domingo, 30 de junio de 2013

Lover Recalled - Capítulo 16


Kihara volvió en si varias horas después. La cabeza le latía con fuerza y las heridas de los brazos, que habían vuelto a encadenar, estaban en carne viva. Podía oír algunos murmullos, pero estaba tan débil que no entendía bien lo que se estaba diciendo. Intentó abrir los ojos pero el ver las heridas de los brazos le daba nauseas, y ya lo estaba pasando lo suficientemente mal teniendo que oler su propia sangre. Los volvió a cerrar con fuerza e intentó concentrarse en las voces. Sabía que uno era Tohrture pero, ¿y el otro? Había escuchado esa voz antes, estaba segura, pero no se acordaba dónde.

- Papa, te juro que no volverá a pasar. La vigilaré mejor.
- ¡Eres un inútil! No puedo fiarme de ti. Todo lo tengo que hacer yo mismo. ¿¡Y por qué demonios no has usado las máquinas de transfusiones!?
- Es más natural de esta manera. Su cuerpo aceptará mi sangre mejor.
- ¡Me da igual! ¡Con las maquinas es más rápido! Esa chica ya debería de estar a nuestro lado luchando contra esa hermandad de seres asquerosos!
- Si padre. 
- No te aguanto más. Yo me voy a casa. ¡Me da igual como lo hagas pero cúrala y mándala a matar algunos vampiros!

 

Wrath escuchó la historia de los chicos con atención.

- ¿Quién demonios es este señor Edwards? Se cambia el primer nombre, pero siempre empieza por la misma letra y el apellido no se lo cambia. O es idiota o ese nombre significa algo para él. V, ¿puedes investigarlo?
- Ahora mismo voy.

Vishous se dirigió a sus cuatro juguetes. Wrath sabía que V no pararía hasta encontrar algo de información sobre esa tal Lohrena y Stan ya que quizás eso los acercaba más al paradero de Kihara. 

- Nosotros vamos a Main Street. Quiero ir a todos los locales y almacenes de Stan.

John se dio la vuelta para marcharse, pero Wrath lo detuvo.

- John, hijo, quiero que vayas a descansar unas horas. Y Blay y Qhuinn también.
- No. Yo voy a ir a...
- John. Esto es una orden. Estáis exhaustos y necesitas descansar para cuando V haya terminado de investigar y sepamos algo más. Mientras mandare a Tohr y Rhage a investigar esa calle y los locales que hay en ella.

John quería negarse pero la verdad era que estaba agotado. Sabía que casi todos los hermanos estaban ahí fuera todavía buscando a Kihara y sabía que lo llamarían si encontraban algo. Miró a sus amigos y sus rostros reflejaban el mismo cansancio que el sentía.

- De acuerdo. Solo unas horas. Pero si...
- En cuanto sepa algo, te aviso de inmediato.

John asintió y salió para dirigirse a su habitación. Antes de entrar quedó con Qhuinn y Blay a la hora en la que volverían a la oficina de Wrath a por más información, si es que la había. Se despidió de sus amigos y se metió en la habitación, apoyándose en la puerta, deseando poder despertar ya de esta pesadilla.

 

Blay y Qhuinn se quedaron en el pasillo sin saber bien que hacer. Era la primera vez que se quedaban realmente solos después de lo que había pasado en la ducha y parecía que ninguno de los dos quería hablar del tema.

- ¿Vienes a mi habitación?  

Qhuinn solo dudó un instante antes de asentir. Entraron juntos y Qhuinn se volvió a sorprender de lo limpio y organizado que era su amigo. ¿O ahora era su amante? Bueno técnicamente no lo eran pero… Se metió las manos en los bolsillos y miró en todas las direcciones menos hacia donde estaba Blay. Mirando de reojo, vio que este lo observaba, apoyado en la puerta con los brazos cruzados sobre su amplio pecho. Qhuinn no quería que Blay lo pillara mirándolo, pero sin poder remediarlo, su vista volvía una y otra vez al cuerpo musculoso de Blay. Ese cuerpo que había enjabonado entero y… ¡joder! Tenía que dejar de pensar esas cosas. Los pantalones ya le apretaban y tenía que concentrarse en ayudar a John a encontrar a su chica. Sin embargo su cuerpo parecía tener otras ideas, al recordar todo lo que había pasado la última vez que estuvieron juntos en esta misma habitación.

Blay observó a Qhuinn, mientras aguantaba la risa. Reconocía cada una de las emociones que transformaban su rostro. Vergüenza, confusión, deseo, preocupación, enfado. Deseo. Después de verlo pasear inquieto por la habitación, Blay no pudo quedarse callado más tiempo.

- ¿Esto es real?

Eso detuvo a Qhuinn.

- ¿Qué quieres decir?
- Tú y yo. Esto que está pasando. ¿Es real?

Qhuinn se acercó a él sin sacar las manos de los bolsillos y simplemente lo miró.

- Pues… no lo sé.

Blay se quedó hipnotizado mirando los ojos de Qhuinn. Le encantaba que uno fuera verde y el otro azul. Aunque Qhuinn odiara sus ojos, Blay pensaba que era algo único, algo solamente de Qhuinn. Blay podía perderse en ellos y estar tan feliz.

- ¿Cómo que no sabes? ¿Esto va a durar o es solo por la intensidad del momento? Las peleas con los antis, la búsqueda de Kihara. Ahora no puedes ir al ZeroSum a por tu dosis diaria de sexo, pero cuando termine todo esto, ¿qué pasara?

Qhuinn no dijo nada y dejo que Blay siguiera.

- Necesito saber a dónde va esto Qhuinn, porque si no vas en serio, más vale que

Qhuinn lo calló acercándose a él. Tanto que Blay tuvo que quitar los brazos que tenía doblados delante de él. Qhuinn se pegó a él pecho contra pecho y a Blay se le aceleró la respiración. El olor de Qhuinn lo volvía loco y no quería dejar de olerlo nunca. Qhuinn apoyo las manos en la puerta que Blay tenia detrás, justo a la altura de su cabeza. Se acercó a él, casi rozándole los labios.

- ¿Te parece que esto no es serio?

Blay sintió el peso del cuerpo de Qhuinn presionándolo contra la puerta, atrapándolo entre sus brazos, antes de que los labios de este le dijeran sin palabras lo serio que esto era para él.


Vishous imprimió toda la información que había encontrado hasta el momento, para llevársela a Wrath. Los chicos tenían razón con respecto a Lohrena. Más conocida como Lohrena S. Edwards. Deseó tener a Kihara a su lado para investigar esto con ella. Seguro que ella encontraría muchas más cosas. Pero por ahora Vishous hacia lo que podía.

- Hey.

Vishous levantó la vista y vio a Butch apoyado en la puerta.

- ¿Que pasa Butch?
- ¿Cómo estás?

Vishous suspiró.

- ¿Cómo crees que estoy? Hace ya varios días desde que desapareció… no  se…  No sé si la vamos a encontrar con vida.

Butch se acercó a él y le apretó el hombro.

- La encontraremos V. Viva o muerta, la encontraremos.
- Más vale que este viva Butch. Porque si no es así, no sé qué va a pasar con John.

 

Qhuinn profundizó el beso mientras ondulaba las caderas contra las de Blay. Sabia que los dos necesitaban descansar pero le era imposible parar. Esta vez necesitaba algo más que cuando estuvieron en la ducha. Aquella vez Qhuinn no solo se había alimentado de su amigo, sino que los había llevado a los dos a un orgasmo interminable, con sus manos. Ahora quería que Blay tuviera un clímax igual de satisfactorio, pero esta vez, Qhuinn quería usar su boca para hacerlo llegar. Necesitaba saborearlo, demostrarle a Blay que si iba en serio, aunque no sabía durante cuánto tiempo. No se merecía a alguien como Blay a su lado y tarde o temprano se daría cuenta de que él no era todo lo bueno que Blay quería creer. No había más que verlo, aquí estaba deseando arrancarle la ropa a su mejor amigo, mientras John sufría por Kihara. Era un hijo de puta y solo el tiempo haría que Blay se diera cuenta de ello. Un leve dolor punzante en el cuello lo saco de sus pensamientos. Blay intentaba morderle, con las manos apoyadas en sus hombros. Qhuinn le agarró las manos con fuerza y se las apretó contra la puerta, inmovilizándolo. Le encantaba verle los colmillos a Blay, pero saco sus propios colmillos. Ya era hora de enseñarle quien iba a ser el macho dominante en esta relación.

Blay gimió al sentir a Qhuinn succionando la sangre de su cuello. Sonreiría si pudiera, pero lo que Qhuinn le hacía sentir, era demasiado intenso. Todavía no estaba del todo seguro de lo en serio que iba Qhuinn con esto, pero le gustaba la manera en la que este se lo quería demostrar. Sin embargo, conocía bien a su amigo y había visto la duda reflejada en su mirada cuando habían estado hablando. Blay lo dejaría jugar al macho dominante por ahora, y cuando por fin estuviera seguro de sus sentimientos, Blay le demostraría quien mandaba de verdad.

- Dios Qhuinn…

Las manos de Qhuinn habían soltado sus brazos y estaban recorriendo su cuerpo. Acaricio sus pectorales, apretando suavemente sus pezones y siguió bajando por sus abdominales, deteniéndose en su ombligo. A Blay le faltaba la respiración. Qhuinn había logrado quitarle la camisa sin que se diera cuenta y cuando los labios de Qhuinn siguieron el mismo camino que sus manos, Blay dejo de pensar.

 

Vishous siguió buscando mientras Butch paseaba de un lado a otro en la habitación. Quería encontrar más información sobre Stan. Si era un simple humano, ¿cómo había sobrevivido al ataque que le había provocado en el instituto, con su mano? Algo se le escapaba…

- Creo que tengo algo.

Butch se acercó a mirar rápidamente lo que había en las pantallas.

- He encontrado algo en los archivos de la Glymera. Aquí dice que Lohrena fue desheredada por estar con un humano llamado Charles Black.
- ¿Hay fotos? ¿Sabemos si es el mismo tipo?
- Si, aquí hay una foto de los dos juntos.

Y ahí, desde una foto antigua y bastante más joven, estaba el señor Edwards, sonriéndoles con descaro.

- Hijo de puta.
- Vamos a hablar con Wrath.

El teléfono de Vishous los sobresaltó, pero respondió rápidamente.

- Dime Rhage.
- Tenemos un rastro de sangre.
- ¿Dónde?
- Main Street. Cerca de uno de los almacenes de Stan.
- ¿Aviso a John?
- No se V. Hay mucha sangre y no sabemos con seguridad si es de ella. No parece sangre humana.
- Mierda. Estaremos allí cuanto antes.

Vishous miró a Butch que lo había escuchado todo.

- Vamos a por John. Creo que tenemos un rastro de Kihara.

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