sábado, 22 de noviembre de 2014

Lover Divided - Capítulo 19

Nabilah vio como Zsadist se marchó casi enfurecido. Apenas cojeaba pero aun así temía que se pudiera sacar los puntos.
Se sentó en la silla a ver si se le pasaba el sofocón. Porque vaya sofocón.
Estaba claro que Zsadist acababa de entrar en su necesidad. Y ella quería servirlo. Aliviar ese dolor que venía si no era servido por una hembra.
Tenía las bragas empapadas solo con pensar en todo lo que podía hacerle.
Pero él no se lo había pedido. Así que tendría que aguantarse…
Pero ¿y Phury? También estaría sufriendo.
Debería de ir a buscarlo y…
¿Y qué?
No podía estar con uno e ignorar el dolor del otro. Le era imposible.  Y no estaba del todo segura que quisieran estar con ella.
Suspiró.
También podía tratar de ignorarlos y encerrarse en su habitación. Aliviarse ella sola…
Sí. Eso sería lo mejor.
Se levantó y se tuvo que agarrar a la mesa. El roce de su top contra sus pezones casi fue demasiado. Subiría a su habitación pero ya. Apenas podía andar, la necesidad de tener algo dentro, llenándola, dándole placer, crecía con cada paso que daba por el túnel y se estaba desesperando.
Trato de disimular mientras entraba al vestíbulo y subía las escaleras. Se detuvo delante de las puertas de los gemelos decidiendo si entrar en alguna.
De nuevo, era incapaz de elegir. Prefería sufrir esto sola que tener que decantarse por uno de los hermanos. Los deseaba por igual.
Entro en la habitación y rápidamente se quitó la ropa. El roce sobre su piel era demasiado. No entienda que le estaba pasando, ya que normalmente las hembras no sufrían estos síntomas. 
Se sentó sobre la cama y trato de respirar a través de las sensaciones que la estaban asaltando. Había pensado que quizás Phury la hubiese venido a buscar… o que Zsadist podía haber cambiado de idea. Pero no.
La puerta se abrió de golpe y jadeó.
Sus dos machos estaban en la puerta. Ambos duros y muy muy excitados. Sin mediar palabra entraron en su habitación y se quitaron los pantalones. El olor a especies oscuras impregnaba la estancia y  Nabilah se sintió temblar.
Los gemelos se sentaron en la cama junto a ella, uno a cada lado y le besaron las mejillas. Se movieron en perfecta sincronización, sin tocarse el uno al otro, besando su cuello, acariciando sus pezones, bajando por su barriga…
Mientras ella los tocaba donde podía, sin llegar a rozar sus pollas. Los quería locos de deseo por ella y no solo porque estaban pasando por su necesidad.
Sus gruñidos y respiraciones entrecortadas le decían que estaban muy cerca…
Phury se puso de pie, mientras que Zsadist se arrodilló delante de ella.
Joder, era demasiado.
Colocándose entre sus piernas, Zsadist se lamio los labios antes de lamerla a ella.
- ¡Oh dios!
Cayo hacia atrás, apoyándose sobre los codos, mientras Phury se subió a la cama. Estaba tan, tan duro… Acercó su enorme miembro a sus labios y Nabilah lo miro a los ojos cuando lo tomó en su boca. Su sabor era… adictivo. Chupó con fuerza sin desviar la mirada, pero tuvo que cerrar los ojos al sentir como Zsadist la penetraba con dos dedos e intensificaba su asalto. Sus colmillos extendidos pasaban por sus pliegues empapados, pero Z tenía cuidado de no causar ninguna herida.
Gimió alrededor de la polla de Phury, aunque sus propios colmillos hacían que cada vez fuera más difícil chuparlo como ella quería. Lo agarró con su mano, necesitando sentir que se vaciara en su boca.
Phury movía las caderas cada vez más deprisa, y con un grito ronco se corrió, dando a Nabilah exactamente lo que estaba deseando. Se tragó hasta la última gota y Phury acarició sus labios con ternura antes de besarla. Sintió a Zsadist gruñir entre sus piernas, y este chupo con más fuerza, causándole orgasmo tras orgasmo.
Sin darle tiempo a recuperarse, se clavó en ella, llenándola por completo. Jadeó al sentirlo tan profundo y gimió cuando agarro sus muñecas y las puso por encima de su cabeza, manteniéndola prisionera debajo de su cuerpo.
Algo que no le importaba para nada.
La besó, y debido al ritmo de sus caderas tuvo que soltarla, pero Nabilah ladeó la cabeza y Zsadist la mordió, chupando su sangre y haciendo que estallara de nuevo, esta vez a su alrededor.
Phury se había levantado de la cama, y joder. Los miraba con intensidad, su mano alrededor de su polla, acariciándose descaradamente.
Zsadist lamió su cuello y de nuevo la besó, haciendo que gimiera. La folló con fuerza, soltando sus muñecas para agarrar sus caderas.
Sabía que mañana tendría moratones, pero le daba igual. Si estar por fin con estos dos machos a la vez era la causa, le daba exactamente igual.
Zsadist se tensó encima de ella y con unas ultimas embestidas, se vació dentro de ella, llenándola y reclamándola. Sus pareces vaginales absorbieron el espeso líquido, haciéndolo parte de ella.

Y así sin más. Zsadist se acababa de vincular con ella.

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