El cuello de Zsadist crujió al girarse rápidamente
hacia ella. Su mirada era de asco.
- Vas a ir sin Rhage.
No era una pregunta.
- Solo para un chequeo.
- Rhage es el padre. Deberías respetar eso. Como tu hellren,
es el quien debería acompañarte.
- Ahora mismo no quiero ir con él.
Zsadist pasó la mirada por su cuerpo, el desprecio
evidente en su cara. Luego miró al cielo que se iba haciendo más claro por momentos.
- Si Rhage da su permiso, y el rey cree que es
seguro, traeremos a Havers aquí.
- No puede ser aquí. Aquí no hay maquinaria para
hacer ecografías ni otras pruebas que posiblemente tengan que hacerme.
Para ver si mi hijo esta maldito como su padre.
Eso no lo dijo en voz alta.
- Hablaré con Rhage.
Se dio la vuelta para entrar a la mansión y se
detuvo en la puerta para mirarla.
- Igual Muhrder tuvo razón al no traerte junto a la
hermandad
Con esas palabras la dejó sola.
La puerta volvió a abrirse y apareció su gemelo,
Phury.
- Lohrena entra por favor. Aún tenemos que verificar
si el perímetro es seguro y está a punto de amanecer. Además…
Se quedó callado hasta que ella entró por fin.
- Él te necesita. Sé que no entiendes lo que has
visto, pero él te lo puede explicar. Dale esa oportunidad al menos. Os necesita
Lohrena. No lo dejes tirado.
*-*-*
Rhage despertó unas horas después, bañado en sudor y
con ganas de vomitar. El olor a plástico quemado le picaba en la nariz y supo
que era el miedo que sentía Lohrena. Se sentía desorientado, pero tenía que
protegerla… Había un anti, que quería llevarla a Muhrder. No podía dejar que
eso pasara. Sintió como el cuerpo entero le temblaba, pero no lograba
levantarse.
- Shhh ya está.
Estoy aquí, estoy bien.
- Él bebe, mi bebe…
Alguien cogió su mano y la posó sobre el abultado
vientre donde crecía su hijo. Mucho más tranquilo, se volvió a dormir, dejando
que su cuerpo siguiera recuperándose.
*-*-*
Lohrena miró a Rhage de lejos sin saber bien que
pensar. Le dolía verlo así, debilitado, pero le daba mucho miedo ese otro lado
que había visto fuera de la mansión. Rhage gimoteó de nuevo, desesperado por
ella, por saber que ella y el peque estaban bien. Se levantó de la silla donde
estaba y de nuevo se acercó a él, dejando que pusiera su mano sobre la barriga.
Estaba tan confusa que su cuerpo temblaba con fuerza. Si su hijo tenía que
pasar por todo esto… convertirse en una bestia, para luego tener que pasar por
el largo proceso de recuperación, no sabía que haría.
Y si se quedaba con Rhage, quien le podía asegurar
que no llegaría el día en el que él se transformara delante de ella, sin
querer, o cuando estuviera enfadado…
Tenía tantas dudas. Tantas preguntas.
Pasaron las horas y ya le dolía la cabeza de tanto
pensar. Necesitaba ver a su ginecóloga, ya.
La mano de Rhage agarró su muñeca, sorprendiéndola.
- No me tengas miedo. Por favor, tahlly.
Lorena es una tonta!!.... Rhage es lo maximo >.<
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