lunes, 17 de noviembre de 2014

Lover Divided - Capítulo 18



La cara de preocupación de Nabilah lo decía todo.
- ¿Estas bien, Phury?
Le sonrío para que se tranquilizara.
- Si, solo he perdido la pierna. Tengo varias de repuesto en la habitación.
- Pero las heridas… No es nada. Z tiene un corte en la pierna.
- Estoy bien.
- Cúralo a él.
- He dicho que estoy bien.
Nabilah miro a Zsadist con los brazos en jarras. Ya, claro y ese rastro de sangre, ¿qué, lo estas dejando para decorar el suelo?
Su hermano gruño pero se dejó guiar hasta la enfermería.
Butch y Rhage lo ayudaron a subir las escaleras hasta su habitación, donde rápidamente busco y reemplazo su pierna prostética. En el baño se curó las heridas, que ya apenas eran visibles y se metió en la ducha para limpiarse la mierda de la lucha.
Una ola de pura lujuria lo hizo tambalearse y estaba duro como una roca. Joder.
No era lo que él pensaba. No podía serlo.
Cada año los machos de su raza pasaban por un periodo denominado necesitad y básicamente servía para procrear. Su semen se hacía fértil y las hembras con las que estuviera, quedarían embarazadas. Claro que nunca había estado con una hembra durante este periodo que duraba solo un día o dos.
Normalmente se encerraba y se hacía pajas hasta caer exhausto, pero esta vez, sabiendo que Nabilah estaba en la mansión y que lo deseaba…
Gruño con fuerza.
Cada célula de su cuerpo le pedía a gritos que fuera en busca de la doctora y la hiciera suya. Pero sabía que estaba curando a su hermano.
Joder.
¿Y si a su hermano le estaba entrando la necesidad a la misma vez?
Se podía imaginar con total claridad el compartirla con Zsadist durante estos días…
La volverían loca de placer. Y ella se encargaría de ellos, de los dos. Santa mierda. Estaba más duro que nunca solo con la idea de compartir a Nabilah.
Pero sabía que Zsadist no pensaba igual. Al menos por el momento.  Así que no tenía idea de cómo demonios iba a sobrevivir a esta necesidad.
Aún tenían la habitación con los barrotes, donde John Matthew se había metido para no ir tras Kihara. Igual si le pedía a Rhage que lo encerrara ahí…
Si claro. Para que a Z le entrara la necesidad a la vez, y se aprovechara de la situación. No lo aceptaría.
El macho vinculado en el gano la batalla contra el caballero que solía ser.
Iba a reclamar a Nabilah.

*-*-*-*-*-*-*

Zsadist se tumbó en la camilla con un gruñido. Si, el corte que tenía en la pierna dolía como el infierno. Pero estar así tumbado dejando que Nabilah lo tuviera que curar, era una jodida humillación.
Ella le había cortado parte del pantalón para llegar a la herida y ahora estaba cogiéndole los puntos. Era una jodida diosa. Estaba inclinada sobre la herida, concentrada en coser los puntos de sutura y mirándole bien la herida para asegurarse que no se infectara.
Trago con fuerza al sentir una ola de puro deseo atravesarle.
Joder, no podía ser.
¿A que estaban? ¿Ya hacía un año desde la última vez?
Su polla se endureció más de lo que aún estaba, y no pudo evitar ondular las caderas.
Jo-derrrrr.
- Estate quiet- oh. Vaya.
Nabilah se sonrojo al ver el bulto enorme en sus pantalones.
Las hormonas salían de su cuerpo casi como algo tangible y podía oler como el cuerpo de Nabilah se preparaba para él. Estaba excitada.
Sus caderas se ondularon de nuevo y se mordió la lengua para no gemir. Tenía que irse de aquí. Antes de que tomara a Nabilah como el bruto que era.
Pensó que quizás Phury estaría pasando por lo mismo y gruño al pensar en su hermano con su hembra.
- Zsadist, yo…
Nabilah se pasó la mano por el cuello.
- Déjame ayudarte.
Apretó los dientes con fuerza.
- Mejor ayuda a Phury. O no. Olvídalo.
No sabía ni lo que decía.
- ¿El también…? Oh, vaya…
Su corazón se aceleró y su suave jadeo ya le decía a Zsadist que si se lo propusieran, ella los serviría.
Mierda, tenía que irse de aquí.
Necesitaba una ducha y encerrarse en la maldita jaula de los cojones. Pero no iría solo.
Si Phury estaba pasando por su necesidad a la misma vez, se encerrarían juntos.
Ni de coña dejaría que Phury se follara a Nabilah durante su necesidad.
O los servía a los dos.

O a ninguno.

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