Nalla disfrutaba de su chapuzón relajante, algo que
había comenzado a hacer hacia poco, después de sus clases, y algo que era
exclusivamente suyo. Nadie sabía que venía aquí y sólo Cormia y Autumn se unían
a ella de vez en cuando. Casi siempre tenía el lugar para ella sola. Ni
siquiera sus amigas lo sabían...
De repente se produjo un cambio casi tangible en el
aire. Miró a su alrededor y se quedó sin aliento.
Darius la miraba con tanta intensidad que lo sintió
hasta lo más profundo de su alma.
Se mordió el labio, los colmillos completamente
extendidos, mientras veía como él se quitaba la camisa y las zapatillas de
deporte y se tiraba en la piscina.
Salió justo en frente de ella.
- Hola...
- Adiós.
Se giró para salir de la piscina, pero él la detuvo,
poniendo sus manos en su cintura desnuda.
Casi gimió al sentir el contacto con su piel desnuda.
- Darius...
- Me encanta cómo dices mi nombre.
- No puedes estar aquí. No puedo estar aquí. No
deberíamos estar aquí, no juntos.
- Es que... necesito saborearte.
Él la apretó entre sus brazos y la besó en los
labios.
Quería detenerlo, alejarlo, pero al final no pudo
evitar poner sus brazos alrededor de su cuello y abrir la boca para dejarlo
entrar.
El calor de su lengua casi la abrasa y se apretó
contra él mientras profundizaba el beso.
Podía sentir lo duro que estaba y ella rodeo su
cintura con sus piernas, frotándose contra su erección.
- * - * - *
Darius gimió y estaba agradecido por los pantalones
cortos que llevaba y el bikini que llevaba Nalla, de lo contrario ya hubiera
estado dentro de ella.
La meció arriba y abajo, frotando su clítoris con la
presión justa y la beso para tragarse sus gemidos.
- Eso es, nena, córrete para mí.
Lo miró a los ojos mientras seguía apretándola
contra él y ella pronto gritó su nombre en un estallido de placer. Tomó
rápidamente posesión de su boca para silenciar sus gritos y gemidos.
Nalla se agarró a él mientras trataba de recuperar
el aliento.
- Oh dulce Virgen, Darius, no deberíamos de haber...
Él le levantó la barbilla con los dedos y la besó
suavemente.
- Lo eres todo para mí.
Lo mató ver como una lágrima caía por su cara y como
trataba de alejarlo avergonzada. La agarro más fuerte y la besó de nuevo.
Ella le devolvió el beso con desesperación.
Bajo la mano hacia su polla y él maldijo entre
dientes. No podía dejar que ella hiciera eso, sin importar lo mucho que lo
deseaba. Perdería el control y estaría dentro de ella en un instante si dejaba
que ella lo tocara.
Con ella aun abrazada a él, nadó hacia el lado de la
piscina y tomó algunas toallas cercanas, sentando a Nalla en el borde.
Se acomodó entre sus muslos y le sonrió, encantado
con el hecho de que llevara uno de esos bikinis que se ataban en los lados. Con
una sonrisa traviesa en la cara, le abrió más las piernas y desató los
cordones, lamiéndose los labios con anticipación.
quieres q me de un infarto?! eva:))
ResponderEliminarOMG!!! Nos dejas picadisimas jeje
ResponderEliminar!¿WTF?! porque lo cortas asiiiii ¿eh? dios eso es una crueldad
ResponderEliminarjajajajaja que interesante se esta poniendo
actualiza pronto
-CT
OMG!!!!!! Es que acaso intentas matarnos?! :-o ahora voy a quedar ansiosa a la espera de más....
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