Lover Sacrificed - Capítulo 32

- No deberías haberlo hecho tío. No deberías haberte ofrecido voluntario.

Darius miró a Ahgony, que había sustituido a Tohr como uno de sus guardaespaldas. Iban en el coche de camino a la casa de Penehlope y Darius aún no se podía creer lo que su amigo había hecho. Ahgony se encogió de hombros.

- Alguien tiene que cuidar de tu culo. Ya que soy tu mejor amigo, ¿porque no yo?

- ¿Y qué pasa con... ya sabes?

Ahgony se aclaró la garganta, consciente de que los hermanos estaban escuchando, a pesar del volumen de la música de V.

- Eso no importa.

- Ahgony... tío.

- Todo está bien D. De verdad.

Ahgony lo miró con esos ojos de color amarillo brillante que ahora lucían una lágrima roja debajo y asintió. Darius hizo lo mismo, apreciando la comunicación silenciosa entre ellos.

Su estómago se revolvió cuando llegaron a su destino.

Penehlope gritó y se lanzó hacia él.

- Oh, cariño, te he echado...

Ella miró con curiosidad a Ahgony.

- ¿Y quién es este macho?

Darius frunció el ceño ante su comportamiento y tono seductor.

- Ah... Penehlope este es Ahgony, él es mi mejor amigo, y mi Ahstrux Nohtrum.

- Hola...

¿Estaba coqueteando con él? De acuerdo. Lo que sea.

- Vamos a hacer esto.

Se sentó con ella y le ofreció su muñeca. Rápidamente ella mordió y bebió mientras se comía a Ahgony con los ojos.

Habría sido divertido si no fuera una ofensa directa hacia él como su futuro hellren.

Terminó rápidamente, y le lamió las heridas para cerrarlas, sin dejar de mirar a su amigo. ¿Esta tipa iba en serio?

Ella le ofreció su muñeca y él la tomó, sabiendo que no podía decirle que se había alimentado de otra hembra otra vez.

Tan pronto como su sangre tocó su lengua, él hizo una mueca ante el mal sabor de la misma. Todas las veces anteriores había sido capaz de contener sus arcadas y ocultar su repulsión.

No esta vez.

No después de haber probado la sangre de Nalla y no cuando todavía tenía el recuerdo de su sabor en el fondo de su mente. La soltó, salió corriendo a fuera y vomitó.

- Papiiiii....

Su quejido le irritó de manera irracional mientras vacía su estómago en el jardín. Ahgony estaba de pie junto a él, mientras que los hermanos lo rodeaban desde un poco más lejos.

- ¿Por la Virgen Escriba, qué está pasando aquí?

Se levantó y se encaró con Feron. Nunca le había gustado el hombrecillo, que siempre parecía tan... hambriento de poder.

- Lo siento, señor. No tengo muy bien el estómago. Creo que será mejor que me vaya.

- Pero te debes alimentar.

- Ya, no va a poder ser.

- Príncipe Darius...

- Sólo Darius.

- Darius, insisto. Tienes que alimentarte.

- Estaré bien hasta el mes que viene.

- Pero yo... yo... tienes que hacerlo.

Suspiró.

- No es necesario. No esta vez.

- No creo que sea muy inteligente de tu parte.

- ¿Estás cuestionando a tu príncipe?

Ahgony intervino.

- No... no, por supuesto que no.

- En ese caso, nos vemos el próximo mes.

- ¿Puede al menos decirnos donde se va a celebrar la ceremonia? ¡Aun no nos han informados de nada!

- Aguanta el puto carro, viejo. Se te informará a su debido tiempo, ¿verdad?

Vishous inhaló su cigarrillo como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo.

El padre de Penehlope miró a Vishous completamente indignado, pero palideció rápidamente cuando V arqueó una ceja.

Darius contuvo su risa... los tipos de la Glymera eran tan débiles.

- Muy bien, mi príncipe. Nos veremos dentro de un mes. Pero si nos necesitas antes de eso...

Darius frunció el ceño ante la amenaza en la voz de Feron. Se traía algo entre manos... ¿pero qué era?