lunes, 24 de marzo de 2014

Trusting Lover - Capítulo 27

Lohrena se tensó al oír las palabras de la Virgen Escriba. Básicamente le acababa de dar carta blanca a Rhage para que hiciera lo que le diera la gana. Cerró los ojos, controlando el impulso de detener la ceremonia y salir corriendo. No haría eso, y menos delante de la Virgen Escriba. Un delicioso olor especiado lleno el vestíbulo. Un olor que reconocía demasiado bien, y que había echado de menos. El olor de marcaje de Rhage.

- Eso no será necesario Virgen Escriba. Lohrena es y será mi única Shellan.
- ¿Estás seguro guerrero?
- Absoluta y completamente. Sí.

La Virgen Escriba volvió a mirarlos y apretó sus manos.

- Que así sea. Sera un buen emparejamiento. Muy buen emparejamiento. Tenéis mi bendición. Wrath, hijo de Wrath, puedes proceder con la ceremonia.

Los ojos de Lohrena se llenaron de lágrimas, no pudiendo creer lo que acababa de hacer Rhage. Se había unido a ella de por vida, y aún estaba emparejado con ella. El olor de su cuerpo no mentía. Se mordió el labio. Igual ya era hora de olvidarse de lo que había visto en el Iron Mask y darle una oportunidad. El pasado era el pasado, y mientras que no lo volviera a hacer... igual podrían ser felices.

La ceremonia se completó rápidamente y Rhage se giró hacia ella, sonriéndole y guiñándole un ojo. Tenía una expresión traviesa cuando se arrodillo delante de ella. Kihara se colocó al lado de Lohrena y ella vio el bol lleno de agua y sal. Cerró los ojos, no estaba segura de querer ver esta parte de la ceremonia.

*-*-*-*-*-*-*-*

Rhage miró a Lohrena que lo miró con preocupación. Él sin embargo, estaba deseando llevar su nombre grabado en la espalda. Así que cuando el rey fue el primero en acercarse y le pregunto eso de "Como se llama tu Shellan?", respondió con ganas.

- ¡Se llama Lohrena!

Uno a uno sus hermanos fueron grabando el nombre de su Shellan en la espalda. Miro a Lohrena que le miraba con una sonrisa trémula, agarrada con fuerza a Kihara. Su mirada bajo hacia su barriguita, donde crecía su hijo, protegido, y estaba deseando que naciera para grabar su nombre debajo del de su Shellan.
Aguanto un gruñido cuando la sal cubrió las heridas abiertas, sellándolas para siempre en su piel. El rey le dio la caja con el trapo dentro y Rhage se levantó. Tenía miedo de darle la caja a Lohrena. ¿Y si lo rechazaba? ¿Y si no lo aceptaba? No había sido sincero con ella. Aun no le había contado lo de su maldición. No quería que ella lo viera como un monstruo. Por primera vez, Rhage se sentía inseguro.

Lohrena dio un paso hacia él y le sonrió, extendiendo las manos.

- Creo que tienes algo que me pertenece.

Sí, mi corazón, mi alma, mi cuerpo... todo mi ser.


Pero eso no se lo iba a decir. Así que le dio la caja que ella aceptó sin dudar y la atrajo hacia si para besarla como un Hellren besa a su Shellan.

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