miércoles, 3 de julio de 2013

Lover Recalled - Capítulo 19


La sangre del vampiro pronto le lleno la boca y la garganta. Era lo más delicioso que había probado jamás. Empezó a chupar más fuerte y se dio cuenta de que sus pensamientos y sentidos se hacían un poco más claros. Escuchó el suave gruñido del vampiro que se llamaba John… o ¿JM?, y notó como sus fuertes brazos la agarraban por la cintura, acercándola más a él y causándole todo tipo de sensaciones muy agradables. También notó como el otro vampiro de la perilla maldecía e intentaba separarla de su vampiro delicioso. Entraron 3 vampiros más, y Kihara escuchó sus jadeos de asombro. Era extraño, debía sentir deseo de chuparles la sangre a todos y sin embargo, ahora que había probado la de este vampiro, no se quería soltar nunca. Su intuición le decía que los debía matar a todos, Tohrture se lo había dicho más de una vez, pero no podía hacerles daño si eran amigos de su vampiro. Cuando por fin lleno su estómago, lo soltó, muy a su pesar. Quería mirarle a los ojos, sentía la necesidad de mirarlo y saber más de él. Antes de que pudiera hacerlo, un fuego atroz le recorrió el cuerpo entero y se agarró a su vampiro como si su vida dependiera de ello.

- ¿Kihara? ¡Kihara! Vishous, ¿Qué está pasando?
- No puede ser… ¡es imposible!
- V, ¿qué pasa?
- Creo que esta… ¡pero no puede ser!
- V, háblame. ¿Qué hago?
- Creo que está a punto de pasar por su transición.
- ¿Qué? ¿Estás seguro?
- No, no estoy seguro John, pero parece tener los síntomas de una pretrans. Tenemos que llevarla a casa ya. Butch, avisa a Rhage de que necesitamos su GTO.

Butch salió corriendo en busca de Rhage y John vio las caras de preocupación de sus amigos.

- Se va a poner bien. Kihara va a estar bien.
- John, déjame que te ayude. Te ha quitado mucha sangre y estas más débil que de costumbre.
- Estoy bien.
- Al menos déjame que te cure.
- ¡No! Tienes que guardar tus fuerzas para curarla a ella. Venga, vámonos.

Sabía que Kihara había bebido demasiado, pero no iba a dejar que nadie más que él, la cuidara. La herida que le había hecho seguía sangrando, pero no sentía dolor. Ya se curaría solo en un rato. Su único interés ahora mismo era llevarla a la mansión para cuidarla. Kihara temblaba en sus brazos y los rugidos de antes ahora eran más bien gemidos. Se agarraba a él con fuerza, los brazos alrededor de su cuello y las piernas por de su cintura. John se dirigió hacia la salida del almacén donde escucho el motor del GTO. Los hermanos se sorprendieron al verlo con Kihara en brazos, aunque no sabía si la reconocerían, por el aspecto que tenía tan sucia y desaliñada. Salió fuera y Butch salió del coche en marcha. John no quería soltarla pero necesitaba hacerlo si quería llevarla a casa cuanto antes.

- Metete atrás con ella. Yo conduzco.

John asintió a Butch agradecido, sabiendo que este conduciría como alma que lleva el diablo, que era justo lo que necesitaba. Todos los hermanos estarían ya en la mansión, preparándolo todo para cuando llegara con Kihara.

Llegaron en menos de 20 minutos, y Kihara había dejado de temblar. Parecía haberse quedado dormida en sus brazos y John se bajó del coche con cuidado de no despertarla. Vishous lo esperaba justo en la puerta de la mansión.

- ¿Como está?
- Dormida. Ha dejado de temblar.
- Vamos a la enfermería. La meteremos en una de las camas allí. Hay que limpiarla para curarle…
- Ya me encargo yo de eso. Sube lo que necesites a mi habitación. Voy a bañarla.

John subió y se encerró en el cuarto de baño con Kihara. Por alguna extraña razón pensó en esos libros de JR Ward que tanto le gustaban a Kihara. Había una escena donde el hermano Zsadist tenía que bañar a su shellan después de un secuestro. Esto era lo mismo, pero decidió que sería demasiado complicado el bañarla así, así que decidió que ducharse con ella en brazos sería más fácil, y así no la tendría que soltar. Con cuidado la desvistió, estremeciéndose con cada moratón y herida que destapaba. Se alegraba de haber matado al vampiro este, porque si estuviera vivo aun, John lo haría acordarse de su nombre para siempre y la tortura que tenía en mente, era demasiado poco para lo que se merecía.

Kihara suspiró suavemente y ya desnuda se volvió a agarrar a él de la misma manera, con brazos y piernas firmemente a su alrededor. Con cuidado John se sentó y abrió el grifo, graduando la temperatura para que estuviera justo como le gustaba a Kihara. Con movimientos suaves la enjabono y la limpio, haciendo que su ropa se le pegara al cuerpo, ya que no había podido quitársela. Cuando terminó de enjuagarle el pelo y estaba a punto de cerrar el grifo, Kihara se movió. Incorporándose lentamente lo miró a los ojos durante un rato, pero su mirada bajo hasta la herida abierta que John aún tenía en el cuello. Se tocó los dientes, donde debía haber colmillos y luego acerco su otra mano a la boca de John que la abrió para hacer salir sus propios colmillos. Kihara frunció el ceño como si no entendiera, pero John sintió decepción al ver que aún no daba señales de reconocerlo. Su vista volvió al cuello de John y gimió.

- Vamos nalla.

John torció el cuello para dar mejor acceso a Kihara.

- Bebe, nalla. Tienes que alimentarte.

Kihara no dudó. Se acercó a la herida y bebió.

De nuevo el sabor tan exquisito le atravesó la garganta. Con cada trago sentía que el dolor de su cuerpo disminuía y que cada vez podía pensar un poco mejor. ¿Quién era este vampiro que la dejaba beber de él? ¿Era amigo de Tohrture? ¿Dónde estaba Tohrture? ¿Por qué ella no tenía colmillos? Tantas preguntas y pensamientos la asaltaron que temía no poder procesarlo todo. De repente el fuego atroz volvió a recorrer y de nuevo confió en su vampiro protector lo suficiente para agarrarse a él con fuerza. Sabía, aunque no estaba segura de cómo lo sabía, que él la protegería con su vida si fuera necesario.

- ¡Mierda! ¿Kihara, nalla?

Levantándose con ella en brazos, John le puso una bata y salió a la habitación donde Vishous lo esperaba con mil cosas que se había traído de la enfermería. La dejó en la cama con cuidado, tapándola y pensando que le tenía que secar el pelo.

- ¿Qué ha pasado, por qué tiembla?
- No lo sé. Se despertó y ha vuelto a beber de mí.
- ¿Te ha vuelto a atacar?
- No, la he dejado. Parecía más lúcida.

La angustia se apodero de él.

- ¿He hecho mal en dejarla beber?
- No John, al contrario. Creo que tu sangre la va a ayudar.
- No entiendo. ¿Cómo…?
- John, realmente creo que Kihara está pasando por su transición. Tu sangre la ayudara mucho con eso.

John abrió mucho los ojos y tuvo que sentarse en la cama, mojándolo todo.

- Entonces… no es una antivamp?
- No lo creo. Su sangre vampírica, aunque era poca cantidad, viene directamente de un hermano. Luego la sangre de Tohrture no era pura, ya que él era medio humano. Mestizo. Ahora, al alimentarse de ti, que desciendes de Darius y tienes la sangre tan pura como la de un hermano, ella se está convirtiendo en una mestiza.

John no sabía que decir, todo esto parecía demasiado bueno para ser verdad.

- Crees que… ¿que se acordará de mí?
- No lo sé John. La sangre mestiza de Tohrture le hizo daño, pero pienso que la tuya la ayudara a convertirse en una hembra normal, mestiza pero normal. Si se va a acordar de ti o de todo lo que paso antes de… solo el tiempo lo dirá.

John se giró hacia Kihara y vio que efectivamente parecía tener todos los síntomas de la transición; sudor frío, palidez, temblores.

- ¿Cuánto tiempo va a estar así?

- Lo normal son dos días ya lo sabes, pero al tener tanta sangre mezclada… Necesita quemar lo que tiene dentro de Tohrture, y luego la tendrás que alimentar.

Vishous observó la herida de John y este lo pillo.

- Ni se te ocurra. Cúrala a ella. Además, la herida tiene que quedarse abierta, no tiene colmillos.
- No la puedo curar. No puedo interferir en la transición. Pero al menos déjame que te desinfecte la herida. La puedes alimentar haciéndote un corte en la muñeca. Y los colmillos, espero que le salgan durante la transición… si no vas a estar haciéndote cortes cada vez que tenga hambre.

John miró a Kihara.

- Mientras ella este bien, valdrá la pena.

Vishous desinfectó la herida y se levantó.

- Anda cámbiate. Voy a informar a los hermanos y te traigo algo de comer.

Le echo un vistazo a Kihara, asegurándose de que más o menos estuviera bien, aunque no había nada que pudiera hacer por ella. Salió de la habitación con cuidado de no hacer ruido. Butch lo estaba esperando justo fuera.

- ¿Cómo está?
- ¿Dónde están los demás?
- Abajo. ¿Cómo esta Kihara?
- Ven y os lo explico a todos a la vez.
- Vishous…

Butch se acercó y lo besó apasionadamente, terminando el beso demasiado pronto y dejando a Vishous estupefacto.

- Venga vámonos y nos cuentas como esta Kihara.

Vishous podía oír la sonrisa en la voz de su amigo y lo miró con sospecha, pero lo siguió. Todos los hermanos estaban reunidos en la sala de juegos, aunque ninguno jugaba. Nadie se había ido a duchar o a curarse las heridas, todos ansiosos por saber que le había pasado a Kihara y como estaba. Vishous explicó todo lo que le había contado a John.

- Así que lo único que podemos hacer es esperar. Y rezar.
- ¿Podemos ver a John?

Se veía que Blay y Qhuinn estaban muy preocupados por John.

- Si, le he pedido a Fritz que le prepare algo de comer. Podéis llevárselo entre los dos.

John se había cambiado rápidamente sin quitarle el ojo a Kihara. Sonó un suave golpe, debía ser Vishous con la comida.

- Entra.

Blay y Qhuinn asomaron tímidamente por la puerta.

- ¿Se puede?
- Entrad. Ahora mismo está inconsciente.
- Si, Vishous nos lo ha contado todo.

Le pusieron las dos bandejas de comida, cerca.

- ¿Y tu como estas tío?
- Bien. Por fin está aquí y pronto estará bien. Después de la transición.
- Si, le hemos dicho a Fritz que compre mucho beicon y chocolate para cuando salga de la transición.

Qhuinn sonrió.

- Anda come algo que necesitas energía para estos días en los que tienes que cuidar a tu chica…

Le guiño un ojo.

-… y para cuando salga de la transición. Ya sabes que aparte del beicon y el chocolate, querrá sexo… muuuuucho sexo.
 
John miró a sus dos amigos y por primera vez desde que Kihara desapareció, sonrió de verdad.

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