. Solo había vuelto a la mansión para recoger alguna ropa, y aquí estaba ella.
- John, ¡hola! Te hemos echado de menos por aquí.
Levanto la mano, saludando. No podía ser descortés con Layla.
Frunció el ceño cuando olisqueo el aire. Podía oler la excitación de Jhade con facilidad – y mierda si no hacía que quisiera convertirse en un cavernícola, llevándola sobre su hombro a su cueva – pero era el otro olor el que hizo que abriera mucho los ojos. Reconocía el olor de hembra preñada.
Él era… ella estaba. Oh dios, ¿iba a ser padre? Como era eso posible… los pretrans se suponía que no eran fértiles, ¿o sí? Lo hubiese sabido, ¿o no? Por la Virgen Escriba se iba a caer en redondo.
- John, ¿realmente es tan obvio?
Frunció el ceño, sin saber bien cómo responder a la elegida caída. 
Sí, era jodidamente obvio.
Excepto que entonces, se dio cuenta de otra cosa. Layla se acariciaba la barriga con reverencia, y Jhade le estaba ofreciendo su apoyo.
Layla era la que esperaba un hijo, ¡no Jhade!
Espero a que lo llenara una sensación de alivio, pero lo único que sintió fue una pena tremenda. Siempre había querido tener críos. Xhex jamás había estado dispuesta ni siquiera a considerarlo, pero Jhade… Sería una mahmen increíble. Su barriga creciendo con un hijo de él…
Qué demonios estaba pensando. Tenía que salir de aquí.
Asintió.
- No te preocupes, no se lo contare a nadie. Y enhorabuena.
- Gracias.
Sonó un portazo, sorprendiéndoles a todos y John miró a los ojos a uno de sus mejores amigos.
Blay lo sabía.
No sabía cómo, pero Blay sabía que él y Jhade…
Les dijo adiós a las hembras y se dio la vuelta, saliendo por donde había entrado. Se compraría ropa nueva si era necesario.
Era un cobarde por salir corriendo así de su amigo, pero ahora mismo, le importaba más bien poco.
Porque si Blay lo sabía, Qhuinn lo sabía. Y eso era algo a lo que no podía enfrentarse ahora mismo.


*-*-*-*

- Ni se te ocurra.
Blay salió corriendo detrás de John, solo para encontrar un parking vacío. Su coche aún seguía ahí, lo que significaba que se había desmaterializado.
- Mierda. Joder. Hijo de la gran…
- ¿Blay?
Respiro profundamente antes de darse la vuelta.
- ¿Estás bien?
- Estoy bien Jhade. Solo quería hablar con John.
Bueno, más que hablar, darle una buena paliza pero ella probablemente no estaría de acuerdo con esa respuesta.
- Pareces molesto. Hasta enfadado.
- Estoy bien. Yo solo...
- ¿Tu sabes lo que paso verdad?
Abrió la boca. La volvió a cerrar.
Pensó seriamente en mentir y preguntarle algo como, "pues no, se – ¿que es lo que paso?" . Pero al final, simplemente asintió.
- ¿Te lo ha dicho él?
Negó con la cabeza.
- ¿Mi padre lo sabe?
Volvió a negar.
- Bien. No quiero que se entere.
- Jhade, tu…
- Él no tiene por qué saberlo ¿vale? Fue consentido.
Blay se pasó la mano por la cara.
- Me da igual, John no debió…
- Fue mi elección Blay, y de nadie más.
- Eres la hija de su mejor amigo.
- Dices eso como si yo tuviera 10 años. Soy lo bastante mayorcita para tomar mis propias decisiones. No te puedes enfadar con él.
- Bueno, eso no es decisión tuya.
Le sonrió con tristeza.
- Solo… no se lo digas a Qhuinn ¿vale? No quiero arruinar su amistad por algo que no tiene nada que ver con él.
Blay apretó los labios pero asintió.
- Ah, y si consigues hablar con John, le puedes decir que vuelva a la mansión. Yo…
Se aclaró la garganta.

- Prometo dejarlo en paz.

2 comentarios:

  1. NNNooooo!!!!!..... ¿Porque promete al cosa?.... Ahora voy a quedar a la espera hecha un manojo de nervios....

    ResponderEliminar
  2. D:..... que penita yo quiero saber como sigueee
    un saludoo

    Srta. Morena

    ResponderEliminar