Penehlope miró a las formas sin vida de su mahmen y él que ella había creído que
era su padre.
Ella no sintió nada, en todo caso, se sintió aliviada de
que no tendría que aguantarlos de nuevo.
Si pudiera hacer algo ahora para completar la ceremonia
de emparejamiento... Tendría que usar sus dotes interpretativas. Ella iba a ser
una princesa, ¡maldita sea!
Y puesto que, de todas formas, no sabía dónde estaba el
antídoto, no había nada que pudiera hacer por Darius y este moriría pronto,
dejándole viuda unos pocos años.
Casi se frotó las manos con regocijo.
- Ahora, ¿qué hacer contigo?
La pequeña figura que se suponía era la madre de la raza
la miró de arriba abajo, y Penehlope abrió la boca, dispuesta a pedir perdón y
mostrar lo terriblemente arrepentida y avergonzada que estaba por todo lo que
sus padres habían hecho. Después de todo, ella no era más que una víctima
inocente, sin conocimiento de sus planes malvados... Ella se mofo
interiormente. No era como si pudieran contradecirla.
La Virgen Escriba levanto su pequeña mano.
- Guárdatelo. Darius ¿hijo mío?
- Virgen Escriba.
- No tengas miedo, todo va a estar bien.
Él simplemente asintió y Penehlope no podía dejar de
levantar el labio con disgusto, olvidando su supuesta inocencia por un momento.
Él era un perdedor.
- Dime Darius, ¿cuánto tiempo has estado bebiendo de
Penehlope?
- 5 años.
- ¿Y has notado algo... diferente? De sabor, me refiero,
¿cuándo lo comparas con otra sangre?
Él frunció el ceño antes de responder.
- Uhm... sabe... peor. Muy amargo.
- ¡Pues la tuya sabe asquerosa también!
¿Quién demonios se creía que era? La Virgen Escriba casi
sonrió antes de hablar.
- Eso es el antídoto en su vena.
Espera.
¿Qué?
Toda la hermandad se quedó extrañamente silenciosa y ella
sintió ganas de gritar a la estúpida Virgen Escriba. ¿De qué demonios estaba
hablando?
- Veréis, Feron no era tonto. En lugar de correr el
riesgo de ser un antídoto de sustancia líquida, algo físico, puso el antídoto
en algún lugar donde sabía que estaría a salvo. A la vista de todos, pero aún
escondido. De esa manera, él podía fingir que era algo que sólo él sabía dónde
estaba, cuando de hecho, Darius se lo estaba tomando todos los meses.
Penehlope comenzó a sentir pánico. No podía ser.
- ¡No! Eso no es cierto, ¡estás mintiendo! ¿Estás
diciendo que yo soy el antídoto? ¡Eso ni siquiera es posible! No tienes idea de
lo que estás diciendo, ¡estúpido ser diminuto!
- Ah, la misma falta de respeto que su mahmen. Qué sorpresa...
Ella sonrió a Darius.
- Como le dije a tu padre, la respuesta está en la
sangre. La sangre de ella.
* - * - *
Darius frunció el ceño.
¿Eso significaba que tendría que seguir bebiendo de su
vena para siempre?
¿Significaba que tenía que emparejarse después de todo?
Pero, ¿cómo? Sin duda, la Virgen Escriba no la dejaría con vida después de
todos sus desplantes.
Sabiamente, guardo todas las preguntas dentro y fue
recompensado con una sonrisa.
- No, a las dos preguntas en tu cabeza.
Se volvió hacia Penehlope.
- ¿Ves? Él sí que tiene buenos modales, a diferencia de ti
misma. Darius, tienes dos opciones aquí, y el único que puede tomar la decisión
correcta, eres tú. Mira dentro de tu corazón antes de decidir.
Él asintió con la cabeza, ansioso por saber cuáles eran
sus opciones. Él sabía que mientras que pudiera ir a Nalla después, tomaría lo
que ella le ofrecería.
- Puedes dejar las cosas como están, nunca te alimentaras
de ella de nuevo y dejaras que el virus haga su trabajo. Esto significa que
sólo tienes unos pocos años de vida por delante.
La Hermandad rugió en la negación, aunque no tan fuerte
como era habitual en ellos, y la Virgen Escriba suspiró antes de continuar.
- También puede beber de ella ahora, tomar el antídoto y
curarte por completo.
- ¡Joder siií!
Los hermanos estaban más que de acuerdo con ese plan y casi
se tapó los oídos del fuerte rugido que soltaron.
- Para hacer esto, tendrás que tomar toda su sangre.
Hasta. La. Ultima. Gota.
- ¡No!
Penehlope gritó, pero la Virgen Escriba la ignoró.
- Darius, literalmente, tendrás que dejarla seca.
Penehlope lo miró con ojos implorantes.
- Por favor, Darius. Por favor, yo... ¡te amo!
El bufo. Qué puta mentirosa que era. Sabía que mentía,
pero aún dudaba. No era propio de él lastimar a alguien o dar el primer golpe
sin ser atacado primero. A menos que fueran lessers por supuesto, pero nunca
jamás había puesto la mano encima a una hembra, y mucho menos para hacerle daño
a una.
- ¡No me mates , Darius por favor. Yo... ¡estoy
embarazada!
Levantó la mirada hacia la Virgen Escriba, sabiendo que
ella había mencionado algo antes, pero había estado demasiado entusiasmado con
la posibilidad de salir de esta unión, que no había prestado atención. De
ninguna manera la dejaría seca si es que llevaba una cría dentro.
La Virgen Escriba negó con la cabeza y él supo que de
nuevo estaba soltando una mentira; Penehlope sólo estaba tratando de salvar su
propia vida.
- Si no ofende, me gustaría hacerle una pregunta.
La Virgen Escriba asintió.
- ¿Penehlope?
- ¿Qué?
- ¿Sabías lo que Feron me estaba haciendo?
Ella lo miró y gruñó, dejando caer toda su fachada.
- Sí que lo sabía. Le rogué a mi padr...
Ella bajó la mirada hacia el cuerpo en el suelo.
- Le rogué a Feron que te matara después de la ceremonia.
El idiota se negó, diciendo que sería mejor dejar que vivieras. Yo te hubiera
matado yo misma, con el tiempo.
Y con esas palabras, ella selló su propio destino.
X fin! Súper la historia
ResponderEliminarPor fin............ acabaron con esa "tan adorada" familia
ResponderEliminaraaahhhh!!!!... bien ! la solución que la tome y vaya con Nalla... actualiza pronto ;)
ResponderEliminarAhhhhhhhh! Que maravilla!!!!!
ResponderEliminarQue dilema para D...
ResponderEliminarNo tiene ningun dilema, la frase final dice que ella ha sellado su porpio destino, osea que va a morir. PERO.YA, MUERTA!!!!!!
EliminarCada cuanto hay capitulos?
ResponderEliminaraaahhh quiero el proximo... ya pasaron 5 dias.. no seas asi de malaaa ;-;
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