miércoles, 31 de julio de 2013

Lover Reconciled - Capítulo 9


Qhuinn se había quedado en blanco. Él iba a ser y Blay seria su No tenía sentido. Era lo mejor que le podía pasar. El y Blay tendrían que estar las 24 horas del día juntos. Para siempre. Sonrió. Era perfecto. Ahora podía dedicarse a conquistar a Blay. A seducirlo. A hacer que creyera en él y en sus sentimientos y asegurarle de que lo que sentía era real y que estaba más que preparado para hacer de lo suyo algo permanente.

- Gracias Wrath.

El rey asintió,

- No la cagues Qhuinn. Os he dado esta oportunidad a ti y a Blay porque he visto que por fin has aceptado tus sentimientos hacia él y los dos os merecéis ser felices. Pero como le hagas daño haciendo de las tuyas
- No lo haré.
- Eso espero hijo. Eso espero.

 
Al día siguiente, Blay seguía dándole vueltas a la noticia. Después de haber recibido la visita de todos los hermanos, Qhuinn había entrado en su habitación con una sonrisa de satisfacción en la cara. El hijo de puta seguro que se alegraba de que Blay tuviera que cubrirle las espaldas para el resto de su vida. Había intentado ignorarle, pero con Qhuinn, eso era algo imposible.

- Bueno, supongo que Wrath te ha dado la buena noticia.
- Sip.
- Va a ser genial tío. Los dos juntos como en los viejos tiempos. Solos tú y yo.
- Cállate Qhuinn.
- ¿No te gusta la idea? Vamos a estar unidos para siempre.
- No me lo recuerdes.
- ¿Qué te pasa Blay tío? ¿No te gusta la idea de pasar tanto tiempo conmigo?
- Pues no.
- Hace poco no pensabas lo mismo.
- He cambiado de opinión.
- Mentiroso.

Blay no respondió a eso. ¿Para qué?

- ¿Y si te dijera que el que ha cambiado de opinión soy yo?

La voz de Qhuinn había cambiado, se había suavizado y estaba más serio. Blay puso los ojos en blanco.

- Pfff ya claro. ¿Y eso cuanto tiempo te va a durar? Espera, ya te lo digo yo. Hasta que estemos en presencia de alguien. O hasta que vayamos al ZeroSum y te busques alguna rubia a la que tirarte. O una morena, o castaña. O calva, ya que estamos.
- Ya no Blay. Te digo que he cambiado.
- Claro claro. Eso ya lo veremos.

Qhuinn le guiñó un ojo y lo miró, lleno de confianza.

- Pues sí, ya lo veremos.

Blay sacudió la cabeza. No podía confiar en Qhuinn. Había sido su mejor amigo y lo conocía mejor que nadie. La conversación del día anterior, le hacía dudar, pero no se podía permitir eso. Tenía que seguir adelante y olvidarse de Qhuinn. Le estaba empezando a doler la cabeza, aparte de todo el lio con Qhuinn llevaba unos días con la sensación de que se le estaba olvidando algo, y no lograba dar con que podría ser. Había hablado con Havers que decía que eso era una sensación normal después de salir de un coma, pero él pensaba que había algo más. Que realmente se olvidaba de algo.

Qhuinn entró en la habitación algún tiempo después, dándole una bolsa con ropa.

- Vamos Blay. Es hora de volver a casa.

 
Qhuinn le había pedido a John que le trajera el Hummer y algo de ropa. No quería que Blay se desmaterializara aún, por si no estaba recuperado del todo. Había mandado a todos los hermanos a la mansión. Quería estar a solas con Blay. Espero a que éste empezara a vestirse pero Blay no se movió.

- Blay tío. Que te han dado el alta. Vámonos.
- Uhmmm ¿podrías irte? Ehm, ¿dejarme solo?
- No es la primera vez que te veo en pelotas Blay. Hemos luchado y entrenado juntos demasiadas veces. ¿A estas alturas te va a dar vergüenza?

Blay se sonrojó, pero no dijo nada. Qhuinn sonrió.

- Además se supone que no me puedo separar de tu lado.

Blay lo miró extrañado.

- Te confundes. Es al revés.
- Bueno sí. También.
- ¿Como que también? Si yo soy tu Ahstrux Nohtrum, soy yo el que no me puedo mover de tu lado.

Qhuinn miró a su amigo. Era obvio que no sabía nada sobre la asignación que Wrath le había dado a él también. No sabía si decírselo, aunque suponía que tarde o temprano Una llamada en su móvil interrumpió sus pensamientos. No le diría nada. Por el momento

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