domingo, 7 de septiembre de 2014

Lover Defeated - Capítulo 1



Elvar estaba furioso al ver como Hope coqueteaba con Vix.
Estúpida hembra.
Vix era peor que un grano en el culo. Un primer hijo arrogante de una de las familias glymera de mierda. Y el único de la clase al que no podía ganar.
Aun.
Algún día, lo haría.
Podía tardar unos meses, o incluso años, pero lo haría.
Al igual que había hecho con Hope.
Desde que fue admitido a las clases, había sido capaz de ganar y ser mejor que todos, exceptuando a Hope y Vix.
Sin embargo ahora, a ella ya la podía vencer. Al principio, él había querido ir con cuidado, después de todo, ella era una hembra, la única en la clase, por lo que seguramente era más débil.
Ya. No tanto.
Había pateado su culo inmediatamente esa primera vez.
Y luego él había empezado a esforzarse más y más. Tohrment, uno de sus profes y miembro de la Hermandad de la Daga Negra, lo había animado a no contenerse. Con una gran sonrisa, le había dicho que la chica podía soportarlo. Así que fue a por ella, con ganas.
Lo tenía empujando sus límites.
Trabajando duro.
Luchando mejor.
Hasta que finalmente, hace un par de meses, él le gano en el combate mano a mano.
Elvar todavía podía sentir su esbelto cuerpo debajo de él cuando quedo a horcajadas sobre ella. Su cuerpo brillante por el sudor de la sesión de ejercicios. Sus amplio escote moviéndose con cada respiración, oh tan tentador.
Se había puesto duro como una roca y ella sólo le sonrió, más que consciente del efecto que tenía sobre él, sobre su cuerpo.
- Elvar!
Salió de sus pensamientos cuando  Tohr pronunció su nombre.
- Presta atención muchacho, no voy a repetirlo. Tú contra Vix. Vamos.
Él gimió para sus adentros.
Vix era un HdP mezquino y brutal.
Eran casi igual de grandes, igual de musculosos.
Pero a diferencia de él, Vix peleaba sucio. Mientras que Elvar era más honrado, o al menos eso le gustaba pensar.
El gilipollas se inició antes de que Tohr les diera el pitazo inicial y Elvar gruñó cuando el pie de Vix hizo contacto con sus costillas.
Bloqueó las siguientes patadas y logró agacharse y girar, dándole a Vix una patada  con la pierna extendida.
Pero, el bastardo se desmaterializo el aire, mientras caía. Una habilidad que Elvar aún no había dominado. Y una que no se suponía que debían usar en clase, sobre todo porque estaban entrenando para pelear contra lessers, y esos no podían desmaterializarse.
Vix apareció detrás de él y le dio una patada en la parte baja de la espalda, haciéndolo caer hacia adelante.
Oh joder.
Necesitaba ganar.
Pero para hacer eso... tendría que ser más astuto que él. Y sabiendo que Hope les miraba, él simplemente no podía pensar con claridad.
La voz de Tohr sonó por toda la sala, deteniendo la lucha.
- Vix! Eso ha sido suficiente, ya hemos hablado de esto.
El macho puso los ojos en blanco.
- Hey, no es culpa mía que el chaval sea una nenaza debilucha.
Hizo crujir los nudillos cuando se alejó, sonriendo con aires de grandeza, muy satisfecho de sí mismo.
Elvar se levantó y se estiró, permitiendo que su columna vertebral se realineara después de la patada de Vix.
- ¿Estás bien, hijo?
Él asintió a Tohr.
Le ganaría la próxima vez, se dijo. Sólo necesitaba entrenar un poco más, mejorar sus habilidades un poco más.
Llegaría el día.
Nunca sería una víctima indefensa. Nunca más.

* - * - *

Hope hizo una mueca cuando Vix pateó a Elvar en la espalda.
Oh pero que mala idea!
El macho estaba tremendo para mirar, pero en la lucha era feroz, demasiado. Y mientras que el más o menos le gustaba, eso no lo toleraba.
Cuando Tohr le regaño, él se alejó de la pelea, guiñándole un ojo a ella mientras lo hacía.
Oyó crujir la columna de Elvar cuando se acercó a él.
- Hey, ¿estás bien?
- Estoy bien.
Se alejó de ella como asqueado, moviendo la cabeza de lado a lado si para relajar los músculos ahí.
Pues vale. Borde.
Sin embargo, su espalda desnuda era un espectáculo para la vista, y se podía imaginar las marcas que llevaría con orgullo una vez que se emparejara.
Recordó el momento cuando le gano por primera vez.
Su peso encima de ella la hizo sentir toda hembra y se había colocado solo con su olor, a sudor limpio y a... Elvar. Todo un macho...
Ella vio su sonrisa triunfal y luego sintió el grosor de su erección, ya que esta se hizo más grande contra su vientre. Así que a pesar de estar furiosa porque había perdido, sonrió.
Y ahora ella no podía apartar los ojos de su perfecto trasero... Maldita sea, pero que cuerpo tenía.
- ¿Qué haces comiéndote a Elvy con la mirada, princesa?
- Déjalo en paz Vix.
- Pshhhh por favor, es un perdedor. No pierdas tu tiempo con él.
- Vete Vix.
El macho resopló y se acercó más.
- Algún día, me vas a rogar que te folle bien duro princesa. Y yo estaré más que feliz de obedecer.
Ella puso los ojos.
- Oh por favor. No te rogaría, a ti o a nadie por nada.
- Oh princesa, sólo tendremos que esperar y ver eso, ¿verdad?
Él le dio un rápido beso en la mejilla y antes de que ella lo pudiera abofetear, ya se iba.
Por el rabillo del ojo, captó la mirada de desaprobación en el rostro de Elvar.
Hope no podía dejar de compararlos.
Dónde Elvar tenía el pelo corto rubio oscuro, Vix tenía una melena larga y rubia.
Dónde Elvar estaba bronceado, Vix era un poco más pálido.
Los dos eran machos grandes, no tan grandes como los hermanos, pero casi. Lo suficiente como para hacerla sentir pequeña y deliciosamente femenina. Ella sólo podía imaginarse a sí misma entre esos dos cuerpos duros...
Sobre todo ahora que Elvar era lo suficientemente fuerte para dominarla y ganarle. No es que ella fuera sexista de ninguna manera, y le enfadaba cada vez que ganaba, pero sabiendo que él era más fuerte que ella, en sus ojos le hacía ser más masculino0.  Más macho.
Era callado, reservado y siempre agradable con sus oponentes, asegurándose de que las peleas eran justas y ayudaba a los otros compañeros a mejorar sus habilidades cuando era necesario.
Vix era un idiota en ese aspecto. Su filosofía era cada uno lo suyo y que les den a todo el mundo. Siempre decía lo que pensaba, sin importar a quien hacía daño.
Pero Elvar... Cuando peleaba con ella... solía tener cuidado.
¿Ahora?
Ya no tanto, y Hope respetaba la forma en la que siempre estaba tratando de mejorar, procurando ser un mejor luchador. Hope no tenía absolutamente ninguna duda en su mente que vendría el día cuando pelearía contra Vix y ganaría fácilmente.
Y mientras que ella estaba deseando que pasara, porque Vix necesitaba una buena patada en el culo, también lo temía porque sabía, que en el momento en el que Elvar fuera capaz de ganarle a un macho como Vix, ella lo desearía.
Y temía que su autocontrol sería mandado al infierno y terminaría asaltándolo en la ducha cuando él fuera proclamado el mejor luchador de su clase.



3 comentarios:

  1. Uufff que fuerte empieza esto jajajaja
    Estoy deseando que llegue en jueves muuuy ansiosa. Besazoooos

    ResponderEliminar
  2. Soy fan de esta historia !!! Me encanta Hope como me encantan todas las hembras guerreras, mujeres al poder!!!
    Sigue la pronto kisses!!

    ResponderEliminar