Kihara se abalanzó sobre el y JM le devolvió el abrazo. Por fin volvía a
estar entre sus fuertes brazos, donde pertenecía. Con cuidado JM cerró la
puerta y se separó un poco de ella para mirarle a los ojos.
-Hola – susurró Kihara.
JM le sonrió.
- Hola pequeña.
JM parecía sorprendido por su reacción, pero la miraba maravillado. De
pronto Kihara sintió que estaba segura de lo que había pasado, borrándole todas
las dudas y el leve dolor de cabeza que sentía siempre al pensar en la
Hermandad. Ahora estaba segura de poder distinguir que había ocurrido
realmente, y que había sido solo un sueño.
- ¿Cómo es posible que te acuerdes de mi? Te borré la memoria.
Kihara le sonrió
- Bueno, tal y como le dije a no-se-quién por teléfono, no debiste hacer
muy bien tu trabajo.
John soltó una carcajada y la apretó más fuerte contra su cuerpo. Estaba
duro como una piedra y Kihara se excitó, alegrándose de poder causar una
reacción así en un macho tan poderoso como el. Por fin seria suya en todos los
sentidos, y podrían hacer realidad algunos de los sueños que la habían
mantenido despierta y frustrada durante tanto tiempo. Frunció el ceño, JM por
el momento parecía contento solo con mantenerla en sus brazos. Y ella estaba
más que dispuesta a quedarse allí para siempre.
John estaba en las nubes, su chica estaba segura en sus brazos y todos
estos años de soledad y dolor se esfumaron como si nada.
- Te he echado de menos pequeña.
Con cuidado le dio un beso en la cabeza, disfrutando de su olor. Su cuerpo
le pedía a gritos que la hiciera suya pero John se controló. Quería hacer las
cosas bien, y si soltaba ese control la podía asustar con su intenso deseo
hacia ella.
- No sabía si eras real.
La voz de Kihara era apenas un susurro.
- Soñé todas las noches contigo, te podía oler en mi habitación, pero… no
sabia si eras real.
- Soy real Kihara.
Kihara lo miró a los ojos y acercó su boca a la de el.
- Ya lo veo, ya.
Cuando John por fin sintió los labios dulces de Kihara bajó los suyos,
gimió. El beso era dulce, tierno y muy lento. Un baile de labios tan seductor
que lo estaba consumiendo entero. En su cabeza se veía a si mismo llevando a
Kihara a su habitación, desnudándola lentamente para luego hacerle el amor
durante toda la noche.
Kihara debía estar pensando algo parecido porque intensificó el beso,
haciéndose mas atrevida. John gruñó cuando sus manos le recorrieron la espalda
para bajar por su cintura y terminar en su trasero. Kihara le dio un suave
apretón mientras le mordisqueaba los labios y lo volvía loco con la lengua. Con
mucho esfuerzo y desgana John terminó el beso y separó un poco a Kihara de su
cuerpo encendido. Sentía que podía explotar de un momento a otro y apenas lo
había rozado. Apoyo su frente en la de ella mientras ambos intentaban recuperar
el aliento.
- Tranquila pequeña que tenemos todo el tiempo del mundo.
- No.
Kihara le besó en la mandíbula.
- No, porque después viene Wrath y te separa otra vez de mi. No lo
soportaría.
Seguía dándole besos y agarró el bajo de la camiseta que el llevaba puesta.
Le agarró las muñecas con cuidado, deteniéndola.
- Mírame Kihara
Ella se mordió el labio y le miró.
- No dejaré que eso pase. Nadie me va a volver a separar de ti nunca más,
eso te lo juro.
Kihara cerró los ojos. Deseaba a JM con todo su ser, pero parecía que el se
frenaba. Ella sabía que el la deseaba, eso era obvio, pero por alguna razón
quería tomarse su tiempo. Pensó que quizás tendría algo que ver con lo que se
explicaba en los libros, pero desecho esa idea. JM no mostraba la inseguridad
del personaje de Amante Mío, y el mismo le había dicho que no se creyera todo
lo que leía. Resignada, Kihara lo cogió de la mano y lo llevó a su ‘oficina’.
Veía que JM estaba impresionado y eso la hizo sentirse orgullosa del trabajo
que había hecho hasta ahora.
Pasadas unas horas Kihara le había explicado todo y fue a coger una de las
carpetas de la estantería que contenían algunos de los documentos que mostraban
lo que habían estado comentando.
- ¡Au!
Inmediatamente JM se acercó a ella para ver que había pasado y a ella le
encantó ver la cara de preocupación que tenia.
- ¿Qué ha pasado?
Kihara observó fascinada como los colmillos de JM crecían y un extraño
deseo de ser mordida por este vampiro, la recorrió.
- Nada… Me he cortado con el papel, eso es todo. Voy a por una tirita.
- Espera.
JM le agarró la muñeca y acercó el dedo herido a sus labios. Apenas había
dos gotas de sangre pero muy sensualmente JM lamió la sangre y succionando
levemente, se metió el dedo en la boca. Gimió suavemente y los ojos se le
habían oscurecido hasta parecer casi negros.
Kihara siguió sus movimientos y nuevamente la excitación se adueño de ella.
Con su saliva JM había sellado la herida, pero seguía lamiendo, chupando y
mordisqueando. Le estaba costando respirar por la falta de aire y sabia que JM
lo estaba haciendo a propósito para volverla loca.
- Jooohhn….
John se detuvo y la miró con una sonrisa pícara. Chasqueando la lengua, la
regañó sin soltarle la mano.
- ¿Y ese quién es? Pensé que esto quedo claro la ultima vez que hablamos…
Le cogió la barbilla y la inclinó hacia el.
- Para ti, no soy John…
- JM por favor… ¡No me dejes así!
La suplica de Kihara era casi un gemido y JM le dio un suave beso en la
mano antes de soltarla.
- Hhmm…no. Solo por eso vas a tener que esperar un poco más.
John le guiñó un ojo y la acompañó a su habitación.
- Anda, métete e la cama. Es muy tarde y necesitas dormir.
Kihara se dispuso a protestar pero le salió un bostezo. Si que estaba
cansada pero tenia miedo de irse a dormir, de despertar y ver que esto solo era
un sueño más. JM debió de sentir su inquietud por que la besó y tranquilizó.
- Puedes dormir tranquila. Te prometo que estaré aquí cuando despiertes.
- Vale, ¿pero no quieres meterte conmigo?
John gruñó.
- No me tientes pequeña. Estoy intentando ser un caballero.
Kihara le sonrió y se metió en la cama, con John acurrucándose a su lado,
eso si, por encima de la manta.
- Dulces sueños mi pequeña.
Y con esas palabras Kihara se quedó profundamente dormida para pasar su
primera noche en años en la que no soñó absolutamente nada.
John despertó feliz en la cama de Kihara. Apenas se podía creer que
estuviera aquí con ella. Había estado lo que quedo de madrugada y buena parte
de la mañana mirándola y controlando sus impulsos. El sabor de su sangre se
había quedado en su boca, manteniéndolo duro y frustrado toda la noche. Deseaba
a Kihara con una fuerza y pasión que dudaba pudiera refrenar mucho tiempo, pero
tenia miedo de hacerle daño y temía que si la mordía para probar su sangre
mientras la tomaba, no se pudiera controlar al probar solo un poco. El deseo de
saborear mas de ella, de su sangre y sentir ese dulce liquido espeso en la
boca, en la garganta… Vale tío, para un momento. Olvidándose de sus
necesidades, se levantó, preocupándose porque notó que ella no estaba en el
piso. En la mesita de noche, Kihara le había dejado una nota;
John sonrió. La esperaría toda una vida si ella se lo pedía. Fue hacia la
oficina para volver a mirar algunas cosas, cuando el grito que sonó desde fuera
le helo los huesos – ¡Kihara!- Se desmaterializó detrás de unos
arbustos y vio un anti agarrando a Kihara por los pelos mientras Qhuinn y Blay
luchaban contra otros cuatro antis. Con cuidado se acercó al anti que agarraba
a Kihara. Su lado posesivo en forma de un olor especiado que el maldito anti
noto. Este dio la vuelta hacia el sin soltar a Kihara. Procuro no mirarla para
no distraerse, pero el olor ácido de su miedo le dijo que estaba aterrorizada.
El macho en el rugió como un animal herido y antes de que el anti tuviera
tiempo de darse cuenta, John se desmaterializo detrás de el, clavándole la daga
en el cuello, hiriéndole gravemente. Deseaba torturar al maldito cabron que
había asustado así a su Kihara pero una mirada a ella de confirmo que tenia que
sacarla de allí cuanto antes. Miró a sus amigos y vio que Qhuinn luchaba contra
el último anti que quedaba. Blay hablaba con V por teléfono para que viniera a
deshacerse de los cuerpos y asintiendo, le lanzó a John las llaves del Hummer.
John miró a su alrededor una vez más y vio las compras de Kihara esparcidas por
el suelo, pero los ignoró y ayudó a Kihara a montarse en el Hummer. Salió
disparado ya que la tenía que llevar a la mansión lo antes posible para que
estuviera segura y lejos del alcance de esos antis. ¿Cómo demonios la habían
encontrado? Durante todo el trayecto no soltó la mano de Kihara apretando
levemente a ratos, recibiendo una sonrisa trémula a cambio. Cuando llegaron,
John cogió a Kihara en brazos.
- JM, no tienes por que…
- Shhh… déjame cuidar de ti.
Kihara se recostó contra el amplio pecho de JM y dejo que la llevara a
donde quisiera. Todavía le temblaba el cuerpo del susto. Si no hubiese sido por
Qhuinn y Blay… Kihara no quería ni pensar que podía haber pasado. Entraron en
una especie de vestíbulo enorme y vio que Qhuinn y Blay ya habían llegado sanos
y salvos. Soltó un suspiro de alivio. Los había visto en el Hummer antes de ir
a comprar y prometió volver con algo para desayunar. Cuando volvió, aparecieron
esos tipos de la nada.
- John, hijo ¿cómo está?
Wrath y Tohr se acercaron pero JM gruñó.
- Estará bien en cuanto la suba a mi habitación.
- Si quieres llévala…
- Por que no…
Todos los hermanos intentaban ayudar con sugerencias, pero JM la agarró más
fuerte y empezó a subir las escaleras.
- ¡Ahora no!
Por algún lado, Kihara escuchó risas.
- Bueno, al menos sabemos por que la quiere en su habitación…
John la subió a su habitación ignorando los comentarios y consejos de los
hermanos y cerro la puerta de una patada. Fue directamente hacia el cuarto de
baño y con cuidado la ayudo a ponerse de pie. La miró con preocupación.
- ¿Estás bien?
Kihara cerró los ojos y asintió.
- Solo ha sido el susto. Si no fuera por Qhuinn y Blay…
John la atrajo hacia si y la abrazó.
- Shh… ya pasó. Ahora estas a salvo y no voy a dejar que nada ni nadie te
vuelva a hacer daño.
- ¿Les darás las gracias por mi?- Eso lo puedes hacer tu misma.
- Vale.
Kihara levantó la cabeza y lo miró directamente a los ojos, mientras se lamía
los labios.
- Te necesito JM. Yo… te necesito.
A John se le aceleró el pulso al escuchar sus palabras y la besó
suavemente. Todavía tenía el miedo metido en el cuerpo. Pensar que la podía
haber perdido… no iba a olvidarse en mucho tiempo. Ya se vengaría de esos antis
en otro momento, ahora necesitaba estar con Kihara. Necesitaba marcarla y
asegurarse de que estaba bien. Y por mucho que su cuerpo le pedía a gritos que
le arrancara la ropa y la tomara dura- y rápidamente, no quería que su primera
vez con Kihara fuera solo una sesión de sexo salvaje. Y mucho menos después de
lo que había pasado. Así que mientras la besaba, John decidió tomarse las cosas
con tranquilidad ya que Kihara se merecía al menos eso.
- Ven vamos a ducharnos.
Kihara asintió y comenzó a desvestirse, pero John la miró intensamente y la
detuvo.
- Por favor, déjame a mí.
Levantó la mano y recorrió su musculoso torso con los dedos admirando la
dureza de los músculos y la suavidad de su piel. No le sobraba ni un gramo de
grasa y Kihara recorrió cada valle de esos abdominales definidos. No tenia
vello en todo el cuerpo y cuando sus dedos llegaron a su ombligo, noto como su polla
se movía, reclamando atención. El siseó y a Kihara le encantaba el poder que
tenia, solo con tocarle el cuerpo. Una pequeña gota adornaba la cabeza de su
grueso miembro y ella quiso arrodillarse para saborearlo. Sin embargo, JM no la
dejó, y con cuidado la empujó hacia la ducha y le susurró al oído.
- No me mires así mujer, que me vas a matar.
La ducha se convirtió en una seducción sensual entre los dos. Kihara
enjabonó el cuerpo de JM y el a su vez hizo lo mismo con ella. Le lavó el pelo
con cuidado de no enredárselo y dedicó especial atención a las partes más
sensibles de su cuerpo, arrancándole varios gemidos y jadeos en el proceso.
Kihara estaba ardiendo de deseo cuando la ducha por fin terminó y JM la estaba
secando. El debía de sentir lo mismo porque mientras se estaban duchando, su
erección se había mantenido firme en todo momento. Kihara detuvo las manos de
JM sobre su cuerpo y se apretó contra el, sintiendo la evidencia de su
excitación contra su vientre. Sin una palabra lo besó, reclamando a su macho de
una vez por todas.
me gusta me gustaaa esto se pone cada vez más interesanteeeeee :D
ResponderEliminarespero que subas pronto
un besitoo
Ya tienes tu capi de hoy - espero que te guste :D
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