Trusting Lover - Capítulo 1

Los colmillos de Lohrena penetraron su piel y Rhage tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para no correrse dentro de sus pantalones, delante de ella. Seria humillante. Lohrena tragaba con ganas y Rhage jadeó, notando como su polla crecía cada vez más, haciendo que los pantalones le apretaran. Su dragón se agito bajo su piel, mostrando un claro interés por esta hembra que tenía delante. Cerró los ojos con fuerza, sabiendo que si Lohrena lo miraba ahora, vería sus ojos blancos como la nieve.

Tranquilo chico, ya queda poco.

Lohrena lamió las heridas y soltó un suspiro largo y satisfecho.

- Gracias Rhage.

Logró controlar al dragón y la miró. Gran error. Sus ojos brillaban y tenía la barbilla llena de su sangre... estaba para comérsela. Lo miraba con una necesidad y vulnerabilidad a la que no estaba acostumbrado.

- Bésame...

Su susurro le llego a lo más profundo del alma y su sentido común parecía haberse ido de paseo. Cuando su dragón se agito nervioso, Rhage se dio cuenta de lo que había estado a punto de hacer. Tenía la mano en la cerradura de la jaula, a punto de abrirla, casi desobedeciendo así la orden de Wrath de que tenían que soltarla Qhuinn y Blay. No él. No... Su contacto con Lohrena acababa aquí y ahora, esta misma noche.

- Oh Virgen Escriba... Lo siento, yo... no quería...

Lohrena estaba horrorizada por su comportamiento, pero no lo había podido remediar. La sangre que acababa de tomar era la mejor que había probado nunca, era embriagadora y se había excitado de una manera escandalosa. Nunca antes le había pasado y se sentía avergonzada por su comportamiento. Pedirle a un Hermano que la besara... ¡se había vuelto loca!

- No pasa nada princesa.

Lohrena lo miro y le pareció que sus ojos estaban más claros que antes. Debería de estar viendo cosas...

- Mira voy a mandar a Qhuinn y Blay para que te lleven a tu casa o a donde tú les digas, ¿vale?

Lohrena bostezo, el alimentarse la había puesto cachonda pero a la vez la había dejado más cansada que antes.

- ¿No podrías llevarme tu?

- No puede ser princesa, el rey...

- Por favor Rhage... Me siento más cómoda contigo.

Y era verdad. Este vampiro rubio, aunque era hermano, le hacía sentirse tranquila. Y le hacía sentirse segura. Cosa que no podía decir de los demás. Lo vio dudar antes de asentir finalmente. Lohrena volvió a bostezar.

- Déjame que hable con el rey. Descansa esta noche y mañana te llevo a donde tú quieras ¿vale preciosa?

Lohrena sonrió agradecida.

- Gracias Rhage. Al final sí que va a ser verdad eso de que eres el mejor hermano.

Rhage la deslumbró con su enorme sonrisa.

- Nah, solo es que no me puedo resistir a tus encantos femeninos.

Le guiñó un ojo, haciendo que se sonrojara.

- Descansa Lohrena. Mañana vengo a buscarte y te puedes olvidar de mí... de todos nosotros.

Rhage salió de la habitación y Lohrena se quedó atrás pensando que igual eso no sería tan fácil como sonaba.