Lohrena lo ayudó a entrar en la mansión y en cuanto
la puerta se cerró detrás de ellos, Rhage tomo posesión de su boca. La besó
como nunca antes la habían besado y su olor puramente masculino, mas su sabor
dulce, a piruletas, la volvió loca. Sus manos estaban en su cuello, acariciando
su yugular y Rhage se separó para apoyar su frente en la suya. Estaba
temblando.
- Lohrena necesito estar dentro de ti.
- Si...
Ella misma se quitó el top y el sujetador sin
despegar sus labios de los de Rhage. Este gimió al tocar sus pechos desnudos.
Se separó un poco y sus ojos volvían a brillar blancos. Ella paso un dedo por
su mejilla.
- Tus ojos...
- No te preocupes, no te hare daño.
- Lo sé.
- Hey mírame.
Obedeció.
- Yo no soy él. Podemos parar esto ahora mismo.
Lohrena le sonrió. Era adorable como intentaba
tranquilizarla, sabiendo la razón por la que estaba inquieta. Ofreciéndose a
parar cuando ambos sabían que no le sería posible por mucho que quisiera. Se
desabrochó el pantalón y Rhage la miraba hambriento, con los colmillos
completamente extendidos. Se bajó el pantalón y las braguitas, quedando
completamente desnuda ante él. Vio cómo su enorme cuerpo temblaba y Lohrena se
acercó para besarlo. Rhage la cogió en brazos, apretando su dureza contra su
humedad, pero sin penetrarla.
- ¿Estas lista para mí? Una vez que empiece, no sé
si podré parar.
- Estoy más que lista Rhage. Te deseo... mucho.
Rhage la penetro sin avisar, comprobando que
realmente lo deseaba. Gruñó contra sus labios.
- No voy a aguantar mucho, pero prometo que la
próxima vez durare un poco más. Me asegurare de darte placer...
Rhage jadeaba al hablar ya que la había apoyado
contra la puerta y se movía rítmicamente. Lohrena no pudo decirle que ya se lo
estaba dando.
Rhage dio gracias porque por fin la Virgen Escriba
había interferido y calmado a su bestia, como solía hacer en sus periodos de
necesidad, para asegurarse de que no le hacía daño a nadie. Besó a Lohrena y ya
estaba a punto de estallar. No lo podía remediar, ella era preciosa, y su
feminidad lo envolvía por completo.
Lo mejor era que sabía que después de estos dos o
tres días, ella quedaría embarazada, su vientre crecería con un hijo suyo, ya
que esa era al fin y al cabo la función del periodo de necesidad. Saber que por
fin tendría una familia propia... un hijo o hija al que cuidar y una Shellan...
tener el nombre de Lohrena grabado en su espalda...
Rhage incrementó el ritmo de sus embestidas
corriéndose con fuerza dentro de Lohrena. Notar como ella se contraía a su
alrededor le hizo tener otro seguidamente. Era uno de los orgasmos más largos e
intensos que había tenido en su vida, y apoyo la cabeza en el hombro de ella,
tratando de recuperar el aliento.
Ella acariciaba su espalda, calmando sin saberlo aún
más a su dragón. Rhage lamió su cuello, notando como su vena latía contra su
lengua. Ronroneó y Lohrena soltó una risita.
Rhage no esperó a que se lo dijera dos veces y penetró la delicada piel a la vez que volvía a moverse en su interior. Cuando chupó con fuerza, notó como Lohrena estallaba a su alrededor, provocándole otro orgasmo igual de intenso a él.
La espera valió la pena!! Eh dicho me encanta esta pareja!! En ansias por mas
ResponderEliminarMe alegra que te gusten :D ya tienes otro capi a tu disposición :)
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