domingo, 5 de enero de 2014

Lover Sacrificed - Capítulo 33

Nalla estaba tumbada en la cama donde Darius había dormido, ya que todavía olía a él. No estaba segura de por qué se torturaba así.
Alguien llamó a la puerta y cuando abrió, se sorprendió al encontrar a su mahmen, a la Reina Beth y a Payne en el otro lado.
- Hola Nalla.
- ¡Hola! Por favor, entrad.
Beth y Bella ambas se sentaron mientras Payne se quedó junto a la puerta, en alerta máxima.
- Eh... ¿a qué debo el honor?
- Sólo quería ver cómo estás.
- Muy bien. Fantástica. Absolutamente genial.
Beth y Bella compartieron una mirada compasiva, obviamente, no la creían, pero ella decidió ignorarlas.
- Nos preguntábamos ahm... bueno también hemos venido para dejarte saber que la ah... la ceremonia de emparejamiento se va a lleva a cabo aquí. Bueno, en la casa principal.
- Ah.
- Sólo quería que lo supieras por si quieres irte a otro lugar durante ese tiempo
Nalla parpadeó.
¿Se iban a emparejar aquí?
¿Por qué aquí?
¡Este era su hogar ahora!
Jamás podría volver sabiendo que D y como-se-llame se habían emparejado aquí...
- Claro, yo me iré a la eh...
- Aun tienes tiempo, puedes pensártelo. Sólo queríamos avisarte para que no tengas que ser testigo de esa horrible... unión.
- Gracias Beth. Te lo agradezco mucho.
- Yo también quería que supieras que tienes todo mi apoyo. Te quiero como a una hija.
Nalla se secó una lágrima y Beth la tomó de la mano.
- Lo mismo ocurre con Wrath. Él sólo está preocupado por nuestra raza y quiere hacer lo que él piensa que es lo mejor.
- Lo sé, y lo entiendo, de verdad .
- Ah...
Beth y sus mahmen compartieron otra de esas miradas significativas.
- Tu… ¿no estás embarazada verdad?
Ella sacudió la cabeza llena de tristeza.
- No. No tenéis que preocuparos por eso.
Beth suspiro aliviada.
- Ah, bien... eso es bueno. Es lo mejor.
- Lo sé.
Beth le sonrió.
- Me tengo que ir antes de que Wrath haga honor a su nombre y se entere de que no estoy en Safe Place. Pero antes de irme...
Sacó una pequeña caja de joyería de su bolso.
- Quiero que tengas esto.
Nalla abrió la caja y miró a Beth sorprendida.
- Esto es...
- Una versión más pequeña del Rubí Saturnino. Bendecido por la mismísima Virgen Escriba.
- Pero yo...
- Es tuya. Como he dicho, eres como una hija para mí, e incluso si tú y Darius no podéis estar juntos, tú sigues siendo y siempre serás su única reina.
- No tengo palabras.
- No las necesitas.
Nalla se puso el anillo en el dedo. Le quedaba perfecto.
- Muchas gracias.
Abrazó a Beth y luego a Bella.
- Vamos Payne. Nos tenemos que ir ya, es un largo viaje en coche.
Payne miró a Nalla, luego miró a su vientre y volvió a mirarla a los ojos. Era casi como si le estuviera enviando un mensaje.
- Nalla, cuando hayas decidido a dónde quieres ir, déjanos saber y te enviaremos algunos doggen para arreglarlo y prepararlo todo.
- Gracias Beth. Por todo.
Se abrazaron por última vez y mientras cerraba la puerta, miró su anillo y luego cerró los ojos. Tenía que irse de su cabaña! El corazón le latía con fuerza y de repente sintió un dolor agudo en su vientre.
¡Oh qué bien! Un recordatorio de que no estaba embarazada.

¿Las cosas podrían ir mejor?

4 comentarios: