Vishous volvió después de una eternidad, aunque probablemente solo habían
sido unos minutos. La rubia que llevaba con él era impresionante pero a Kihara
no le importó demasiado, mientras que pudiera ayudar a JM.
- Kihara, esta es Lisette. Le he explicado todo y JM solo se alimentara de
su muñeca. Nada más, ¿vale? Te quiero aquí esperando – no quiero que lo veas.
La rubia extendió su mano y la observaba con una mirada serena.
- Ayúdale. Por favor.
La elegida asintió y se recogió la túnica para entrar en la habitación con
movimientos elegantes. Parecía una virgen inmaculada, la imagen viva de la
pureza y bondad y Kihara deseó que pudiera alimentar a su JM. Después de varios
minutos que nuevamente se le hicieron eternos, la puerta se abrió.
- Kihara, entra aquí. Ahora.
Sin perder el tiempo entro y encontró a JM donde lo había dejado, en la
cama con los brazos alrededor del estómago. La elegida rubia estaba a su lado
con el brazo extendido delante de él. Extendió la otra mano hacia Kihara.
- Ven querida. El no se alimentará si no estas presente.
Kihara no dudó. Se sentó en la cama cerca de JM y le cogió una de sus
manos, dándole un suave apretón.
- Esta bien, nullum. Estoy aquí,
puedes alimentarte de ella. Lo necesitas.
JM se inclino hacia delante y con los colmillos ya expuestos, puso su boca sobre la
muñeca de Lisette. La rubia se tensó y luego se relajó.
Kihara no quería mirar pero notaba el sutil
movimiento de JM que indicaba que chupaba. Cuando apretó su palma, ella le
devolvió el gesto.
Ya con más fuerza, JM se incorporo para
sentarse al borde de la cama y sin soltarle la mano, la acomodo sobre su
regazo. Era un poco extraño, ya que estaba chupando sangre del brazo de otra,
pero Kihara sabia que era una necesidad para sobrevivir. Como dijo Vishous,
ella no lo podía alimentar. Podía sentir los tirones de él mientras tomaba de
la vena de la elegida pero el cuerpo de JM contra el suyo le era familiar y la
caricia sobre su muñeca le decía que pensaba en ella mientras se alimentaba.
Cuando acabó. JM suspiró y la abrazó fuertemente.
Kihara se soltó y se volvió hacia Lisette
emocionada.
- Gracias. Le has salvado la vida.
La rubia sonrío.
- Ha sido un placer. No dudéis en llamarme si
me necesitáis de nuevo.
- Gracias, así lo haremos.
Vishous ayudó a Lisette a llegar de nuevo al otro lado. Cuando volvió Butch
lo estaba esperando.
- ¿Que te traes con esa niña, V?
Vishous sonrió, la palabra niña fue pronunciada con mucho énfasis.
- No me traigo nada con ella, poli. Juntos intentamos solucionar esto de
los antis, nada más.
Butch entrecerró los ojos.
- Para no haber “nada” más, sí que estabais bien abrazados.
- Necesitaba consuelo. No inventes cosas que no son. Además, la chica es mona,
pero por si no te has dado cuenta, John la ha marcado y lleva su olor marcado
en la piel.
Durante un largo rato Butch simplemente lo miró. La tensión sexual en el
ambiente se hizo más intensa y recuerdos de cosas que habían pasado juntos,
incluida la ceremonia de iniciación, flotaron entre ellos.
- Vale.
Como siempre, Butch huyó de los sentimientos que no podía entender. Vishous
sonrió, seguramente su amigo ni se daba cuenta de que su reacción era causa de
los celos.
John abrazó fuertemente a Kihara. Estaba insaciable después de haberse
alimentado y le había hecho el amor 5 veces. Pero su cuerpo aun quería más.
Ella se dejó abrazar y John vio como se le iban cerrando los ojos por el
cansancio y el sueño. Le besó en la frente y le susurro.
- Te quiero.
Eso la hizo abrir los ojos de golpe.
- Dios JM… Yo también te quiero.
El beso que siguió fue explosivo y
por primera vez en todo este tiempo, Kihara se atrevió a tomar el control.
Se puso sobre el a horcajadas y con las manos le recorrió el cuerpo. Su caricia prosiguió
hacia el estómago, y cuando ahuecó la mano alrededor de su polla a través de
las sabanas, él se arqueó en la cama, jadeando. No hubo preámbulos, porque ya
habían tenido demasiados. Impacientemente Kihara apartó las sabanas,
acariciando su erección, haciendo que John gimiera. Sin esperar, lo guió hacia
su calido y húmedo interior muy lentamente. Tanto que John no pudo esperar más.
Le agarró las caderas y comenzó a
moverlas hacia arriba y de vuelta abajo. Él jadeó, ella gimió. Los músculos
internos apretaban y soltaban su polla, la presión intermitente hizo que sus
pelotas se tensaran y estuvieran preparadas una vez más. Se movieron juntos,
más y más rápido, convirtiéndose en uno, los dos preparándose para un final
explosivo.
Cuando Kihara se corrió otra vez, el se dejo llevar y su cuerpo se puso rígido de los pies a la cabeza, gritando el nombre de su amada una y otra vez.
Cuando Kihara se corrió otra vez, el se dejo llevar y su cuerpo se puso rígido de los pies a la cabeza, gritando el nombre de su amada una y otra vez.
Bajaron a la sala de juegos unas horas más tarde y los hermanos estaban
como siempre, jugando al billar, viendo una peli o simplemente observando a los
demás. Kihara notó que Qhuinn y Blay estaban un poco raros pero no les presto
demasiada atención. Vishous y Butch jugaban al billar y a Kihara no le gustó
nada como les miró Butch. JM no pareció notarlo así que la guió hacia donde
Rhage y Tohr veían una de las múltiples versiones que tenían de Godzilla.
Parecía que esta noche les tocaba de nuevo a Zsadist y Phury de estar ahí fuera
luchando. Eso preocupaba a Kihara. Ya no estaban luchando contra unos humanos
retorcidos. Estos seres estaban modificados genéticamente ¿pero cómo? Deseo
haber estudiado biología y ciencia para entender cómo se podía hacer esto que intentaban los antis. JM estaba concentrado
en la película y metiéndose con Rhage, pero ella no podía dejar de pensar. Miró
a Butch que tenía los colmillos fuera por la excitación de estar ganando.
Sintió una punzada de celos al pensar en los colmillos de JM alimentándose
de... De repente una idea se formó en su cabeza y tenía que investigarla cuanto
antes.
- ¡Vishous!
John se tensó cuando Kihara gritó el nombre del hermano. Le dio un beso
breve y un “ahora vuelvo” antes de levantarse e ir hacia Vishous, que había
detenido el juego. Los vio discutir algo brevemente antes de dirigirse hacia la
habitación donde estaban los cuatro juguetes. Juntos. Bueno, al menos Butch
parecía igual de enfadado que él.
- ¿Como estas, tío?
Qhuinn ocupó el lugar de Kihara a su lado y John solo se encogió de hombros
- no quería hablar de sus miedos con sus amigos.
- Ya. ¿Tú también estas jodido eh?
John lo miró arqueando una ceja y Qhuinn miró brevemente a Blay antes de
desviar la mirada. John se levantó.
- Vamos a entrenar. Blay, ¿te vienes?
- Eh... no. Me quedo viendo la peli.
John se preguntó qué demonios habría pasado entre sus amigos, pero pensaba
averiguarlo mientras Kihara seguía ocupada con Vishous.
Qhuinn quedó en silencio mientras iba con John hacia el gimnasio. Sabía que
podía contar con su amigo y confiar en él, pero no estaba seguro de querer
contarle todo lo que había pasado entre él y Blay, la noche que volvieron tan
magullados después de la lucha contra los antis. Qhuinn había seguido a Blay
hasta su habitación y entrado con él, con la excusa de que quería asegurarse de
que estaba bien. Claro que no, era tanto una excusa, como una necesidad. Cuando
Qhuinn vio al anti encima de Blay, con sus manos alrededor de su cuello, el
macho en el rugió, ¡Mío!
Mató al anti sin piedad y notó como algo cambio en él al ver a Blay tendido
en el suelo con el cuello colorado. Lo había ayudado a levantarse para seguir
luchando. Luego llegaron a casa y…
- ¡Qhuinn!
John lo sacó de sus pensamientos chasqueando los dedos en su cara.
- ¿Qué te pasa tío? Te he llamado tres veces.
- Yo... - suspiro - ...vamos a entrenar un rato ¿vale?
John asintió mientras lo miraba con preocupación. Vaya mierda.
La mente de Qhuinn volvió de nuevo a aquel momento mientras ajustaba la
velocidad en la cinta de correr. Se había acercado a Blay para inclinarle la
cabeza y poder ver los moratones del cuello. Con sus pulgares había
recorrido las marcas muy lentamente, mientras una mezcla de olores lo asaltaba.
Sudor, sangre y el olor puramente masculino de Blay que lo estaba volviendo
loco.
- Estoy bien.
La voz de Blay estaba ronca, pero Qhuinn no supo si era por lo que le había
hecho el anti, o por lo que le estaba haciendo el. Subió su mirada hacia la de
su amigo. Durante un instante se quedaron así. No se movían, no respiraban. Y
de pronto, sin que se diera cuenta de cómo había pasado, se estaban besando. No
era un beso suave y lento. Todo lo contrario. Era duro. Salvaje. Exigente. Los
dos estaban sucios y doloridos, pero a ninguno parecía importarle. Qhuinn había
movido sus manos desde el cuello de Blay hacia su pelo, y había enterrado sus
manos en su espesa melena pelirroja. Inclinó la cabeza para profundizar aún más
el beso. Sin separar su boca de la de Blay, le soltó el pelo para desgarrarle
la camisa, pasando sus manos por esos abdominales tan definidos – notando como Blay temblaba bajo sus manos.
Las manos de Blay no se habían movido de su cintura y Qhuinn agarró la suya
y se apretó contra él, notando que Blay estaba igual de duro que él. Blay se
separó un poco de él, jadeando, y lo miró con los colmillos completamente
extendidos. Sin decir una palabra, movió la cabeza, exponiendo su cuello,
ofreciéndoselo a Qhuinn. A pesar de las marcas que Blay tenía en el cuello,
Qhuinn no se pudo resistir a esa invitación, y mordió. Fuerte.
Incremento la velocidad en la cinta de correr, y siguió recordando. Después
de varias horas entrenando decidieron parar para ducharse y cambiarse. Qhuinn
podía ver que John estaba preocupado porque él no hablaba, pero, ¿cuánto le
podía contar?
- ¿Qué pasa si un macho bebe de otro macho?
La cara de John era el puro reflejo de la sorpresa.
- Eh... no lo sé.
- Ya.
- Tu...
- Sip
- Y Blay...
- Se dejó.
- Whoa...
- Sí.
- ¿Y después qué…?
- Nada. Después... nada.
Ni de coña le iba a contar Qhuinn lo que había pasado entre ellos cuando se
metieron en la ducha. Juntos.
- ...y entonces creo que le introducen la sangre del vampiro para que se
mezcle con su sangre humana y así hacer una alteración genética, más fuerte que
un humano pero no del todo un vampiro.
Vishous no dijo nada, parecía estar pensando.
- Es una buena teoría, ¿pero si lo que quieren es deshacerse de los
vampiros, porque iban a crear seres con nuestras características?
- También lo he pensado y lo único que se me ocurre es que están intentando
combatir el fuego con fuego. Después se deshacen de ellos. Sería como un daño
colateral.
- Es posible. Tendremos que informar a Wrath de esto antes que a los demás.
Pero ya lo hago yo mañana. Anda ve, y busca a tu macho.
Kihara se levantó con cuidado, tenía los músculos agarrotados de estar
tanto tiempo en la misma postura. No sabía cuántas horas había estado
investigando pero el estómago le rugía y tenía tanto sueño que temía quedarse
dormida por el camino. Al menos su teoría parecía corresponder con los
documentos que habían encontrado. Recibos de todo tipo de cosas, máquinas para
hacer transfusiones, material médico para poder completar las transfusiones,
medicamentos para evitar el rechazo de la sangre. Se le revolvía el estómago
pensar lo que eran capaces de hacer los antis a las personas de su propia
organización. No quería ni pensar en lo que les hacían a los vampiros,
dejándoles sin sangre... Esperaba que lo que habían encontrado ayudara a la
Hermandad en su lucha contra los Antivamps. No había visto a JM desde
que lo dejo viendo la película con Rhage. Esperaba que no estuviera demasiado enfadado,
sin embargo el frío helado que notó en la habitación cuando entró, le hizo
perder esa esperanza.
John notó como Kihara entró en la habitación y cerró la puerta. No dijo
nada, no hizo nada, pero maldita sea, su sola presencia ya hacía que estuviera
duro como una piedra. No quería reaccionar así ante ella, pero no es que
tuviera elección. Su cuerpo la reconocía como suya y se preparaba para marcarla
como tal.
- Hemos descubierto varias cosas importantes.
- Bien por ti.
Dios, su voz le sonaba fría hasta a él.
- Siento haberte dejado solo, es que se me ocurrió algo y quise...
- ...estar con V para investigar. Lo sé. No me interesa.
- Vaya. Ehm... vale. No hace falta que te pongas así. Solo estoy...
- ...intentando ayudar. Si, lo sé. Lo has repetido varias veces. Bien por
ti.
Estaba siendo un capullo pero su cabeza y su corazón estaban hechos un lío
y no podía detener la frialdad de su voz. Ni siquiera se atrevía a
mirarla.
- Dios, JM ¿qué te pasa? Ya te he dicho que lo siento.
- ¿Y que quieres que te diga? ¿Que no pasa nada, que no me importa que
pases más tiempo con él que conmigo?
- ¿Pero esto a que viene? Estoy trabajando JM. Trabajando para que tu
Hermandad y tu raza estén más seguros. Yo no tengo nada que ver y sin
embargo...
- Ya claro. Y el hecho de que V sea un Hermano, un macho de valía, no tiene
nada que ver, claro. Y
para colmo eres su rahlman.
Kihara estaba atónita - esto no era para nada como en los libros. JM estaba
celoso de Vishous... pero Kihara no lo entendía, no había hecho nada malo. ¡Si
ni siquiera le atraía V!
- Mira JM, si yo tengo que soportar que le chupes la sangre a una elegida
mientras que a mí ni te me acercas en ese sentido, creo que tú deberías de ser
capaz de aceptar que yo trabaje con Vishous. Además, ¿de verdad piensas que yo
puedo ver a Vishous como algo más que un amigo? ¿Que podría estar con él, a
pesar de todo lo que siento por ti?
JM tuvo la decencia de quedarse callado.
- Si de verdad piensas eso de mí, no sé qué hacemos juntos.
Eso lo hizo reaccionar. La miró. Abrió la boca y la volvió a cerrar.
Estpendo, voy a por el siguiente ya
ResponderEliminarFran