sábado, 15 de junio de 2013

Lover Recalled - Capítulo 7


Kihara se abalanzó sobre el y JM le devolvió el abrazo. Por fin volvía a estar entre sus fuertes brazos, donde pertenecía. Con cuidado JM cerró la puerta y se separó un poco de ella para mirarle a los ojos.

-Hola susurró Kihara.

JM le sonrió.

- Hola pequeña.

JM parecía sorprendido por su reacción, pero la miraba maravillado. De pronto Kihara sintió que estaba segura de lo que había pasado, borrándole todas las dudas y el leve dolor de cabeza que sentía siempre al pensar en la Hermandad. Ahora estaba segura de poder distinguir que había ocurrido realmente, y que había sido solo un sueño.

- ¿Cómo es posible que te acuerdes de mi? Te borré la memoria.

Kihara le sonrió

- Bueno, tal y como le dije a no-se-quién por teléfono, no debiste hacer muy bien tu trabajo.

John soltó una carcajada y la apretó más fuerte contra su cuerpo. Estaba duro como una piedra y Kihara se excitó, alegrándose de poder causar una reacción así en un macho tan poderoso como el. Por fin seria suya en todos los sentidos, y podrían hacer realidad algunos de los sueños que la habían mantenido despierta y frustrada durante tanto tiempo. Frunció el ceño, JM por el momento parecía contento solo con mantenerla en sus brazos. Y ella estaba más que dispuesta a quedarse allí para siempre.

 
John estaba en las nubes, su chica estaba segura en sus brazos y todos estos años de soledad y dolor se esfumaron como si nada.

- Te he echado de menos pequeña.

Con cuidado le dio un beso en la cabeza, disfrutando de su olor. Su cuerpo le pedía a gritos que la hiciera suya pero John se controló. Quería hacer las cosas bien, y si soltaba ese control la podía asustar con su intenso deseo hacia ella.

- No sabía si eras real.

La voz de Kihara era apenas un susurro.

- Soñé todas las noches contigo, te podía oler en mi habitación, pero… no sabia si eras real.
- Soy real Kihara.

Kihara lo miró a los ojos y acercó su boca a la de el.

- Ya lo veo, ya.

Cuando John por fin sintió los labios dulces de Kihara bajó los suyos, gimió. El beso era dulce, tierno y muy lento. Un baile de labios tan seductor que lo estaba consumiendo entero. En su cabeza se veía a si mismo llevando a Kihara a su habitación, desnudándola lentamente para luego hacerle el amor durante toda la noche.

Kihara debía estar pensando algo parecido porque intensificó el beso, haciéndose mas atrevida. John gruñó cuando sus manos le recorrieron la espalda para bajar por su cintura y terminar en su trasero. Kihara le dio un suave apretón mientras le mordisqueaba los labios y lo volvía loco con la lengua. Con mucho esfuerzo y desgana John terminó el beso y separó un poco a Kihara de su cuerpo encendido. Sentía que podía explotar de un momento a otro y apenas lo había rozado. Apoyo su frente en la de ella mientras ambos intentaban recuperar el aliento.

- Tranquila pequeña que tenemos todo el tiempo del mundo.
- No.

Kihara le besó en la mandíbula.

- No, porque después viene Wrath y te separa otra vez de mi. No lo soportaría.

Seguía dándole besos y agarró el bajo de la camiseta que el llevaba puesta. Le agarró las muñecas con cuidado, deteniéndola.

- Mírame Kihara

Ella se mordió el labio y le miró.

- No dejaré que eso pase. Nadie me va a volver a separar de ti nunca más, eso te lo juro.


Kihara cerró los ojos. Deseaba a JM con todo su ser, pero parecía que el se frenaba. Ella sabía que el la deseaba, eso era obvio, pero por alguna razón quería tomarse su tiempo. Pensó que quizás tendría algo que ver con lo que se explicaba en los libros, pero desecho esa idea. JM no mostraba la inseguridad del personaje de Amante Mío, y el mismo le había dicho que no se creyera todo lo que leía. Resignada, Kihara lo cogió de la mano y lo llevó a su oficina. Veía que JM estaba impresionado y eso la hizo sentirse orgullosa del trabajo que había hecho hasta ahora.

Pasadas unas horas Kihara le había explicado todo y fue a coger una de las carpetas de la estantería que contenían algunos de los documentos que mostraban lo que habían estado comentando.

- ¡Au!

Inmediatamente JM se acercó a ella para ver que había pasado y a ella le encantó ver la cara de preocupación que tenia.

- ¿Qué ha pasado?

Kihara observó fascinada como los colmillos de JM crecían y un extraño deseo de ser mordida por este vampiro, la recorrió.

- Nada… Me he cortado con el papel, eso es todo. Voy a por una tirita.
- Espera.
 

JM le agarró la muñeca y acercó el dedo herido a sus labios. Apenas había dos gotas de sangre pero muy sensualmente JM lamió la sangre y succionando levemente, se metió el dedo en la boca. Gimió suavemente y los ojos se le habían oscurecido hasta parecer casi negros.

Kihara siguió sus movimientos y nuevamente la excitación se adueño de ella. Con su saliva JM había sellado la herida, pero seguía lamiendo, chupando y mordisqueando. Le estaba costando respirar por la falta de aire y sabia que JM lo estaba haciendo a propósito para volverla loca.

- Jooohhn….

John se detuvo y la miró con una sonrisa pícara. Chasqueando la lengua, la regañó sin soltarle la mano.

- ¿Y ese quién es? Pensé que esto quedo claro la ultima vez que hablamos…

Le cogió la barbilla y la inclinó hacia el.

- Para ti, no soy John…
- JM por favor… ¡No me dejes así!

La suplica de Kihara era casi un gemido y JM le dio un suave beso en la mano antes de soltarla.

- Hhmm…no. Solo por eso vas a tener que esperar un poco más.

John le guiñó un ojo y la acompañó a su habitación.

- Anda, métete e la cama. Es muy tarde y necesitas dormir.

Kihara se dispuso a protestar pero le salió un bostezo. Si que estaba cansada pero tenia miedo de irse a dormir, de despertar y ver que esto solo era un sueño más. JM debió de sentir su inquietud por que la besó y tranquilizó.

- Puedes dormir tranquila. Te prometo que estaré aquí cuando despiertes.
- Vale, ¿pero no quieres meterte conmigo?

John gruñó.

- No me tientes pequeña. Estoy intentando ser un caballero.

Kihara le sonrió y se metió en la cama, con John acurrucándose a su lado, eso si, por encima de la manta.

- Dulces sueños mi pequeña.

Y con esas palabras Kihara se quedó profundamente dormida para pasar su primera noche en años en la que no soñó absolutamente nada.
 

John despertó feliz en la cama de Kihara. Apenas se podía creer que estuviera aquí con ella. Había estado lo que quedo de madrugada y buena parte de la mañana mirándola y controlando sus impulsos. El sabor de su sangre se había quedado en su boca, manteniéndolo duro y frustrado toda la noche. Deseaba a Kihara con una fuerza y pasión que dudaba pudiera refrenar mucho tiempo, pero tenia miedo de hacerle daño y temía que si la mordía para probar su sangre mientras la tomaba, no se pudiera controlar al probar solo un poco. El deseo de saborear mas de ella, de su sangre y sentir ese dulce liquido espeso en la boca, en la garganta… Vale tío, para un momento. Olvidándose de sus necesidades, se levantó, preocupándose porque notó que ella no estaba en el piso. En la mesita de noche, Kihara le había dejado una nota;

 



 

John sonrió. La esperaría toda una vida si ella se lo pedía. Fue hacia la oficina para volver a mirar algunas cosas, cuando el grito que sonó desde fuera le helo los huesos ¡Kihara!- Se desmaterializó detrás de unos arbustos y vio un anti agarrando a Kihara por los pelos mientras Qhuinn y Blay luchaban contra otros cuatro antis. Con cuidado se acercó al anti que agarraba a Kihara. Su lado posesivo en forma de un olor especiado que el maldito anti noto. Este dio la vuelta hacia el sin soltar a Kihara. Procuro no mirarla para no distraerse, pero el olor ácido de su miedo le dijo que estaba aterrorizada. El macho en el rugió como un animal herido y antes de que el anti tuviera tiempo de darse cuenta, John se desmaterializo detrás de el, clavándole la daga en el cuello, hiriéndole gravemente. Deseaba torturar al maldito cabron que había asustado así a su Kihara pero una mirada a ella de confirmo que tenia que sacarla de allí cuanto antes. Miró a sus amigos y vio que Qhuinn luchaba contra el último anti que quedaba. Blay hablaba con V por teléfono para que viniera a deshacerse de los cuerpos y asintiendo, le lanzó a John las llaves del Hummer. John miró a su alrededor una vez más y vio las compras de Kihara esparcidas por el suelo, pero los ignoró y ayudó a Kihara a montarse en el Hummer. Salió disparado ya que la tenía que llevar a la mansión lo antes posible para que estuviera segura y lejos del alcance de esos antis. ¿Cómo demonios la habían encontrado? Durante todo el trayecto no soltó la mano de Kihara apretando levemente a ratos, recibiendo una sonrisa trémula a cambio. Cuando llegaron, John cogió a Kihara en brazos.

- JM, no tienes por que…
- Shhh… déjame cuidar de ti. 

Kihara se recostó contra el amplio pecho de JM y dejo que la llevara a donde quisiera. Todavía le temblaba el cuerpo del susto. Si no hubiese sido por Qhuinn y Blay… Kihara no quería ni pensar que podía haber pasado. Entraron en una especie de vestíbulo enorme y vio que Qhuinn y Blay ya habían llegado sanos y salvos. Soltó un suspiro de alivio. Los había visto en el Hummer antes de ir a comprar y prometió volver con algo para desayunar. Cuando volvió, aparecieron esos tipos de la nada.

- John, hijo ¿cómo está?

Wrath y Tohr se acercaron pero JM gruñó.

- Estará bien en cuanto la suba a mi habitación.
- Si quieres llévala…
- Por que no…

Todos los hermanos intentaban ayudar con sugerencias, pero JM la agarró más fuerte y empezó a subir las escaleras.

- ¡Ahora no!

Por algún lado, Kihara escuchó risas.

- Bueno, al menos sabemos por que la quiere en su habitación…


John la subió a su habitación ignorando los comentarios y consejos de los hermanos y cerro la puerta de una patada. Fue directamente hacia el cuarto de baño y con cuidado la ayudo a ponerse de pie. La miró con preocupación.

- ¿Estás bien?

Kihara cerró los ojos y asintió.

- Solo ha sido el susto. Si no fuera por Qhuinn y Blay

John la atrajo hacia si y la abrazó.

- Shh… ya pasó. Ahora estas a salvo y no voy a dejar que nada ni nadie te vuelva a hacer daño.
- ¿Les darás las gracias por mi?
- Eso lo puedes hacer tu misma.
- Vale.

Kihara levantó la cabeza y lo miró directamente a los ojos, mientras se lamía los labios.

- Te necesito JM. Yo… te necesito.

A John se le aceleró el pulso al escuchar sus palabras y la besó suavemente. Todavía tenía el miedo metido en el cuerpo. Pensar que la podía haber perdido… no iba a olvidarse en mucho tiempo. Ya se vengaría de esos antis en otro momento, ahora necesitaba estar con Kihara. Necesitaba marcarla y asegurarse de que estaba bien. Y por mucho que su cuerpo le pedía a gritos que le arrancara la ropa y la tomara dura- y rápidamente, no quería que su primera vez con Kihara fuera solo una sesión de sexo salvaje. Y mucho menos después de lo que había pasado. Así que mientras la besaba, John decidió tomarse las cosas con tranquilidad ya que Kihara se merecía al menos eso.

- Ven vamos a ducharnos.

Kihara asintió y comenzó a desvestirse, pero John la miró intensamente y la detuvo.

- Por favor, déjame a mí.

 
Kihara estaba temblando, pero no era de miedo. JM la estaba desvistiendo muy lentamente, casi con reverencia, sin dejar de mirarla a los ojos. Cuando por fin la desnudo por completo, quiso taparse, pero JM negó con la cabeza y se desvistió rápidamente. A Kihara se le seco la boca al verlo. Si normalmente ya era impresionante, desnudo era mil veces mejor y Kihara notó como se le endurecían los pezones y su cuerpo se preparaba para recibirlo en su interior.

Levantó la mano y recorrió su musculoso torso con los dedos admirando la dureza de los músculos y la suavidad de su piel. No le sobraba ni un gramo de grasa y Kihara recorrió cada valle de esos abdominales definidos. No tenia vello en todo el cuerpo y cuando sus dedos llegaron a su ombligo, noto como su polla se movía, reclamando atención. El siseó y a Kihara le encantaba el poder que tenia, solo con tocarle el cuerpo. Una pequeña gota adornaba la cabeza de su grueso miembro y ella quiso arrodillarse para saborearlo. Sin embargo, JM no la dejó, y con cuidado la empujó hacia la ducha y le susurró al oído.

- No me mires así mujer, que me vas a matar.

La ducha se convirtió en una seducción sensual entre los dos. Kihara enjabonó el cuerpo de JM y el a su vez hizo lo mismo con ella. Le lavó el pelo con cuidado de no enredárselo y dedicó especial atención a las partes más sensibles de su cuerpo, arrancándole varios gemidos y jadeos en el proceso. Kihara estaba ardiendo de deseo cuando la ducha por fin terminó y JM la estaba secando. El debía de sentir lo mismo porque mientras se estaban duchando, su erección se había mantenido firme en todo momento. Kihara detuvo las manos de JM sobre su cuerpo y se apretó contra el, sintiendo la evidencia de su excitación contra su vientre. Sin una palabra lo besó, reclamando a su macho de una vez por todas.

2 comentarios:

  1. me gusta me gustaaa esto se pone cada vez más interesanteeeeee :D
    espero que subas pronto
    un besitoo

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  2. Ya tienes tu capi de hoy - espero que te guste :D

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