sábado, 30 de noviembre de 2013

Lover Sacrificed - Capítulo 10

Los años pasaron volando y antes de darse cuenta habían pasado más de 3 años. Ella había visto a Darius en las comidas y por la casa, pero aparte de una mirada tímida o un leve movimiento de cabeza, no habían tenido contacto. Al menos que nadie supiera. A veces Darius se colaba en su habitación para darle un beso. Sólo estaba unos minutos, pero ella vivía y moría por esos minutos. Era la única vez que realmente se sentía viva. Ella sabía que estaba mal, sabía que no tardaría en estar emparejado, pero no podía vivir sin él. Necesitaba sus besos tanto como su próximo aliento.
Ni siquiera se lo había dicho a sus amigos, ni siquiera a Jhade o Mariah, porque sabía que en esta casa, los chismes eran como un fuego. Se extendía en cuestión de minutos.
Él nunca había vuelto a la piscina, aunque ella seguía yendo después de las clases, siempre con la esperanza...
No se hablaba del emparejamiento real, pero sabía que los preparativos estaban en marcha.
Y una vez al mes, Darius desaparecía con un grupo de Hermanos, suponía que para ir a ver a su futura shellan.
Para alimentarla.
Y alimentarse de ella.
No había ido en un tiempo, así que Nalla sabía que tendría que ir muy pronto.
Ella se agarró la parte delantera de su camisa, tratando de respirar a través del dolor en su corazon, pero parecía que cada vez sufría más. Le dolía pensar en él con una zorra sabelotodo de la Glymera.
- ¡Hey chica! ¿Estás bien?
- Hola Jhade. Sí, sólo... no es nada.
Sabía Jhade podía oler la mentira, pero ella no dijo nada y Nalla estaba agradecida por eso.
- Bueno, ¿y dónde está tu hellren? Si siempre andáis pegados como lapas.
- ¡No es verdad!            
Jhade le dio un empujón juguetón mientras sonreía ampliamente. El brillo de sus ojos lo decía todo.
- Está luchando.
- Ahh eso explica por qué estás aquí conmigo entonces...
Jhade resopló...
- ¡Lo dices como si fuera una amiga horrible!
- Nah... Bueno, tal vez un poco.
Nalla sonrió.
- ¿Ha ido con tu padre?
- No él y Tohr han ido con Ahgony y Da...
- Esta bien Jhade, puedes decir su nombre.
- Nalla! ¡Mueve el culo y vete a las salas de operaciones! ¡Ahora!
¿Qué demonios?
Ella compartió una mirada de preocupación con Jhade al ver como Zsadist bajaba las escaleras como loco, con el Rey y George justo detrás de él.
- Que alguien vaya en busca de mi Beth!
La voz de Wrath sonaba rota y Nalla se preguntó qué demonios estaba pasando.
- Butch la está recogiendo en Safe Place ahora mismo mi señor. Ella estará aquí pronto.
Rhage apareció en lo alto de las escaleras para avisar Wrath y su padre le gritó otra vez.
Nalla! Culo. Túnel. ¡Ahora!
Finalmente hizo lo que le ordeno, dejando a Jhade atrás. Cuando por fin llegó allí, el túnel se estaba llenando de Hermanos y shellans.
Vishous, Jane, Manny y Ehlena estaban preparándose para operar. V hablaba por teléfono.
- ¿...cuanto vais a tardar? Ok, sí, estamos listos. Date prisa.
Él la vio y gruñó.
- Entra ahí, cámbiate, límpiate y espera. Te vamos a necesitar.
Ok. Qué. Demonios.
Ella no era una enfermera y definitivamente no era médico. Si, como todo el mundo en la casa, ella sabía lo básico, pero eso era todo.
Rápidamente se cambió, se lavó las manos y los brazos y se colocó al lado de Ehlena en la sala de operaciones. Aún no sabía por qué estaba allí o lo que había sucedido y estaba empezando a tener miedo.
- NOOOOOOOOOOO!
El grito de la reina se unió al del rey cuando Doc Jane y Manny salieron corriendo.
Y de repente lo supo.
Sólo había una cosa en el mundo que podría hacerles gritar de esa manera.
Darius estaba herido.
O peor.

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