lunes, 17 de junio de 2013

Lover Recalled - Capítulo 9


Kihara despertó desorientada. ¿Estaba en el cielo? Tenia la certeza de que había muerto pero no se acordaba ni como ni cuando. Abrió los ojos con cuidado y soltó un suspiro de alivio. Si estaba muerta, no le importaba por que JM estaba aquí con ella. Estaba en la misma silla donde había estado aquella primera vez hacia ya tantos años. Se había quedado dormido en una postura bastante incomoda ya que su cuerpo enorme apenas cabía en ella. Kihara intentó incorporarse con cuidado y el dolor que la atravesó le confirmo que estaba muy, pero que muy viva. Jadeó por la punzada que le recorrió el hombro y eso despertó a JM al instante. Estuvo a su lado antes de que le diera tiempo a parpadear.

- ¿Como estás?

La miraba preocupado pero no la tocaba.

- Estoy bien. Un poco dolorida, pero bien.
- Vishous te curó, pero en humanos tarda un poco más en hacer efecto.

John cerró los ojos y suspiró. Parecía que quería decir algo pero se quedo callado. Con movimientos lentos y un poco torpes, Kihara se levantó y se abrazó a el con fuerza.

- Estoy bien, nullum. Mírame.

JM abrió los ojos y la miró. Con su pulgar ella le secó la lágrima que le recorría la mejilla y lo besó con ternura.

- Pensé... carraspeo y lo intento de nuevo. - Pensé que te había perdido para siempre.
- Shhh... No me has perdido JM.
- Cuando vi como caías... y toda esa sangre...

Kihara lo besó de nuevo.

- No me has perdido, nullum, y no me vas a perder. Ahora ven, vamos a ducharnos.

JM negó con la cabeza.

- ¿Puedes ir sola? Necesito hacer algunas cosas.

A Kihara no le gustaba nada como sonaba eso pero suponía que JM estaba conmovido por el susto y necesitaba un poco de espacio.

- Si, claro. No tardaré.

 

John estaba hecho un lío y necesitaba un poco de tiempo a solas para pensar. Quería a Kihara con locura, de eso no había duda, pero ya era la segunda vez en poco más de una semana que había estado en peligro por estar con la Hermandad. Por estar con él. Debería de hablar con Wrath y pedirle que la enviara a un lugar seguro y le borrara la memoria, ya que cuando él lo hizo, no fue del todo bien. Le dolía pensar esto pero la noche anterior casi la pierde y si eso pasaba... John no lo quería ni pensar. No podría vivir sin ella. Prefería poder verla y amarla de lejos que tenerla a su lado y exponerla al peligro al que se enfrentaba la Hermandad, con el riesgo de perderla.

- ¿JM?

Kihara apareció ante el envuelta en una toalla y el deseo se apodero de el. La devoró con la mirada y le arrancó la toalla. Como un hombre hambriento se apoderó de su boca, consumiéndola una última vez. Sus brazos se cerraron alrededor de ella, abrazándola tan fuerte que apenas podía respirar. Mientras la lengua entraba en su boca, la levantó y se dirigió hacia la cama. El sexo fiero y desesperado era una mala idea. Una muy mala idea. Y mas cuando sabias que no volverías a hacerlo con la mujer a la que amabas, pero ahora mismo todo eso no importaba. Los colmillos le palpitaban pero no le haría eso a Kihara. Le haría el amor, solo eso, una vez más.

La siguió besando con desesperación mientras sus manos le recorrían el cuerpo sin detenerse en un lugar concreto. Kihara gimió fuertemente y el se separó un instante para poder respirar. Pero al ver los pechos de Kihara no se lo pensó y con la lengua le recorrió los pezones, formando círculos cada vez más pequeños que terminaban con un pequeño mordisco en sus pezones. Tenía mucho cuidado de no perforarle la piel pero Kihara jadeaba y se arqueaba como si lo hubiera hecho. Siguió bajando por su piel, tenia que saborearla, sentirla en su lengua. Lamió su ombligo y siguió bajando hasta llegar a donde quería estar. Dios, le encantaba el olor de Kihara, y su sabor como el de las nectarinas, realmente era como bebida para los dioses. Lo volvía loco, y la podía devorar hasta que ella quedara exhausta de todos los orgasmos que el le podía dar. Su lengua hacía círculos alrededor de su centro mientras las manos sujetaban sus muslos.

La lamió duramente, volviéndola loca, llevándola al borde del abismo una y otra vez. Ella se empujó contra su boca, arqueándose. Fue tan rudo, tan voraz… quedó destrozada. La provocaba alargando el orgasmo, manteniéndola en ese estado como si estuviera desesperado por que no se terminara. Cuando John estuvo seguro de que Kihara estaba completamente saciada, se incorporó poniendo las caderas entre las suyas. Las balanceó contra su centro, y esa enorme erección empujaba contra el suave lugar que había tenido en su boca.

Con una maldición retrocedió… y empujó en ella, estirándola tanto que casi dolía. Ella gritó con la invasión, pero alzó las caderas para que pudiera penetrarla aún más, olvidando el dolor del hombro. Le agarró las caderas y bombeó contra ella fuertemente, haciendo que ella se agarrara a su cuello, perdida en un ritmo demoledor. Fuerte, duro, salvaje… rudo. Mientras ella tenía otro orgasmo, él rugió, explotando dentro de ella una y otra vez, llenándola completamente.

Cuando finalmente se colapsó sobre ella, JM enterró la cabeza en su cuello, respirando fuertemente. Notaba el leve roce de sus colmillos pero el seguía negándose a morderla.

- JM, háblame. ¿Que te pasa?

Él se separó de ella y Kihara notó el distanciamiento en JM. A pesar del sexo increíble que acababan de tener JM había creado un muro entre los dos que ella no sabia como atravesar. No entendía muy bien lo que le pasaba, entendía que hubiera pasado miedo, pero eso debería haberlo acercado más a ella y no al revés.

- ¿JM?
- No podemos estar juntos.
- ¿Qué?
- Es demasiado peligroso.

Kihara lo vio pasarse la mano por la cabeza repetidamente, mientras cogía la toalla del suelo para taparse.

- Estarás más segura en otro lugar. Sin tener contacto directo con la Hermandad.
- Y una mierda.
- Kihara...
- No pienso dejarte JM.
- Es más seguro.
- ¿Para quién? ¿Más seguro para mí o más seguro para ti?

Kihara se vistió rápidamente esperando una respuesta que no llegó.

- Jamás pensé que fueras tan cobarde John. Pero si de verdad quieres que me vaya... Adiós. Ahí te quedas.

 

Vishous estaba en la sala de juegos cuando escucho el portazo y noto el de vinculación de John junto con el olor ácido de la tristeza y las lagrimas de Kihara. La vio bajando las escaleras y sintió la necesidad de abrazarla. ¿Qué tenia esta chica que lo intrigaba tanto?

Le había salvado el culo la noche anterior y había descubierto cosas de los Antivamps que él no había podido encontrar. Cuando vio que se dirigía hacia la puerta principal, la detuvo con un fuerte silbido. Lentamente Kihara se dio la vuelta y lo miró con los ojos colorados e hinchados. Verla así le removía algo por dentro que hacia que tuviera ganas de patearle el culo a quien hubiera sido el que había causado esas lagrimas.

- ¿A dónde crees que vas, chica valiente?
- JM... quiere que me vaya.
- ¿De qué estas hablando?
- Dice que estaré más segura si me voy de aquí y me alejo de la hermandad.
- No se en que esta pensando nuestro John, chica, pero me temo que estas atrapada aquí.

 

Kihara se acomodo en el sofá de la sala de juegos. Vishous la había tranquilizado después de que le hubiese contado la pelea que había tenido con JM. Todavía estaba dolida pero ya se sentía un poco mejor. Vishous le había explicado que era el miedo que había hecho reaccionar a JM así y que en unas horas se le pasaría todo y vendría a buscarla como loco. También le había dicho que lo de estar atrapada, iba en serio. Era demasiado peligroso para ella, cosa que podía entender después de lo que había pasado.

Así que cuando Rhage entro con Butch diciendo que querían ver una peli y comer palomitas, Kihara se apuntó. Disfrutó viendo a los hermanos metiéndose los unos con los otros y jugando al billar o viendo la película. Se sentía como en casa y deseaba poder compartir este momento con JM.

Como si lo hubiese conjurado, este apareció por la entrada de la sala, mirándola intensamente.

 

Ignorando las miradas curiosas de los hermanos, John se acercó a Kihara y se arrodillo delante de ella. Se había pasado toda la tarde auto compadeciéndose hasta que se dio cuenta de que no la podía perder así. Simplemente tendría que cuidar mejor de ella y demostrarle que no era el cobarde que ella creía. Abrió los brazos y Kihara dudo solo un instante antes de arrojarse a sus brazos. John sabía que la había hecho daño por el olor que desprendía y porque se le notaba en la mirada.

- Lo siento - le susurró al oído.

Kihara no dijo nada, simplemente se abrazo mas fuerte a el. La besó muy suavemente pero a su alrededor los hermanos comenzaron a silbar y hacer comentarios burlones. Sin embargo a John le dio igual. Estaba a punto de llevársela de nuevo a su habitación cuando todos los hermanos se quedaron en silencio. Wrath entro junto a Tohr, llevando algunos papeles en la mano.

John se sentó al lado de Kihara y vio que estaban todos los hermanos presentes mas él, Qhuinn y Blay. Kihara hizo ademán de levantarse pero el rey le indico que se volviera a sentar. Wrath no parecía saber por donde empezar por lo que Tohr tomó el mando y comenzó a hablar.

- Hermanos, parece ser que tenías razón después de todo. Esos antis contra los que luchasteis, no eran del todo humanos.

Kihara parpadeó sorprendida. No sabía bien de que iba la cosa, pero al parecer los hermanos compartieron su idea de que esos “seres” no eran humanos, al menos del todo, como acababa de confirmar Tohr.

JM a su lado, le agarraba la mano y estaba atento a las palabras de Tohr.

- Hemos recibido los resultados de las pruebas que ha hecho Havers con las muestras de sangre que recogisteis. Estas han demostrado que esos seres han sido manipuladas genéticamente, suponemos que para intentar crear una raza superior a la nuestra. Por ahora no han tenido éxito, ya que los antis contra los que luchasteis seguían teniendo un 70% de su humanidad.

- ¿Y ahora que hacemos?

Zsadist hizo la pregunta que todos tenían en mente. Tohr miró a Wrath y luego a JM, para luego posar la mirada en Kihara.

- Esperábamos que tú nos pudieras ayudar con eso.

1 comentario:

  1. Hola de nuevoooo me gusto mucho el capi :3 espero y subas pronto otro
    un saludooo

    Srta. Morena

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