viernes, 7 de marzo de 2014

Trusting Lover - Capítulo 22

En la oficina de Wrath, todos los Hermanos estaban alterados. Rhage les había contado lo que sabía y les había mostrado la nota. Todos reconocían la letra. Ahora en lo que debían ponerse de acuerdo era como encontrarle y acabar con él. Por mucho que les doliera.

- ¿Estás seguro de que Lohrena no sabe nada? ¿No ha estado en contacto con él en todo este tiempo?
- No Zsadist. No.            
- ¿Cómo lo sabes?
- Porque me lo ha dicho. Y yo la creo.
- Solo porque te la hayas follado un par de veces...

Rhage se movió tan rápido que nadie pudo detenerlo. Apretó a Z contra la pared, sus ojos blancos como la nieve y los colmillos completamente extendidos, listo para proteger el honor de su hembra. Los demás hermanos no interfirieron, aunque Phury estaba justo a su lado, listo para defender a su gemelo.

- Esa hembra va a ser mi Shellan y la madre de mi hijo, así que más te vale respetarla si no quieres convertirte en comida de mi Godzilla interno, ¿me entiendes?
- Lo siento Rhage, no pensé que ibas tan en serio.

El olor de vinculación lleno la oficina de Wrath, sorprendiendo a los hermanos. Rhage soltó a Z y se sacó una piruleta del bolsillo, mientras sus ojos volvían a su azul habitual.

- La amo. Así que si, es en serio.

Vishous silbó.

- ¿Ella lo sabe?
- Nop. Y no pienso decírselo por ahora. Me vio en el Iron Mask, así que ahora mismo me odia. Solo ha accedido a venir porque tiene miedo. Ni siquiera ha aceptado ser mi Shellan aun.
- Uhm... ¿y no se ha dado cuenta de que te has vinculado con ella? ¿Que no hay vuelta atrás?
- Ah... no. Me vinculé con ella hace 4 meses. Estoy haciendo todo lo posible para que no se dé cuenta. Ni siquiera le he contado lo de mi maldición.

Se pasó las manos por el pelo.

- ¿Podemos volver al tema? Muhrder sabe dónde está la mansión.
- Pero no puede entrar. Cambiamos todos los códigos de acceso y los Doggen saben que no les pueden abrir la puerta, y que deben avisarnos de inmediato.

Rhage asintió.

- Lohrena se quedara en la mansión. Solo tendrá que salir una vez al mes para ir a la clínica de Havers. Me gustaría una escolta esos días, para prot...
- Hecho.

Rhage asintió agradecido y Wrath sonrió mostrando sus colmillos.

- Cuéntanos hermano, ¿cómo te sientes al saber que vas a tener un crio?

*-*-*-*-*-*-*-*

Lohrena siguió a Kihara por toda la mansión, que era enorme. Terminaron delante de la puerta de Rhage.

- Él ahm... quiere que te quedes con él.
- Prefiero la habitación de la jaula.

Kihara sonrió.

- Rhage es un buen macho Lohrena. Os cuidara bien y será un padre y un Hellren estupendo.
- Si claro, mientras se acuesta con una guarra distinta todas las noches. No gracias.
- Eso no lo hace por gusto, ya lo sabes. Además ahora que te tiene a ti...
- ¿Que no es por gusto? Pues vaya, no parecía que lo estuviera pasando demasiado mal, cuando lo vi anoche.
- Lohrena, tu... tu no sabes nada de su maldición, ¿verdad?

- ¿Qué maldición? ¿De qué estas hablando?

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