domingo, 27 de abril de 2014

Trusting Lover - Capítulo 35

Rhage tardo 0,2 segundos en reaccionar. John estaba justo con él, tenían que proteger a las hembras antes de ir a por el enemigo. Ver el miedo en la cara de Lohrena hizo rugir al macho vinculado en él.
Asegurarse de la seguridad de su shellan.
Ir a por su enemigo.
Ese era su cometido, y en ese orden.
- Rhage, ve con los hermanos, yo me las llevo.
- Y una mierda.
John quería proteger a Kihara tanto como el a Lohrena, pero no podía dejarla sin saber que estaba realmente a salvo.
Lohrena lo detuvo y cogió su cara, paralizándolo por completo, a la espera de una orden, como era habitual.
- Ve con tus hermanos, estaré bien. Ellos te necesitan más que yo, ahora mismo.
Rhage dudó, dividido entre la necesidad de proteger al amor de su vida y el deber que tenía con la Hermandad.
- Rhage ¡vete!
Salió corriendo ante esa orden y se desmaterializó justo fuera de la mansión.
Un anti.
Estaba fuera, solo por lo que podía sentir y tenía una sonrisa de loco en el rostro. Los hermanos le rodearon pero el anti no parecía querer luchar, cosa que era más que sospechosa.
¿Cómo coño había entrado?
Cuando vio a Rhage, su sonrisa se distorsiono aún más.
- Rhage… Tengo un mensaje para ti, de tu Hermano. Tienes algo que le pertenece. Una hembra llamada Lohrena. Es suya, y quiere que se la devuelvas.  Ahora.

*-*-*

Lohrena no sabía que estaba pasando, pero sabía que tenía que seguir a John para ponerse a salvo.
Una brillante luz los cegó momentáneamente y John palideció.
- Kihara, ve a la habitación. Quedaros allí, tengo que salir a ayudar a Rha… a los Hermanos.
John salió corriendo y Kihara tiró de ella.
- Ven, estarán bien, tenemos que escondernos.
- Es Rhage. Algo le ha pasado a Rhage.
- Lohrena ven, él está bien.
Sacudió la cabeza, sabía que se tenía que proteger que no debía distraer a los hermanos, a Rhage, pero si le pasaba algo… Se soltó de Kihara sabiendo que posiblemente la estaba poniendo en peligro al dejarla sola, pero ahora mismo, lo único que le importaba, era Rhage.
Salió de la casa y le costó creer lo que estaba viendo. Era el tatuaje de Rhage, que había cobrado vida. Qué demonios…
Pero, ¿dónde estaba Rhage?
Los hermanos estaban esparcidos con la mirada puesta en el dragón.
Una realización horrible se formó en su mente al darse cuenta de que no era el tatuaje de Rhage… ese monstruo… ¡era Rhage!
- Por la Virgen Escriba…
El susurro debió de llegar a oídos de ese… bicho, ya que se giró hacia ella y soltó un grito ensordecedor. Al girarse vio algo que no había visto antes. ¡Un anti!
Éste la vio y sonrió.

- Hola Lohrena, traigo un mensaje de Murhder. Nalla, volveremos a vernos pronto. Volveré a por ti.

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