sábado, 1 de febrero de 2014

Lover Sacrificed - Capítulo 43


Nalla casi chilló cuando llamaron a la puerta. Por fin había organizado que sus amigas vinieran a verla y estaba muy emocionada y nerviosa. ¡Realmente necesitaba esto!
Kat abrió la puerta y en cuanto Jhade entró, abrió los ojos con sorpresa. Genial, iba a tener que soltar su secreto antes de lo que pensaba...
Todos la abrazaron y John fue el último en entrar. Por supuesto, él no dejaría que su shellan embarazada viniera con nadie más.
- Te vas a unir a nuestra noche de chicas, John?
Sonrió mientras la abrazaba y cuando la soltó Nalla notó que él había descubierto su secreto también.
- Solo estoy jugando a ser guardaespaldas.
Las chicas fruncieron el ceño y miraron a su alrededor.
- ¿Qué es ese olor?
- Sí, es casi huele como si alguien estuviera emb...
Nalla abrió la boca, pero Jhade se le adelantó.
- ¡Soy yo! No os he dicho nada, y no lo habéis notado antes porque el aroma de vinculación de John lo ha enmascarado pero... ¡Estoy embarazada!
Todas las chicas se volvieron locas y rápidamente fueron a abrazar y felicitar a Jhade y a John. Cuando fue su turno de felicitar a Jhade, le susurró al oído.
- Me has salvado la vida. ¡Gracias!
Jhade le guiñó un ojo y ella sabía que su secreto estaba a salvo. Por ahora.
Dejaron a John en la sala de estar mientras ellas fueron a su dormitorio.
- ¡Wow esta genial!
- Sí muy bien decorado.
- Espera, déjame ver tu anillo.
Nalla se encogió. Ella debería habérselo quitado, pero estaba tan acostumbrada a llevarlo que ni siquiera había pensado en ello.
- Fue un regalo.
- ¿De Darius?
- No. De... la Reina.
- Whoa...
- Sí, así que... uhm... No quiero hablar de eso. Llamemos a Katya y que nos traiga algo de comida basura, ¿vale?
Katya sonrió al tomar los pedidos de cada una. La doggen estaba disfrutando tener tanta gente a la que atender.
- Bueno y, ¿cómo es que estás aquí sola Nalla?
Janie y Sandra eran las más curiosas, obviamente no estaban al día con todo el drama entre ella y Darius y las cosas del emparejamiento. Menos mal que ella podía ver que su curiosidad era genuina y no sólo para cotillear.
- Es que no podía quedarme en el campamento de Rehv, ya sabéis, no cuando D y su shellan van a ser emparejados allí y probablemente pasaran el día.
- Así que realmente lo amas ¿eh?
- Sí, más que a nada en este mundo.
- Vaya. Ojala no tuviera que emparejarse a esa… tipa. Puto Feron...
- ¡Janie!
- Lo siento.
Nalla frunció el ceño. Jhade había callado a Janie cuando parecía que iba a decir otra cosa. Lo que significaba que había algo que no le decían... ¿pero qué era?

* - * - * - *

Penehlope caminaba impacientemente por del vestíbulo de su casa.
- ¿Dónde está, papi?
- Estará al llegar.
- ¡Uf! ¡Ni siquiera puede llegar a tiempo!
Un mes más, se dijo. Solo uno más y finalmente se emparejaría al príncipe. Ella sería la princesa y todo el mundo tendría que hacer lo que ella quisiera. Tendría todo lo que quería.
Hmmm, se preguntó si eso se aplicaba a Ahgony también, porque él era simplemente delicioso. Mientras que Darius no le ponía absolutamente nada.
Ya era bastante malo que tuviera que beber de ella... la idea de tener que estar con él...
Ufff.
Qué asco.
Ay los sacrificios que tenía que hacer...
Bueno, haría cualquier cosa para poder ser la reina.
Gracias a la Virgen Escriba que a su papi se le había ocurrido la genial idea de infectar al heredero para asegurarse de que el rey obedecía. Aunque, para ser perfectamente sincera, no le importaba un bledo si Darius vivía o moría. Preferiblemente, moriría después de su emparejamiento, para que pudiera seguir siendo una princesa completamente solita. No podrían echarla de la mansión, ¿o sí? Sobre todo si llevaba a su heredero en el vientre.
Tendría que esperar unos cuantos años, por desgracia, ya que ella acababa de pasar por su necesidad hacia unas semanas. Y como su padre no se había enterado de eso aún no lo sabía. Él era tan tonto a veces...
Ella todavía se pregunta dónde papi guardaba el antídoto exactamente. Si pudiera encontrarlo, podría utilizarlo para su propio beneficio, y dárselo a Darius. O no.
Hubo un fuerte golpe en la puerta y los hermanos entraron, trayendo consigo un Darius semi inconsciente.
Uis que asco... ¿se estaba muriendo?
- Aliméntale. ¡Ahora!
Oh, sí señor. A ella le encantaba cuando un hombre se ponía así de mandón.
Ella mordió su propia muñeca y la mantuvo por encima de los labios de Darius, sin dejar de mirar a Ahgony.
Oh lo que daría por poder pasar sus manos por ese hermoso cabello multicolor...
Darius abrió los ojos y comenzó a beber de verdad.
Mierda, seguía vivo. Qué lástima.

Bueno, por otra parte, primero tenía que emparejarse antes dejar que el falleciera...

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