domingo, 1 de junio de 2014

Lover Adored - Capítulo 14

Mariah llegó a casa justo antes del amanecer, completamente agotada. Había traído al mundo a una de las crías con relativa facilidad, sin complicaciones para la mahmen o la cría.
La segunda sin embargo había sido una verdadera lucha. En un momento dado, había estado segura de que perderían a los dos.
Pero ella no era nada si no determinada y con la ayuda de Ehlena – la Virgen Escriba bendiga esa enfermera - y Blaxton - cirujano increíble y oh-dios-mío-posiblemente-hermano, que había decidido quedarse después de todo, habían conseguido mantener a los dos con vida.
En cuanto llegó a casa, había ido al laboratorio de Doc Jane para darle el frasco con la sangre de Blaxton, sabiendo que la hembra sería discreta. Mariah le había explicado la situación y la expresión de Doc Jane ni siquiera había cambiado, sino que empezó a trabajar y le informó que le enviaría un texto cuando tuviera los resultados. Que mujer más eficiente.
Después de eso, Mariah se había ido a la cocina, donde Fritz ya la esperaba con algunos crepes de espinacas recién hechos.
Su padre estaría melancólico en su habitación como había estado durante la última semana, así que ella le llevaba comida. Nunca podía decir que no. Su mahmen abrió cuando ella llamó a la puerta.
- Hola mamá, hola papá.
Rhage la miró con el ceño fruncido por la preocupación. Debía tener peor pinta de lo que pensaba. Rápidamente enmascaró su expresión y volvió a mirar la televisión.
Die Hard con Bruce Willis. Un clásico.
- Bueno eh, hoy he ayudado a traer dos crías al mundo – ambos vivos y coleando.
Ella observó el rostro de su padre mientras trataba – sin lograrlo - de ocultar su orgullo.
- ¿En serio? Tinsel, tienes que contármelo todo!
Dejó la bandeja de comida junto a su padre y se sentó en el suelo para contárselo todo a su madre. Durante la hora siguiente, su padre fingía ignorarla mientras se aferraba a cada palabra que decía. Mary se alegraba y preocupaba en todos momentos relevantes y ella sabía que estaba más cerca de arreglar las cosas con sus padres.
Sin embargo, no les diría nada sobre Blax aun. No hasta que supiera a ciencia cierta que era su hermano o no. Ella besó a su mahmen, luego a su padre, aunque él gruñó y fingió retroceder y salió de la habitación.
Se dio una ducha rápida en su habitación y se fue hacia la de Ahgony. Estaba deseando contárselo todo. Incluyendo lo de Blaxton.
Estaba en la cama desnudo como de costumbre y se metió en la cama con él, acurrucándose a su lado. Estaba viendo MadMax, otro clásico y uno de los favoritos de su padre. Ella río mientras él beso su sien. Mel Gibson había sido todo un bombón en su día...
Mariah se volvió hacia él y le besó el pecho, necesitándolo tanto como siempre.
Tahlly, puedo sentir tu agotamiento. Duérmete.
- No quiero dormir.
Sus palabras sonaban adormiladas y sabía que si él se lo permitía, estaría roncando en 3, 2, 1...

* - * - *

Ahgony le besó la parte superior de la cabeza de nuevo mientras su cuerpo se relajó contra él y sus suaves ronquidos llenaron la habitación.
Había sido capaz de ocultar el hecho de que había sido herido y tenía un montón de puntos en el muslo. Una herida hecha por una maldita catana, dirigida a D.
Por supuesto.
Ella estaba demasiado cansada como para oler la sangre, lo que era algo bueno porque realmente no quería que ella se preocupara por él. Ella ya tenía suficiente con lo suyo y no había necesidad de que añadir a eso.
Apago el televisor y le abrazó, feliz de tenerla entre sus brazos mientras ella descansaba.

Unas horas después se despertó con Mariah frotando su culo contra su polla. ¿Cuánto tiempo llevaba haciendo eso? Su polla palpitaba y sus pelotas dolían, lo que significaba que tenía que estar dentro de ella a la de ya.
Su pierna estaba mucho mejor por lo que sería más que capaz de darle placer a su hembra.
Con un rápido movimiento que le bajó los pantalones de pijama y la ropa interior haciendo que ella suspirara de felicidad, aun medio dormida.
- ¿Ahgony?
- Estoy aquí tahlly. Estoy justo aquí. ¿Estás mojada para mí, nena?
Ella asintió medio dormida mientras él movió su mano a su sexo. La penetro con un solo dedo y la encontró ya empapada. Frotó los dedos contra ella y la hizo jadear cuando empezó a acariciar su trasero con la longitud de su pene. Su gemido frustrado le hizo reír.
- Ahgony... deja de volverme loca.
Él mordisqueó su cuello juguetonamente.
- No estoy volviéndote loca tahlly, sólo quiero que estés lista para mí.
- Diossss. Estoy lista! Siempre lo estoy cuando estoy contigo. Por favor nallum.
- Por favor, ¿qué, tahlly?
Casi podía sentir su desesperación. Su necesidad por él. Le encantó.
- Por favor, hazme el amor. Por favor, fóllame.
Joder, ¿cómo iba a decir que no a eso?
Estuvo dentro de ella con el siguiente empuje de sus caderas y ella gimió suavemente. Mariah extendió la mano hacia atrás queriendo agarrarse a su pierna, y tocó el vendaje antes de que pudiera detenerla.
Oh oh.
- Sólo es un arañazo nena, nada serio.
Ella trató de apartarse de él, seguramente queriendo comprobarlo por sí misma, como la señorita doctora que era. Ella jadeó ruidosamente cuando él empujó más fuerte en su interior.
- ¿Ves? Estoy bien. Si estuviera mal, yo no sería capaz de hacer esto...
Embestida.
- ...O esto...
Empujón.
- ...O esto...
Embestida.
- ... Y definitivamente sería capaz de hacer esto.
Rápidamente le dio la vuelta y la colocó encima de él, con un poco de su peso descansando sobre su muslo herido. Ella entrecerró los ojos mientras comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo, lentamente al principio, pero cada vez más rápido y más duro.
Ella estaba tratando destapar su farol y él sonrió, mirándola con sus manos en sus caderas.
El leve dolor que sentía en la pierna no era nada comparado con el puro éxtasis de estar dentro de ella, así que ella podía montarle tan fuerte como ella quisiera.
Mariah lo observó a través de párpados medio cerrados, el placer haciendo que apretara sus paredes vaginales con fuerza sobre su polla. El acaricio su clítoris haciéndola echar la cabeza hacia atrás con un gemido. Siguio acariciándola mientras ella subia y bajaba con fuerza. Poco después ambos estallaron en un clímax abrumador.
Mariah se inclinó hacia delante y lo besó con ternura a la misma vez que su teléfono sonó con un texto entrante.
Él frunció el ceño cuando Mariah se congeló y fue a coger su teléfono con manos temblorosas.
Pero... ¿qué coño?
Él se le adelanto. ¿Qué demonios podía tenerla temblando como una hoja, congelada donde estaba?
Abrió el texto, sin estar seguro de lo que iba a encontrar.
EhlenaGran trabajo esta noche chica! Me encantó trabajar contigo. Déjame saber lo que te dice Doc Jane ¿vale? Bss xoxo
Frunció el ceño. ¿Qué tenía que ver Doc Jane con nada? ¿Que le podría decir…
Le llego otro texto, esta vez de Doc Jane.
Anda mira por donde.
Mariah intento coger su teléfono, pero él lo mantuvo fuera de su alcance fácilmente. En cuanto a este texto, que no tenía ni idea de lo que significaba.
Doc Jane: Tu & Blaxton, coincidencia del 50%. Resultado positivo.
Él parpadeó con fuerza mientras su polla perdió rigidez dentro de ella. La razón; sólo veía una palabra en la pantalla. El nombre de otro macho.
Su olor de vinculación rugió cuando él la miró y la vio mordiéndose el labio inferior.
- ¿Qué dice?
Él tomó una respiración profunda, que fue un poco difícil considerando que no creía que quedara nada de aire sus pulmones. O en toda la maldita habitación ya que estaba…
- Quién. Cojones. Es. Blaxton.

1 comentario:

  1. El pobre Blaxton va a tener un muy mal recibimiento en la mansion...

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