Zsadist miró la puerta, deseando que saliera la
doctora para verla de nuevo.
Nabilah.
Qué nombre.
Qué ojos, qué boca, qué cuerpo… ¡Qué hembra!
¡Mía!
Su cuerpo entero pedía a gritos que la poseyera, que
la hiciera suya y la tomara como shellan, sin importar las
consecuencias.
Jamás había sentido nada igual.
Se había vinculado así como así y la quería para él.
Aun sin conocerla.
Solo había un problema. A su hermano gemelo Phury,
le pasaba exactamente lo mismo. Lo podía sentir en cada poro de su piel, la
conexión con el más intensa que nunca.
Joder.
- Tú también lo sientes verdad.
Z asintió. ¿Para qué negarlo?
Phury se frotó la cara con las manos.
- No pasa nada.
- No estoy dispuesto a retarte a un conthest, Z.
- ¿Ni siquiera por ella?
- Ni siquiera por ella. No la conocemos. No voy a
perder a mi hermano por eso.
Z inspiró con fuerza.
Intentaba pensar igual, realmente lo intentaba, pero
Phury era el noble de los dos. Z era el hijodeputa retorcido de la familia.
Un gruñido de Phury le hizo mirarlo. Su hermano
estaba tendido en el suelo, ¡inconsciente! Joder, ¡mierda! Qué demonios…
Un golpe seco en la cabeza hizo que su mundo se
volviera negro antes de poder hacer algo por Phury.
*-*-*
Lohrena terminó de ponerse el vestido premamá.
Estaba contenta porque Nabilah le había asegurado que todo iba mejor que bien y
que lo de Rhage no era para nada contagioso. Su hijo sería un pequeño pretrans
normal y corriente y…
La puerta se abrió de golpe y Lohrena jadeó al ver a
Muhrder.
No podía ser verdad.
Detrás de él, tanto Z como Phury, estaban tirados en
el suelo.
- Hola nalla, ¿me has echado de menos?
La mirada de Muhrder se posó sobre Nabilah que lo
miraba enfadada.
- Esto es propiedad privada, y estoy con una
paciente. Tiene que esperar a su cita con el doctor Havers, así que salga de
aquí ¡ahora mismo!
Muhrder soltó una risa de loco que daba miedo.
- Tienes agallas. Me gusta. Parece ser que me llevo
un dos por una.
Le miró la barriga a Lohrena.
- Mejor dicho, un tres por una.
- No pienso irme contigo. ¿Crees que los Hermanos te
van a dejar escapar? Soy la shellan de Rhage.
- Ahh mi hermano dragón. ¿Qué te parece ese Godzilla
interno que tiene? ¿Da miedo verdad?
Lohrena no lo tuvo que pensar. No, no daba miedo.
Ahora que tenía toda la información y sabía que su hijo estaba bien y no
sufriría de esa manera, no le tenía miedo a Rhage, ni a su bestia. Que estúpida
había sido.
- El vendrá a buscarme.
Lo sabía con toda seguridad.
- Eso espero mi pequeña nalla, eso espero.
Por los dioses, me dejaste muy intrigada actualiza pronto por favor!!
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