- ¡Lohrena!
Rhage bajo las escaleras de tres en tres, ignorando
el dolor que le recorría el cuerpo. Tendría que estar en la cama con Lohrena
debajo de él, o encima de él, o donde fuera, pero alrededor de él. No tenía que
estar descubriendo que Lohrena le había engañado, usado y robado. ¡Maldita
mujer! No tenía teléfono, ni coche ni podía desmaterializarse porque los
temblores de la necesidad eran cada vez más intensos… Que hijadeputa mentirosa…
- ¿Si?
Rhage se detuvo de golpe cuando Lohrena salió de lo
que debía de ser la cocina con una bandeja enorme de comida y una sonrisa de
satisfacción en la cara. Sonrisa que se desvaneció al verle.
- Rhage, ¿Qué ocurre?
- Mi coche ha desaparecido.
- Lo he metido en el garaje, las llaves están ahí en
la mesa. Las iba a subir ahora, junto a tus cosas.
Rhage miró hacia la mesa y efectivamente ahí estaban
las llaves, su móvil, su ropa perfectamente doblada. Y sus piruletas.
- Pensaste que me había ido. Con tu coche.
- Yo… ah…
- Solo estaba preparándote algo de comer. Ya sabes,
para que recuperes energías.
La había ofendido, pero no tuvo tiempo de
disculparse. Su cuerpo demandaba otra cosa y Rhage se tambaleó. Lohrena dejo la
bandeja en la mesa y lo cogió de la mano.
- Ven, me necesitas. La comida puede esperar.
Lohrena lo ayudó a sentarse en una de las sillas y
se sentó a horcajadas sobre él, aceptándolo en su interior una vez más.
Solo al tenerla así, se dio cuenta de que llevaba un
vestidito de verano sin nada debajo. Había muerto y estaba en el Fade. No había
otra explicación para lo que estaba sintiendo. Jamás había sentido esto. Cuando
estaba con Lohrena, se sentía bien. Mejor que bien. Se sentía completo.
Lohrena se apoyaba en sus hombros, moviéndose arriba
y abajo y el la ayudaba, agarrándola con fuerza por las caderas. Demasiado pronto
sus pelotas se tensaron y su polla se preparó para llenarla otra vez con su
semen, uniéndose para siempre a ella con la creación de una vida en su
interior. Fue el último pensamiento coherente que tuvo antes de sentir como
Lohrena le clavaba los colmillos, provocándole otro clímax increíblemente
intenso.
- Joder...
Rhage apoyó la cabeza en su hombro, recuperando el
aliento. Lohrena se enderezó para mirarlo con dulzura.
- No te dejaría solo en un momento así.
- Si lo sé. Es solo que...
Lohrena le puso un dedo en los labios.
- Shhh. Tienes que comer algo.
Rhage la miró detenidamente, lamiéndose los labios
al mirar sus pechos hinchados.
- Estoy de acuerdo.
Bajó la cabeza, chupando un pezón con fuerza.
- Rhage...
Rhage se levantó sin soltarla y la sentó sobre la
esquina de la mesa, empujando las cosas hacia un lado. Lohrena estaba excitada,
podía olerlo y verlo. Rhage gruñó satisfecho. Estaba más que preparado para
penetrarla de nuevo, pero quería saborearla primero. Cogió su vestido y con un
movimiento rápido, lo desgarró, abriéndolo por la mitad, desvelando su precioso
cuerpo desnudo. Pasó sus enormes manos de guerrero por su suave piel y le abrió
las piernas, encajando sus enormes hombros entre ellas. Se lamió los labios. Oh
si, tenía que comer, y estaba más que hambriento.
Wow!! Por un momento pensé que si se había ido y me dio penita por rhage.. pero no!! .. me encantan juntos!!!
ResponderEliminarMe alegra que te gusten!
EliminarMuy padre la historia! Me gusta!
ResponderEliminarMe alegro mucho! :D
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