Qhuinn ya no escuchaba
signos de lucha a su alrededor, pero no vino ningún hermano a cubrirle la
espalda. ¿Habrían entrado todos en la mansión? Los antis con los que estaba
luchando, eran más duros que los que luchaban habitualmente y le estaba
costando deshacerse de ellos. ¿Dónde estaría Blay?
Blay entró en la
habitación receloso. No había ningún anti a la vista… En un lado de la
habitación, había un enorme altar dedicado a su vampira Lohrena, miro hacia el
otro lado y lo que vio hizo que la sangre se le helara en las venas. A la
derecha de la habitación había una especie de jaula enorme, parecida a la que
Wrath mando a hacer para que John no fuera en busca de Kihara durante su
periodo de necesidad. Y dentro de la jaula…Joder. Los hermanos
estaban todos tirados por el suelo, al parecer inconscientes. A algunos le veía
el cuello y podía ver un pequeño dardo sobresaliendo, obviamente la causa de su
estado. Intentó buscar a Qhuinn entre los cuerpos, igual en el tiempo que había
estado buscando esta habitación…, pero no lo vio. Lo
cual podía significar que aún no lo habían atrapado.
- Como ves, me ha sido
muy fácil atrapar a tus queridos hermanitos. Gracias a un pequeño
descubrimiento y un dardo, puedo hacer que se desplomen así, inconscientes.
Empezaron a soñar
gruñidos desde la jaula. Los hermanos estaban comenzando a despertar.
- Claro que como
también puedes comprobar, aún tengo que perfeccionarlo, ya que el efecto solo
es temporal. Y para eso sirve la jaula.
Los hermanos se movían
debilitados, y Rhage fue el primero en poder ponerse en pie. Se acercó a los
barrotes, a punto de agarrarlos.
- Yo que tu no haría
eso, dragoncín. Aunque…
Stan le sonrió con pura
malicia.
- Si lo intentas, igual
te pegas otro rato dormidito. Ahh joven Qhuinn, que bien que te unas a
nosotros.
Blay miro por detrás de
él y vio como Qhuinn apenas se mantenía en pie, estaba lleno de heridas, cortes
y moratones, pero no parecía que le hubiesen disparado un dardo. Qhuinn miro a
su alrededor y Blay sintió la rabia que salió de él al ver la jaula donde
estaban atrapados los hermanos. Stan reía histéricamente mientras tres antis se
colocaban detrás de Qhuinn, bloqueándoles la salida y apuntándoles con pistolas
de dardos.
- ¿No os parece
fabuloso, que los dos únicos vampiritos de vuestro grupito que no son hermanos,
sean los que han conseguido evitar los dardos hasta ahora?
Miró a los hermanos
atrapados.
- Eso dice mucho de la
hermandad, ¿no creéis?
Qhuinn respiró hondo,
estaba cansado, herido, y furioso con Blay por haberlo dejado solo y querer
enfrentarse a Stan. También estaba aterrorizado por la situación en la que se
encontraban. Stan tenía el control en este momento y la hermandad al completo
literalmente dependía de ellos, de dos soldados. Si los antis que tenía detrás,
decidían disparar esos dardos… Los hermanos ya
estaban todos en pie aunque todavía parecían algo aturdidos. Vio como Vishous
acercó su mano a uno de los barrotes, solo para recibir un latigazo eléctrico.
Hijo de puta. Stan se las había ingeniado para atrapar a la hermandad entera y
asegurarse de que quedaban atrapados. A Qhuinn no le quedaban muchas fuerzas
pero sabía que tenía que hacer algo. La idea que le vino a la cabeza era tan
peligrosa como estúpida, pero si funcionaba… tendrían una
oportunidad de salir de aquí con vida. Decidió usar las últimas fuerzas que le
quedaban. Y rezo porque esto saliera bien.
- Salta a tu izquierda
y mátalo.
Blay escuchó el susurro
de Qhuinn y obedeció sin más, saltando y sacando su arma para apuntar a Stan.
Escuchó como varios cuerpos caían al suelo y como los hermanos gritaban algo,
pero no se atrevió a desviar la mirada. Stan abrió mucho los ojos al ver lo que
estaba pasando detrás de Blay y fue a coger un teléfono, sin duda para avisar a
más antis. Blay no le dio oportunidad de hacerlo. Los tres disparos impactaron
en su pecho y Blay observo aliviado como el cuerpo sin vida de Stan caía al
suelo. Se dio la vuelta y quedo horrorizado con lo que vio.
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