martes, 2 de julio de 2013

Lover Recalled - Capítulo 18


Que sea ella. Que sea ella.

En la milésima de segundo que tardo John en llegar a la puerta, rezo por que encontrara a Kihara. Viva. El rugido que había escuchado no era humano. Ni siquiera era un rugido vampírico. No era posible que ese rugido tuviera algo que ver con Kihara. Pero aun así, John rezaba.

- Yo te cubro.

John asintió a Vishous, que ya había sacado su arma. Lo vio dudar, pero no se quitó el guante. Abrió la puerta con cuidado y su estómago se retorció al ver la escena que apareció ante él.

- Oh. Dios. Mío.

La expresión de Vishous era igual a la suya. Volvieron a escuchar el rugido y vieron que provenía de algo que había encadenado a la pared. Había algo o alguien a su lado…

- ¿Qué demonios…?
- Vaya vaya, ¿que tenemos aquí? Un hermano y un soldado. Interesante.

El vampiro que tenían delante sonrió y miró al ser encadenado.

- ¿Qué te parece pequeña? ¿Tienes hambre?

Kihara rugió. Le dolía la cabeza, ya que le costaba formar pensamientos racionales. Algo estaba pasando ahí fuera. Olía a comida. A sangre. ¿Por qué Tohrture no la dejaba beber? Tenía tanta sed. El estaba a su lado, quieto, y parecía que estaba esperando algo. La puerta se abrió y Kihara vio a dos vampiros con expresiones de absoluto horror. Las letras J y M le vinieron a la cabeza de nuevo pero pronto se olvidó cuando Tohrture le pregunto si tenía hambre. ¿Cómo le hacía una pregunta así? Que la soltara y ya ella se alimentaria sola con esos dos que habían entrado. Si los mataba, Tohrture le daría más sangre, se lo había prometido. Mientras más vampiros matase, más sangre le daría para acabar con esta sed que la consumía. Espero a que el la soltase, para que se pudiera alimentar, pero antes de que pudiera hacerlo sonó un fuerte disparo.

Vishous disparo pero John no presto atención. Solo estaba pendiente de… de ella. Esa no podía ser Kihara. No era posible. Pero muy adentro, sabía que era ella. Dios, ¿Qué le habían hecho? Estaba completamente salvaje y sucia, llena de sangre. Ni siquiera parecía reconocerlo. Ahora entendía el olor de su sangre en el cajero, aquí dentro olía igual. Kihara no era humana. John sentía ganas de llorar al ver que a su Kihara le habían borrado la memoria. Que no se acordaba de él.

La risa malévola del otro vampiro y las maldiciones de Vishous lo sacaron de su estupor. Las balas parecían no tener ningún efecto y el hijo de puta permanecía quieto con una sonrisa en la cara. John pensó en sacar su arma pero sabía que no valdría de nada, así que saco su daga y se abalanzo sobre él. Tenía que deshacerse de este cabron para poder sacar a Kihara de aquí y cuidarla.

En el almacén la lucha seguía intensamente. Todos los hermanos, incluso el rey, estaban inmersos en la batalla y la esperanza de encontrar a Kihara era lo que les animaba a seguir. Estaban más motivados que nunca, ya que peleaban por uno de los suyos. Luchaban por la primera shellan de la hermandad. Tenían que protegerla. Iban ganando ya que estos antis eran de los más débiles. Casi humanos pero no del todo. Algunos hermanos estaban heridos pero seguían luchando ya que no era nada demasiado grave. Ya quedaban pocos antis y pronto se podrían unir a John y Vishous para buscar a Kihara.

John se acercó al vampiro intentado no prestar atención a los rugidos cada vez más intensos de Kihara.

- Vishous, ¡cúrala!

John se acercó al vampiro que parecía estar esperándole sin miedo. Se abalanzo y antes de que se diera cuenta, se quedó sin respiración. El vampiro le había dado una patada en el pecho, haciendo que se estrellara contra la pared de enfrente, se quedara momentáneamente sin aire y soltara la daga en el proceso. Se recuperó pronto y le pareció ver a Vishous intentando soltar las cadenas de Kihara. No tenía tiempo para pensar en ello ya que el vampiro se acercaba con una sonrisa sádica. Parecía que era varios años mayor que John pero John estaba mil veces más motivado.

Con un movimiento rápido John se agacho y le dio una patada en la rodilla, destrozándosela por completo. El vampiro grito y se tiro hacia delante intentando alcanzarlo. Aprovechando la debilidad momentánea de su oponente, John apoyo sus rodillas sobre el pecho del vampiro y con sus manos le agarro el cuello. Aplicando un poco de fuerza John tuvo que contenerse para no matarlo en ese mismo momento.

- ¿Quién eres?

El vampiro lo miraba sin responder. John presiono un poco más fuerte, cortándole la respiración del todo. Sería tan fácil… pero necesitaba respuestas.

- Quien. Eres.

El vampiro volvió a sonreír.

- Soy Tohrture. Hijo de Sebastian Edwards. Creador de Kihara.

Vishous vio como John temblaba encima del vampiro Tohrture. ¿Era hijo de un humano? Un humano que odiaba a los vampiros… Vio como John cogía la daga del suelo.

- John, ¡no!

John se detuvo con los brazos elevados, listo para clavar la daga.

- ¡Nos puede ser útil! Contra los antivamps. Piensa John, lo necesitamos. No lo hagas.

Kihara rugió de nuevo y John no dudo. Le clavo la daga directamente en el corazón, matándole instantáneamente. Se levantó y se dirigió hacia donde estaba Kihara, que dejo de rugir.

- ¿Por qué no la has curado aun?
- No puedo. Con las cadenas de hierro es imposible, y no logro soltarlas, están demasiado reforzadas.

John cogió las muñecas de Kihara con cuidado.

- Asegúrate de que está muerto.
- John, tienes que tener cuidado. Ella ahora es un antivamp. O algo peor.
- Se lo que estoy haciendo.

La voz de John estaba cargada de emoción.

- Mira a ver si está muerto. Y recupera mi daga.

Vishous solo se dejó ordenar por John porque este estaba destrozado. Habían convertido a Kihara en una antivamp, si es que se le podía llamar así. La habían convertido en su enemigo. Por mucho que la quisieran, tenían que matarla antes de que ella los matara a ellos. Y John lo sabía.

En el almacén ya había terminado la lucha. Estaban todos heridos y magullados, pero habían logrado terminar con todos los antis. Wrath miró a su alrededor y vio la preocupación reflejada en todas las miradas. No se sabía nada de John o Vishous.

- Butch, Blay y Qhuinn. Iros a buscar a V y a John.

No se atrevía decir el nombre de Kihara, por si acaso.

- Los demás vamos a quedarnos. Nos aseguraremos de que no queda ningún anti con vida y nos encargaremos de los cuerpos. No quiero dejar ninguna prueba de lo que ha pasado aquí.

Vishous miraba el cuerpo de Tohrture y se aseguraba de que realmente estaba muerto, no quería repetir la historia con el hijo de Stan, y que este apareciera vivo dentro de unos años. Podía oír a John que se había arrodillado delante de Kihara y le susurraba suavemente, intentado calmarla.

- Hola nalla. Soy yo, tu John… tu JM.

Kihara torcía la cabeza como si intentara entender, pero Vishous dudaba de que así fuera. Aun así, John no paraba de susurrar.

- Vamos a sacarte de aquí. Voy a curarte y cuando estés curada, te vas a convertir en mi shellan. Y yo seré tu hellren. Y vamos a estar juntos. Y seremos felices. Para siempre.

La voz de John era apenas un soplo de aire. Inspiro y con una fuerza sobrenatural John le soltó las cadenas de las muñecas. Kihara se quedó mirándole un momento, y entonces ocurrió.

- ¡John!

Los 3 que había mandado Wrath en busca de V y John pronto encontraron la puerta y entraron al pasillo que estaba completamente en silencio.

- ¿Estas bien?

Blay estaba preocupado por Qhuinn, pero este simplemente le miró con una ceja arqueada sin responder a la pregunta.

- Venga ya Qhuinn, respóndele al chico. Debéis estar juntos y lo sabes.

Qhuinn miró a Butch.

- Mira quien fue a hablar. ¿Y lo tuyo con V qué?
- No es lo mismo.
- Y una mierda que no.
- Shhhh ya vale. Callaros, que estamos buscando a….
- ¡John!

El grito de Vishous seguido de un intenso rugido les indico donde podían encontrarlos.

Kihara rugió y se abalanzo sobre el vampiro que tenía delante sin pensar. Le había dicho cosas… nallashellan. Cosas bonitas. Y le había mirado con ternura, con amor. Pero ella solo había visto la sangre de sus venas, el latir de su corazón. Y deseo probarla. Poso sus dientes sobre su cuello y maldijo el hecho de no tener colmillos, aunque eso no la detuvo. La salvaje que tenía dentro no dudo en destrozarle la piel a este vampiro y saborear su sangre, aunque un breve pensamiento la distrajo. J…M… ¿Hellren?

1 comentario:

  1. ahhhhhhhhhhh!!! esta super interesanteee espero seguir leyendo
    un saludo

    Srta. Morena

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