Kihara despertó desorientada. ¿Estaba en el cielo? Tenia la certeza de que
había muerto pero no se acordaba ni como ni cuando. Abrió los ojos con cuidado
y soltó un suspiro de alivio. Si estaba muerta, no le importaba por que JM
estaba aquí con ella. Estaba en la misma silla donde había estado aquella
primera vez hacia ya tantos años. Se había quedado dormido en una postura
bastante incomoda ya que su cuerpo enorme apenas cabía en ella. Kihara intentó
incorporarse con cuidado y el dolor que la atravesó le confirmo que estaba muy,
pero que muy viva. Jadeó por la punzada que le recorrió el hombro y eso
despertó a JM al instante. Estuvo a su lado antes de que le diera tiempo a
parpadear.
- ¿Como estás?
La miraba preocupado pero no la tocaba.
- Estoy bien. Un poco dolorida, pero bien.
- Vishous te curó, pero en humanos tarda un poco más en hacer efecto.
John cerró los ojos y suspiró. Parecía que quería decir algo pero se quedo
callado. Con movimientos lentos y un poco torpes, Kihara se levantó y se abrazó
a el con fuerza.
- Estoy bien, nullum. Mírame.
JM abrió los ojos y la miró. Con su pulgar ella le secó la lágrima que le
recorría la mejilla y lo besó con ternura.
- Pensé... carraspeo y lo intento de nuevo. - Pensé que te había perdido
para siempre.
- Shhh... No me has perdido JM.- Cuando vi como caías... y toda esa sangre...
Kihara lo besó de nuevo.
- No me has perdido, nullum, y no
me vas a perder. Ahora ven, vamos a ducharnos.
JM negó con la cabeza.
- ¿Puedes ir sola? Necesito hacer algunas cosas.
A Kihara no le gustaba nada como sonaba eso pero suponía que JM estaba
conmovido por el susto y necesitaba un poco de espacio.
- Si, claro. No tardaré.
John estaba hecho un lío y necesitaba un poco de tiempo a solas para
pensar. Quería a Kihara con locura, de eso no había duda, pero ya era la
segunda vez en poco más de una semana que había estado en peligro por estar con
la Hermandad. Por estar con él. Debería de hablar con Wrath y pedirle que la
enviara a un lugar seguro y le borrara la memoria, ya que cuando él lo hizo, no
fue del todo bien. Le dolía pensar esto pero la noche anterior casi la pierde y
si eso pasaba... John no lo quería ni pensar. No podría vivir sin ella.
Prefería poder verla y amarla de lejos que tenerla a su lado y exponerla al
peligro al que se enfrentaba la Hermandad, con el riesgo de perderla.
- ¿JM?
Kihara apareció ante el envuelta en una toalla y el deseo se apodero de el.
La devoró con la mirada y le arrancó la toalla. Como un hombre hambriento se
apoderó de su boca, consumiéndola una última vez. Sus brazos se cerraron
alrededor de ella, abrazándola tan fuerte que apenas podía respirar. Mientras
la lengua entraba en su boca, la levantó y se dirigió hacia la cama. El sexo
fiero y desesperado era una mala idea. Una muy mala idea. Y mas cuando sabias
que no volverías a hacerlo con la mujer a la que amabas, pero ahora mismo todo
eso no importaba. Los colmillos le palpitaban pero no le haría eso a Kihara. Le
haría el amor, solo eso, una vez más.
La siguió besando con desesperación mientras sus manos le recorrían el
cuerpo sin detenerse en un lugar concreto. Kihara gimió fuertemente y el se
separó un instante para poder respirar. Pero al ver los pechos de Kihara no se
lo pensó y con la lengua le recorrió los pezones, formando círculos cada vez
más pequeños que terminaban con un pequeño mordisco en sus pezones. Tenía mucho
cuidado de no perforarle la piel pero Kihara jadeaba y se arqueaba como si lo
hubiera hecho. Siguió bajando por su piel, tenia que saborearla, sentirla en su
lengua. Lamió su ombligo y siguió bajando hasta llegar a donde quería estar.
Dios, le encantaba el olor de Kihara, y su sabor como el de las nectarinas,
realmente era como bebida para los dioses. Lo volvía loco, y la podía devorar
hasta que ella quedara exhausta de todos los orgasmos que el le podía dar. Su
lengua hacía círculos alrededor de su centro mientras las manos sujetaban sus
muslos.
La lamió duramente, volviéndola loca, llevándola al borde del abismo una y
otra vez. Ella se empujó contra su boca, arqueándose. Fue tan rudo, tan voraz…
quedó destrozada. La provocaba alargando el orgasmo, manteniéndola en ese
estado como si estuviera desesperado por que no se terminara. Cuando John
estuvo seguro de que Kihara estaba completamente saciada, se incorporó poniendo
las caderas entre las suyas. Las balanceó contra su centro, y esa enorme
erección empujaba contra el suave lugar que había tenido en su boca.
Con una maldición retrocedió… y empujó en ella, estirándola tanto que casi
dolía. Ella gritó con la invasión, pero alzó las caderas para que pudiera
penetrarla aún más, olvidando el dolor del hombro. Le agarró las caderas y
bombeó contra ella fuertemente, haciendo que ella se agarrara a su cuello,
perdida en un ritmo demoledor. Fuerte, duro, salvaje… rudo. Mientras ella tenía
otro orgasmo, él rugió, explotando dentro de ella una y otra vez, llenándola
completamente.
Cuando finalmente se colapsó sobre ella, JM enterró la cabeza en su cuello,
respirando fuertemente. Notaba el leve roce de sus colmillos pero el seguía
negándose a morderla.
- JM, háblame. ¿Que te pasa?
Él se separó de ella y Kihara notó el distanciamiento en JM. A pesar del
sexo increíble que acababan de tener JM había creado un muro entre los dos que
ella no sabia como atravesar. No entendía muy bien lo que le pasaba, entendía
que hubiera pasado miedo, pero eso debería haberlo acercado más a ella y no al
revés.
- ¿JM?
- No podemos estar juntos.- ¿Qué?
- Es demasiado peligroso.
Kihara lo vio pasarse la mano por la cabeza repetidamente, mientras cogía
la toalla del suelo para taparse.
- Estarás más segura en otro lugar. Sin tener contacto directo con la
Hermandad.
- Y una mierda.- Kihara...
- No pienso dejarte JM.
- Es más seguro.
- ¿Para quién? ¿Más seguro para mí o más seguro para ti?
Kihara se vistió rápidamente esperando una respuesta que no llegó.
- Jamás pensé que fueras tan cobarde John. Pero si de verdad quieres
que me vaya... Adiós. Ahí te quedas.
Vishous estaba en la sala de juegos cuando escucho el portazo y noto el de
vinculación de John junto con el olor ácido de la tristeza y las lagrimas de
Kihara. La vio bajando las escaleras y sintió la necesidad de abrazarla. ¿Qué
tenia esta chica que lo intrigaba tanto?
Le había salvado el culo la noche anterior y había descubierto cosas de los
Antivamps que él no había podido encontrar. Cuando vio que se dirigía hacia la
puerta principal, la detuvo con un fuerte silbido. Lentamente Kihara se dio la
vuelta y lo miró con los ojos colorados e hinchados. Verla así le removía algo
por dentro que hacia que tuviera ganas de patearle el culo a quien hubiera sido
el que había causado esas lagrimas.
- ¿A dónde crees que vas, chica valiente?
- JM... quiere que me vaya.- ¿De qué estas hablando?
- Dice que estaré más segura si me voy de aquí y me alejo de la hermandad.
- No se en que esta pensando nuestro John, chica, pero me temo que estas atrapada aquí.
Kihara se acomodo en el sofá de la sala de juegos. Vishous la había
tranquilizado después de que le hubiese contado la pelea que había tenido con
JM. Todavía estaba dolida pero ya se sentía un poco mejor. Vishous le había
explicado que era el miedo que había hecho reaccionar a JM así y que en unas
horas se le pasaría todo y vendría a buscarla como loco. También le había dicho
que lo de estar atrapada, iba en serio. Era demasiado peligroso para ella, cosa
que podía entender después de lo que había pasado.
Así que cuando Rhage entro con Butch diciendo que querían ver una peli y
comer palomitas, Kihara se apuntó. Disfrutó viendo a los hermanos metiéndose
los unos con los otros y jugando al billar o viendo la película. Se sentía como
en casa y deseaba poder compartir este momento con JM.
Como si lo hubiese conjurado, este apareció por la entrada de la sala,
mirándola intensamente.
Ignorando las miradas curiosas de los hermanos, John se acercó a Kihara y
se arrodillo delante de ella. Se había pasado toda la tarde auto
compadeciéndose hasta que se dio cuenta de que no la podía perder así.
Simplemente tendría que cuidar mejor de ella y demostrarle que no era el
cobarde que ella creía. Abrió los brazos y Kihara dudo solo un instante antes
de arrojarse a sus brazos. John sabía que la había hecho daño por el olor que
desprendía y porque se le notaba en la mirada.
- Lo siento - le susurró al oído.
Kihara no dijo nada, simplemente se abrazo mas fuerte a el. La besó muy
suavemente pero a su alrededor los hermanos comenzaron a silbar y hacer
comentarios burlones. Sin embargo a John le dio igual. Estaba a punto de
llevársela de nuevo a su habitación cuando todos los hermanos se quedaron en
silencio. Wrath entro junto a Tohr, llevando algunos papeles en la mano.
John se sentó al lado de Kihara y vio que estaban todos los hermanos
presentes mas él, Qhuinn y Blay. Kihara hizo ademán de levantarse pero el rey
le indico que se volviera a sentar. Wrath no parecía saber por donde empezar
por lo que Tohr tomó el mando y comenzó a hablar.
- Hermanos, parece ser que tenías razón después de todo. Esos antis contra
los que luchasteis, no eran del todo humanos.
Kihara parpadeó sorprendida. No sabía bien de que iba la cosa, pero al
parecer los hermanos compartieron su idea de que esos “seres” no eran humanos,
al menos del todo, como acababa de confirmar Tohr.
JM a su lado, le agarraba la mano y estaba atento a las palabras de Tohr.
- Hemos recibido los resultados de las pruebas que ha hecho Havers con las
muestras de sangre que recogisteis. Estas han demostrado que esos seres han
sido manipuladas genéticamente, suponemos que para intentar crear una raza
superior a la nuestra. Por ahora no han tenido éxito, ya que los antis contra
los que luchasteis seguían teniendo un 70% de su humanidad.
- ¿Y ahora que hacemos?
Zsadist hizo la pregunta que todos tenían en mente. Tohr miró a Wrath y
luego a JM, para luego posar la mirada en Kihara.
- Esperábamos que tú nos pudieras ayudar con eso.
Hola de nuevoooo me gusto mucho el capi :3 espero y subas pronto otro
ResponderEliminarun saludooo
Srta. Morena