martes, 7 de enero de 2014

Trusting Lover - Capítulo 2

Rhage entró en la cocina, visiblemente cansado y irritable.

- ¿Estas bien, Hollywood?
- De puta madre. ¿Sabes donde esta Wrath?
- La verdad es que no... Uhm... Rhage, ¿qué es ese olor?
- No es nada Butch. Y ustedes dos no movéis a Lohrena hasta que yo hable con Wrath, ¿entendido?

Qhuinn y Blay asintieron sorprendidos.

- Si veis a Wrath, decidle que lo ando buscando.

Rhage salió de la cocina en busca del rey, sintiéndose débil y nervioso. Lohrena se había alimentado bien y nunca antes nadie había tomado sangre de su vena. Se sentía extraño y su dragón estaba muy agitado. Ladeo la cabeza para olerse a si mismo. Aun no había desaparecido el olor a especies oscuras, pero no era el olor del marcaje. No era posible.

Encontró a Wrath en la sala principal hablando con Fritz sobre la ceremonia de mañana.

- ¿Mi rey?
- Rhage, ¿ya has terminado? Genial, Qhuinn y Blay pueden...
- Con todos mis respetos Wrath, Lohrena esta exhausta. Deberíamos dejarla esta noche y mañana ya me la llevo yo.

Wrath lo observó detenidamente.

- Estas ignorado una orden directa.
- Lo sé. Lo siento.
- ¿Por qué?
- La chica está agotada. La dejamos tirada cuando más nos necesitaba... no sabíamos nada de ella... deberíamos haberlo sabido... No creo... por una noche, no creo que pase nada. Mi rey.

Wrath lo miró severo y Rhage le mantuvo la mirada.

- Ya. ¿Y el olor de vinculación que estas desprendiendo no tendrá nada que ver con todo esto verdad?

- No mi Rey. No es olor de marcaje. Eso no… no puede ser.

Wrath suspiró.

- Esta bien Rhage. Pero la llevas después de la ceremonia de emparejamiento y vuelves directamente aquí. ¿Entendido?

Rhage asintió, pensando que por primera vez le costaría obedecer una orden directa de su Rey.

El dia siguiente Rhage asintió a la ceremonia de emparejamiento de sus mejores amigos, Vishous y Butch. Estaba feliz porque por fin estos dos habían decidido dar el paso, pero estaba irritado porque no había podido dejar de pensar en Lohrena en toda la noche. Le había impactado mucho más de lo que quería admitir. Varias horas después, la celebración iba genial y todos estaban disfrutando de la comida y el ambiente. Rhage estaba apartado y Vishous se acercó a él.

- ¿Cómo estas Hollywood?
- Bien. Oye, enhorabuena por...
- Wrath me ha contado...
- No empieces tú también ¿vale? No sé qué coño está pasando, no sé por qué huelo así, pero esta noche me la llevo y después de eso, se acabó. No la volveré... volveremos a ver. No quiero saber nada más de ella.
- Vale. ¿Entonces no te cuento lo que he soñado verdad?

Vishous comenzó a andar pero la mano de Rhage en su bíceps lo detuvo.

- ¿Que has visto?
- La sonrisa de un niño. Pañales, chupetes, baberos... No pierdas la esperanza Rhage.

No podía ser… ¿un hijo? ¿Suyo? No sabía cómo interpretar las palabras de V.

- Eso no tiene ningún sentido. Te habrás equivocado.
- Yo nunca me equivoco. Acuérdate de mis palabras. Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana.

Rhage negó con la cabeza.

- Tu relación con Lohrena no acaba esta noche. Acuérdate de mis palabras.

Butch se acercó a ellos.

- Te equivocas V, después de esta noche, todo se acabó, así que no sé de qué estás hablando. Mira, aquí tienes a tu hellren, ¿por qué no vais y empezáis vuestra luna de miel?

Butch sonrió.

- Estoy completamente de acuerdo.
- Bien, pues enhorabuena y que seáis muy felices.


Rhage se disculpó y se marchó. Tenía que sacar a Lohrena de su vida ahora mismo. 

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