Trusting Lover - Capítulo 36

El anti desapareció delante de sus ojos y la bestia rugió furiosa por la oportunidad perdida. Tembló con fuerza y con otro destello de luz, volvió a su lugar dentro de Rhage, que cayó al suelo desnudo y dolorido.

Medio consciente, no estaba seguro de que dolía mas, que Muhrder hubiera reclamado a Lohrena como suya o que ella le había mirado con autentico terror.

Sus hermanos le taparon y cogieron en brazos, haciendo que perdiera la consciencia.

*-*-*

Lohrena se tapó la boca con las manos al ver a Rhage tirado en el suelo.

¿Esto era la maldición?

¿Esto era por lo que tenía que pasar cada vez que se convertía en ese… monstruo?

Con razón tardaba más de un día en recuperarse… Los hermanos lo cogieron con cuidado y pasaron por delante de ella. Vishous la miró con esos ojos brillantes que sabían mucho más de lo que debían.

- Él te necesita Lohrena.

Negó con la cabeza. Estaba muy confusa y tenía miedo. Todas aquellas veces que los ojos de Rhage se habían vuelto blancos, estando con ella, dentro de ella… ¿se había podido convertir en cualquier momento?

- Jamás se convertiría estando contigo.

- No me leas la mente.

- No lo vayas a dejar solo ahora Lohrena. Él te necesita.

- Y yo necesito saber que mi hijo está a salvo.

Vishous entrecerró los ojos.

- No me esperaba esto de ti, ¿verdad? Rhage se merece mucho más que esto. Él lo daría todo por ti. Y si hoy hemos perdido a ese anti, ha sido por tu culpa. Si rechazas a Rhage ahora, ¿realmente crees que la Hermandad ira corriendo a protegerte cuando aparezca Muhrder otra vez?

Eso la hizo palidecer.

- Rhage sigue siendo Rhage Lohrena, a pesar de lo que has visto. No voy a explicarte el porqué de su maldición o qué le ocurre cada vez que se transforma de esa manera. Pero acuérdate que él, tanto vampiro como dragón, darían su vida por ti y por ese crío que dices querer proteger.

Vishous entró en la mansión y Lohrena se agarró la barriga aterrorizada.

Oh dulce Virgen en el Fade… ¿Su hijo podía sufrir esa misma maldición? ¿Era algo de familia o hereditario?

El pánico se apodero de ella. Tenía que ver a Havers. Tenía que ver a Nabilah. A quien fuera.

Alguien tenía que decirle que su hijo no tendría que pasar por esto, que no sería medio vampiro medio… bestia, como Rhage.

- Deberías entrar e ir con él.

El hermano de la cicatriz, Zsadist, miraba por todo el patio, pero solo podía estar dirigiéndose a ella.

- Voy a ir a ver a Havers.

- Solo queda una hora de oscuridad. Y, Rhage, tu hellren, el padre de tu hijo, obviamente no te puede acompañar. Tampoco vas a ir sola, porque ahora mismo no es seguro.

- Pues acompáñame tú.