sábado, 23 de noviembre de 2013

Lover Sacrificed - Capítulo 6

Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y antes de poder darse cuenta, estaba un año más cerca de su emparejamiento.
Darius incrementó la velocidad de la cinta de correr, sus húmedos shorts golpeando contra sus piernas.
Tenía que parar esto.
Ir a su padre y decir las palabras.
'Papá, quiero a Nalla. No quiero emparejarme con Penehlope'.
A su padre le daría un ataque, y en el fondo él podía entender por qué.
Su raza había estado en guerra con los lessers desde siempre.
Su abuelo había sido el primero en enviar los Symphaths a la colonia en el norte.
La Hermandad no podía permitirse el lujo de estar en guerra con la Glymera también. La raza tenía que estar unida y mantenerse unida, aunque la mayoría de ellos eran unos snobs tipo llevo-un-palo-en-el-culo-y-me-creo-mejor-que-todos.
Aumentó la velocidad un poco más.
Lo entendía, realmente lo hacía. Pero él no se fiaba de la Glymera ni un pelo.
Tener que emparejarse con uno de ellos... Tener que acostarse con uno de ellos...
¿Cómo podía confiar en que ellos no lo apuñalarían por la espalda?
¿Cómo lo hacia su padre?

¿Después de todo lo que habían hecho?
Corrió más rápido al recordar la transición de Penehlope.
Justo antes de la ceremonia de emparejamiento de su tío y Jhade, habían solicitado su presencia urgente y él había tenido que ir, así que fue con sus guardaespaldas... Vishous, Butch, Rhage y Tohr.
Todos ellos habían estado allí, presenciando cómo ella se había alimentado durante la transición. Habían visto como lo miraba con lujuria y él había deseado con todo su ser, hasta había rezado a la Virgen Escriba, sin importarle lo horrible que fuera la idea, que ella no lo lograra. Que no pasara la transición.
Pero lo había hecho.
Y todos los meses tenía que volver a ella, junto a los hermanos y tenía que dejar que pusiera sus labios sobre su muñeca para beber de él, mientras ella lo miraba con esos ojos hambrientos.
Como si eso no fuera suficiente, él tenía que beber de ella.
Y aunque siempre cerraba los ojos, porque no quería ver, aún podía oler su excitación, su deseo por él.
Y siempre le entraban arcadas.
Apretó el botón para detener la cinta, saltó de ella y vomito en el cubo de basura que tenía más cercano.
Cuando estuvo seguro de que no le quedaba nada en el estómago, se enderezó, y respiro profundamente. Un paño húmedo apareció delante de su cara.
- Gracias.
- ¿Estás tratando de matarte, hijo?
- Nop.
- ¿Tengo que hablar con tu padre?
- No Z, sólo me he pasado un poco corriendo.
- Ya. Tal vez deberías ir a la piscina un rato. Soltar todos esos músculos, antes de que te empiecen a doler.
- Sí. Igual lo hago. Gracias tío.
No se atrevió a mirar a Zsadist mientras salía del gimnasio. Se ducho rápidamente, se cepilló los dientes y se dirigió hacia el túnel.
Iba a pasar por delante de la puerta de la piscina, ya que había sobrevivido a los músculos doloridos antes, pero algo le hizo detenerse.
Con su corazón latiendo con fuerza en su pecho, él entró, sintiendo el aire húmedo a su alrededor.
Y allí estaba ella.
Nalla.

5 comentarios:

  1. Ooo momento z sabia que su hija estaba en la piscina?? Jeje que padre historia ya quiero saber que pasa!!

    ResponderEliminar
  2. pobre Darius lo amo no quiero que sufra :-(

    ResponderEliminar
  3. Dios pobre D que lindis Z
    Jajajajjajaja obio segire leyendo
    Espero con ansias el proximo capi
    -CT

    ResponderEliminar
  4. Que buen capi!!!!!! Z sabia que Nalla estaba en la piscina???? Acaso sabe lo que siente D por su hija?. que emocionante se está poniendo

    ResponderEliminar