Lover Embraced - Capítulo 35

Qhuinn y Blay salieron de la ducha juntos, después de haber estado toda la noche haciendo el amor.

- ¿Vamos a la primera comida?

- Si, después de ver a Jhade. Quiero asegurarme de que está bien y no necesita más sangre de John.

Blay frunció el ceño pero no dijo nada.

Se vistieron rápidamente y fueron hacia la habitación de Jhade, donde Qhuinn llamó con los nudillos. Nada. Aporreó la puerta con fuerza y compartió una mirada preocupada con Blay. Abrió la puerta temiendo lo peor.

- ¿Jhade? Jhade pequeña, ¿estás aquí?

El corazón de Qhuinn comenzó a latir más rápido.

- No está aquí, ni en el cuarto de baño. ¿Dónde coño puede…?

Vio como Blay desvió la mirada hacia la habitación de John.

Oh no.

Joder no.

Oh joder mecagoenlaputa no.

Tenía que saberlo.

En la puerta de John, no se molestó en llamar, simplemente tiro la puerta abajo. Lo que vio le helo la sangre en las venas.

John se había puesto en pie en menos de un segundo, desnudo y apuntándole con un arma, mientras la protegía a ella. A su pequeña. 

Jhade se tapó como pudo con la sabana, mirándoles medio dormida y confusa.

Tardó varios segundos en comprender realmente lo que había ocurrido aquí, y a pesar de que John le apuntaba con un arma, Qhuinn atacó.

*-*-*-*

Jhade parpadeó, quitándose el sueño con rapidez al ver como John tiraba el arma a la cama y no hacia absolutamente nada por defenderse mientras Qhuinn fue a por su cuello.

- ¡No!

Se levantó, usando la sabana para taparse.

- ¡Blay, haz algo!

Blay negó con la cabeza y dejó que Qhuinn siguiera intentando asesinar a John.

- John ¡defiéndete! Qhuinn, ¡suéltalo!

Nadie le estaba prestando atención así que salió al pasillo.

- ¡Ayuda! ¡Por favor que alguien me ayude!

Rhage, Z y Tohr fueron los primeros en salir de sus habitaciones. Al verla, corrieron hacia la habitación de John.

- Qhuinn venga, suéltalo. – Tohr.

- Chicos, vamos a hablar las cosas. – Rhage.

- ¿Qué coño está pasando aquí? – Zsadist.

Volvió a la habitación y vio que los 3 hermanos no eran capaces de separar a Qhuinn de John.

Blay no le hacía caso, John tampoco. Y Qhuinn el que menos. Algo dentro de ella encajó. Lo estaba enfocando mal. Qhuinn no le hacía caso, pero igual su padre sí.

- Papá.

Todo el mundo en la habitación se paralizó. Era la primera vez que se dirigía a él de esa manera.

- Papá, mírame.

Qhuinn desvió la mirada, ahora negra, de John a ella, pero no le soltó el cuello. Su expresión se cambió de asesina a dolida.

- Papa, necesito que lo sueltes ¿vale?

Qhuinn se negó.

John se estaba poniendo azul, así que tenía que hacer algo pero ya.

- Papi, necesito que lo sueltes, porque si no lo haces, me harás daño. ¿Y no quieres hacerme daño verdad que no?

Qhuinn volvió a negar, más rápido que antes, pero seguía sin soltar.

- Papa, suéltalo, ahora. Le amo.