Darius gimió al oír Nalla gritar y luego susurrar su
nombre. Sabía que no debería haberla llamado, pero en este momento, le pareció
la mejor idea que había tenido nunca.
- ¿Estás bien, mi amor?
- Hmmm, sí...
- ¿Todavía te estás tocando?
- Sí…
Él sonrió mientras acariciaba lentamente su
palpitante erección. Oh las cosas que le haría, si estuviera con ella...
- ¿Me imaginas allí contigo?
- Dios Darius... sí.
- Buena chica. ¿Sabes lo que me gustaría hacer una
vez que terminara con esos hermosos pechos tuyos? Besaría un camino aún más para
abajo. Iría en busca de ese otro piercing que está escondido.
Ella gimió de nuevo y a él le encantaba el sonido.
- Metería mi lengua en tu ombligo y luego lamería
hacia abajo, abajo, abajo, hasta encontrar mi lugar favorito en el mundo
entero.
- Dulce Virgen en el Fade... Darius.
- ¿Sabes lo que me gustaría hacer después?
Ella no dijo nada y él supo que ella estaba
anticipando sus palabras. Todo lo que podía oír eran sus pequeños sexys
gemidos.
- Dime, amor. ¿Lo sabes?
- No. No.
- Te. Comería. Entera. Te lamería y chuparía y
tiraría de ese precioso clítoris rosado hasta que...
Nalla gritó cuando otro clímax la golpeó, más
intenso que el anterior. Él se río satisfecho.
- ...Hicieras exactamente eso.
- Oh dios, Dariusssss.
Podía oír su respiración entrecortada y sólo podía
imaginársela. Desnuda en la cama, las sabanas a un lado, una mano entre sus
piernas abiertas, la cabeza echada hacia atrás extasiada y una fina capa de
sudor cubriéndole todo el cuerpo.
Su polla tembló ante la imagen y gruñó.
¡Mía!
- ¿Sabes lo que me gustaría hacer ahora? ¿Si
estuvieras aquí?
El tono seductor de Nalla le sorprendió. No creía
que ella sería tan audaz. Al menos no por el teléfono.
Sonrió.
- ¿Qué te gustaría hacer?
* - * - * - *
Nalla sonrió, su timidez inicial desvaneciéndose y
se preguntó si podría escandalizarlo.
- Te follaría tan salvajemente, que verías las
estrellas.
Él gimió.
- Pero, antes de que yo hiciera eso, te tomaría en
mi boca. Chuparía esa enorme polla dura y lamería cada jodido centímetro, hasta
que no aguantaras más. Te chuparía, hasta que tus puños tiraran de mi pelo...
- ¡Joder!
- ... Y te vaciarás en mi boca. Entonces, me subiría
encima de ti y metería esa polla tan gruesa dentro de mí, hasta el fondo.
Empecería a moverme lentamente, muy lentamente...
Darius respiraba con dificultad, jadeando y gimiendo
y le encantaba saber que ella era capaz de hacerle esto. Ella sintió que se
sonrojaba, jamás había hecho esto antes. ¡Probablemente era una de las
experiencias más eróticas que había tenido nunca!
- Me rogarías ir más rápido, pero yo no lo haría y
entonces, tú tomarías el control. Me agarrarías las caderas y bombearías con
más fuerza y más rapidez, como sabes que a mí me gusta. Te miraría a los ojos y
te diría que yo te...
- ¡Mierda! Joder. Oh dios... ¡sí!
Nalla cerró los ojos mientras escuchaba como Darius
se corría con fuerza.
A pesar de la distancia, se sentía más cerca de él
que nunca. Ni siquiera había tenido que decir las palabras. Él había entendido
exactamente lo que había estado a punto de decir.
- ¿Estás bien, Darius?
- Sí. Sí. Creo que sí. Más o menos.
Se quedaron en silencio durante unos minutos,
simplemente escuchando la respiración del otro.
- Nalla mi amor, mañana...
- No pasa nada. No quiero saberlo.
Se tocó la creciente, aunque todavía plana, barriga.
La necesidad de decírselo era abrumadora. ¡Él merecía saber que iba a ser
padre!
- Es que, yo necesito que lo sepas.
- Yo ya lo sé Darius. Créeme, lo sé. Pero no puedes hacer esto otra vez. No me puedes
llamar de nuevo.
Le pareció oír un sollozo, pero rápidamente Darius
se aclaró la garganta.
- Lo sé, mi amor, y me matará no poder volver a oír
tu voz de nuevo. Sólo necesito que sepas que mañana, la que estará en mi mente,
la hembra en mi corazón, eres tú, Nalla. Siempre serás tú.
No porfavor que no se case con esa bruja....pobres
ResponderEliminarAy Irene... sigue leyendo ;)
EliminarPORFA QUE ALGO PASE Y NO SE CASE POR FAVOOOOOOOOOOOOOOOOR
ResponderEliminarYa hay nuevo capi Lizeth... Espero que te guste!
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