Lover Sacrificed - Capítulo 22

Jhade miraba a Nalla que sollozaba suavemente, pero Jhade sospechaba que no era por el dolor de la necesidad.

Se sentía tan mal por ella, también por Darius.

Éste había llorado antes de irse, aunque tenía un aire de determinación. Sólo esperaba que no hiciera ninguna locura. Parecía tan desesperado.

- No debería haberlo echado.

Nalla habló a través de sus lágrimas, con la voz temblorosa.

- Papá va a matarlo.

- No, no lo hará. Él se volverá loco, se enfadara, por supuesto, pero Wrath no permitirá que Zsadist le haga daño.

- ¿Y si...?

Su voz tembló.

- ¿Y si estoy embarazada?

- Oh Nalla... No creo que eso sea posible. Es decir, ¿cuántas veces...?

- Sólo una vez.

Jhade miró a su amiga con pena.

- Realmente no creo...

- Supongo que tienes razón. Y no es que hubiera importado, ¿verdad? Incluso si no le hubiera echado de aquí... el rey nunca dejaría que yo y él... aunque yo estuviera embarazada. Que no estoy. Así que supongo que hice lo correcto.

- Sí, creo que lo has hecho cariño.

- Le he hecho daño. Sé que lo he hecho. Deberías haber visto su cara.

- Si, lo vi. No sé por qué Wrath está haciendo esto. Quiero decir, tiene que haber algo más que prevenir una guerra. Quizás hay algo más que sólo él sabe.

Nalla asintió con la cabeza y suspiró con tristeza.

- Creo que tal vez debería tratar de dormir.

Jhade asintió con la cabeza cuando la puerta se abrió un poco y John le entregó su teléfono móvil.

- Será mejor que cojas esto. Es Bella.

*-*-*-*-*-*

- Darius, sabes que no está permitido.

Darius ignoró a su padre mientras hablaba con Zsadist.

- Te ofrezco un Rythe sin consecuencias. Mi padre se asegurara de ello, te doy mi palabra.

- ¿Y si la has preñado?

Darius dejó de respirar... ¿podría ser?

- No creo que sea posible.

- ¿Y si lo es?

- ¡No lo sé! ¡Ni siquiera me puedo permitir pensar en eso Zsadist! Todo lo que te puedo ofrecer es este Rythe, aquí y ahora.

- Antes que nada necesito saber que ella está bien.

- Llama a John o Jhade, ambos están con ella.

Bella, que se había unido a ellos antes junto a Beth, ya estaba al teléfono antes de Zsadist se lo pudiera pedir.

- John, necesito hablar con Jhade.

Hubo un momento de silencio antes de que se escuchara la voz de Jhade.

- Hola Bella.

- ¡Jhade! ¿Cómo está?

- Ella está bien. La droga ha funcionado y ahora está durmiendo.

- ¿Ella está bien... después de... ya sabes...?

- Lo está. No te preocupes por ella. Estamos cuidándola bien. Podrás hablar con ella pronto y ella misma te lo dirá.

- Gracias Jhade, te lo agradezco mucho.

- No te preocupes. Hablamos pronto, cuídate.

Bella colgó el teléfono y Darius suspiró aliviado. Nalla dormía y pasaría su necesidad sin darse cuenta de mucho. Se volvió hacia Zsadist.

- ¿Hacemos esto o qué?

Zsadist miró a Wrath, que suspiró.

- Hijo...

- Sin consecuencias papá. Ni tuyas ni de la Virgen Escriba.

Wrath habló con los dientes apretados.

- De acuerdo. Zsadist, elije tu arma.

- Mi daga.

Wrath suspiró de nuevo, pero esta vez de alivio. Había armas mucho peores que podría haber elegido Z. Pero Darius sabía el daño que un padre furioso podía infligir, incluso con el objeto menos violento.

Wrath volvió a hablar.

- Esta bien, un golpe no mortal con una daga. Vamos a llevar esto a la tumba. Las hembras no tienen por qué ver esto.

Darius los detuvo con un fuerte silbido.

- Tres golpes, porque he hecho daño a tres personas. Zsadist, Bella y Nalla. Zsadist podrá apuñalarme tres veces.