domingo, 30 de noviembre de 2014

Lover Divided - Capítulo 20

Zsadist sintió alivio puro y una sensación de triunfo al vaciarse dentro de Nabilah. Acababa de hacerla suya. El vínculo de unión completado.
A partir de ahora, ella olería a él y todos los machos, todos, tendrían que mantenerse alejados de ella si no querían tratar con él.
Gruño con satisfacción. Eso también iba por su gemelo.
Ya era suya.
Y ya la necesitaba otra vez.
Salió de ella con cuidado y quiso gritar cuando Phury se acercó a ella y se corrió sobre su pecho. Nabilah sonreía coqueta. Le encantaba.
No debería de ser así. Era suya, maldita sea.
Aun así, la visión de su hermano con Nabilah lo tenía duro. O igual era simplemente por la necesidad…
Phury la beso antes de ayudarla a levantarse.
- Vamos a ducharnos.
Ella asintió mordiéndose el labio, sus colmillos blancos un precioso contraste contra sus labios rojos e hinchados.
Pasaron por su lado y Phury hizo un gesto con la cabeza de te-vienes-o-que, así que no tuvo más remedio que seguir. Gracias a la Virgen que las duchas en la mansión eran enormes. Los tres cabían cómodamente, y el cabezal era de los anchos, por los que el agua caía por encima de ellos sin que ninguno pasara frio.
Aunque no había riesgo de eso. Nabilah estaba tan caliente que los tenía a los dos igual.
Joder.
Su cuerpo era perfecto. Esbelto, con largas piernas. Unos pechos turgentes que pedían a gritos ser lamidos y mordisqueados. Ese trasero hecho para el pecado…
Su polla se agito y ella se dio cuenta.
Sonriéndole de manera traviesa, se agacho y sin preámbulos, lo tomo en su boca.
- Joderrrrr.
Echo la cabeza hacia atrás. No quería pensar que su hermano estaba bajo la ducha con ellos, viéndolo todo.
La lengua de Nabilah lo tenía al límite en nada de tiempo y soltó un grito ronco cuando se dejó llevar. Vaciándose en su boca, la miro, viendo como ella disfrutaba de su sabor.
Jadeando, se dejó caer contra las baldosas. Seguía duro, obviamente.
Santa mierda.
Nabilah se incorporó y Phury se encargó de enjabonarla. Sus manos acariciaban la piel mojada de ella, el jabón haciendo el proceso más fácil. Estaba deliciosamente resbaladiza. Z miro fascinado como su hermano jugaba con ella, pellizcando sus pezones, pasando la mano por su hendidura…

*-*-*-*-*

Phury sabía que tenía a Z hipnotizado.
Aun podía sentir la reticencia de su hermano, y quería que este se dejara de inhibiciones. Nabilah pertenecía a los dos. Eso lo tenía más que claro.
Solo hacía falta que él lo viera.
Dejo que se vinculara con ella primero porque sabía que para él era importante. Pero no cambiaba nada. Phury también se vincularía a ella y harían esto funcionar.
Joder. Sí.
Se colocó detrás de ella y apretó los pechos de Nabilah, disfrutando de su suavidad y casi rio cuando los ojos hambrientos de Zsadist se clavaron ahí. 
Su polla descansaba sobre el trasero de Nabilah, y aunque nunca lo había pensado demasiado, la idea de tomarla por detrás no le desagradaba. Joder, si Z colaboraba y la penetraba por delante… Su polla palpito y Nab debió sentirlo porque se dio la vuelta hacia él.
Vio su intención de agacharse, pero la detuvo.
Ahora le tocaba a él completar la vinculación…
La cogió en brazos y gruño al sentir sus pechos aplastados contra su torso. Rodeo su cintura con sus piernas y ella sola se clavó en su polla. Jadeo cuando Phury tomo el control y la movió con fuertes embestidas.
De reojo vio como Zsadist se acercaba y se colocaba detrás de ella.
Nabilah gimió y volvió la cara hacia su hermano, completamente extasiada por el momento. Sabía que si Z decidía penetrarla por detrás, seria explosivo…
Phury no podía ver lo que hacía Z, aunque por los jadeos de Nab, deducía que a ella le gustaba. Era adicto a verla así, excitada, recibiendo y dando placer – toda una hembra de valía. Al menos para él.
Ella se inclinó hacia atrás para besar a Z y este la aguanto por la cintura, asegurándose que no se cayera.
Phury estaba a punto de correrse, de llenarla como hace poco lo había hecho su hermano. De vincularse a ella también, asegurándose de que pertenecía a los dos.
Miro a su gemelo y este le asintió con la mandíbula apretada. Dándole permiso.
Y Phury no perdió el tiempo. Embistió con fuerza, su semen llenando a Nabilah, causando que ella también tuviera su propio orgasmo a la misma vez.
Inhalo con fuerza, dándose cuenta que el olor que llenaba el ambiente era claramente una mezcla de dos olores de vinculación.
Y el delicioso aroma salía de su hembra.
Ahora sí. Ahora ella pertenecía a los dos.

1 comentario:

  1. Awwwnnn !!! que intenso!! sube la temperatura jaja .... por favor no nos hagas esperara toda una semana ... es frustrante :)

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