Lover Defeated - Capítulo 33

El pitido estaba empezando a ponerla nerviosa. ¿Por qué Elvar no apagaba la alarma?

Un momento.

¿Por qué había una alarma? Deberían de estar luchando, ¿no?

Trató de abrir los ojos, pero su cabeza estaba espesa y sentía los párpados pesados. Podía oír a alguien moverse. De pronto sintió un par de palmadas rápidas en la mejilla, ¿Qué demonios?

- ¿Estás despierta ya o tengo que esperar más tiempo? Pedazo de zorra, no tengo tiempo para esto.

¿Eh?

Conocía esa voz. Era esa hembra. La amiga de Elvar o la ex o algo de eso. Sefira, Sophie... Sophira. ¿Por qué estaba aquí? ¿Y dónde estaba Elvar? Si tan sólo pudiera llegar a su hellren... tenía que encontrarlo. ¿Dónde estaba?

Si alguien pudiera apagar esa maldita alarma, tal vez ella podía descansar un poco y despertar renovada. No lograba dormir, sin embargo. Así que trató de usar sus sentidos para averiguar dónde estaba y cómo podría salir de aquí. Hope se sentía calentita y parecía que estuviera cubierta por una manta, lo que significaba que probablemente estaba en una cama. No era su cama, eso lo sabía. Si Sophira estaba aquí, eso significaba que seguramente estaban en la clínica y el pitido no era una alarma, sino una de esas máquinas de signos vitales.

Y no había solo uno de ellos, había dos. Uno para ella y otro para... ¿Elvar?

Ella luchó y finalmente abrió los ojos, sí, sólo por un momento. Paredes blancas estériles la rodeaban, lo que significaba que efectivamente estaba en una clínica. No era el túnel, así que probablemente era la clínica de Blaxton. Sí, eso tenía sentido si esa enfermera estaba aquí. ¡Oh, eso no era bueno! Eso no era nada bueno en absoluto. ¿Cómo demonios había llegado aquí?

Ella luchó de nuevo para abrir los ojos.

- Elvar. ¡Elvar!

Dolía mover la cabeza hacia un lado, pero finalmente lo hizo y lo vio.

- ¡Elvar!

No había fuerza en su voz.

- Chis, no gastes tu aliento.

Maldita sea. Esa mujer estaba aquí.

- Todo va a terminar pronto. ¿Estás despierta? He estado esperando esta oportunidad desde hace semanas. Quiero que veas esto.

Hope levantó el brazo sólo para darse cuenta que tenía una aguja intravenosa en el brazo. Ella estaba conectada a algo, pero ¿qué? ¿Y por qué no había nadie de su familia aquí? Seguramente tenía que haber alguien... La hembra estaba tramando algo, lo sabía.

Hope casi gimió cuando abrió los ojos de nuevo. Todo estaba borroso. Elvar estaba en su cama y Sophira estaba... ella tenía... oh dulce Virgen. La hembra estaba sosteniendo una almohada.

¡No! ¿Qué coño estaba haciendo?

- ¡Elvar!

¿Por qué no se despertaba?

- ¡Elvar!

Intentó moverse, pero sus brazos y piernas eran demasiado pesados. Esa perra loca estaba a punto de asfixiar a su hellren. Hope necesitaba espabilar, pero ya.

La enfermera miró en su dirección, sus labios pintados de un rojo perfecto y las uñas rojas un contraste contra todo lo blanco.

- ¿Estas prestando atención, querida? Quiero que veas esto. Mira, y yo que pensé que no podría vivir sin él. Pero resulta que, realmente todo el mundo tiene un precio...

La hembra presionó la almohada contra la cara de Elvar.

- ¡No! ¡Por Favor! ¡No!

Su voz era casi inexistente. Tenía que levantarse y detener a esa perra.

Preferiblemente antes de que matara a Elvar.

Si tan sólo pudiera conseguir que sus extremidades cooperaran...

Elvar estaba moviéndose sobre la cama, sacudiéndose con fuerza. Sophira presionó la almohada con más fuerza contra su rostro y miró a Hope.

- Arruinó a Vix, por lo que la Glymera quiere venganza. No es nada personal, querida.

Perra. Loca.

Con un gruñido Hope empujo su cuerpo de la cama, apenas enderezándose antes de caer de nuevo.

No tenía idea de cómo había terminado en esta situación, pero de ninguna manera iba a dejar que la señorita enfermera del infierno matara a su macho.

Hope empujó su cuerpo más allá de su límite físico, el dolor transformándose en pura adrenalina. Llegó a la otra cama y empujó a Sophira, y aunque no lo hizo con fuerza, la hembra perdió el equilibrio. Hope la empujó de nuevo y uno de los soportes con la bolsa de suero, cayo ruidosamente al suelo.

Se las arregló para agarrar un puñado del perfecto peinado de Sophira, haciendo que la hembra chillara. Cayeron al suelo y con las pocas fuerzas que pudo reunir, Hope levantó la cabeza de la enfermera y la golpeó contra el suelo. Una y otra vez.

- ¡Hope! ¡Hope!

Hunter la levantó mientras que Vishous, Payne y Manny miraban a su alrededor sorprendidos. Oh, claro, ahora entraban.

- ¡Elvar! ¡Elvar! ¡Suéltame, tengo que verlo!

Su voz era un poco más fuerte y sonaba horriblemente histérica, aunque no le importaba. Su tío quito la almohada de la cara de Elvar y Hope se dio cuenta de este no se movía. ¿Por qué demonios no se movía? Vishous colocó la mano en el cuello de su hellren, para buscar su latido, suponía, pero negó con la cabeza.

- Se ha ido.

¿Qué?

- ¡NO! ¡No! ¡Estás mintiendo! ¿Por qué mientes? ¡No! No puede ser... oh dios... ¡No!

Hunter la tenía bien agarrada, pero ella luchó contra él. Tenía que ver a Elvar de cerca.

- ¡Caro! ¡Caro!

Vishous y Manny compartieron un vistazo ante este apelativo cariñoso, pero le daba igual. Que pensaran lo que quisieran. Con un gesto de su padre, Hunter la soltó y Hope corrió hacia la cama, subiéndose encima para poder estar a su lado.

- Elvar caro, despierta. Regresa a mí.

- Hope, se ha ido. Es lo mejor.

Las palabras de Vishous fueron pronunciadas en voz baja.

- ¡Vete!

- Nena, si tú no lo amas de todos modos.

- ¡Lo amo más que a mi vida!

Sus lágrimas caían libremente y nublaban su visión, pero no importaba, ella se aferró a su hellren.

- Pero...

Parecía que por una vez, su tío se quedó sin habla.

- No me dejes, caro. Por favor, por favor, por favor. Te necesito, Te quiero, por favor...

Ella sintió, más que oyó su corazón débil contra su mejilla donde su cabeza descansaba sobre su pecho. Su respiración se entrecortó mientras seguía hablando con él en voz baja.

Payne jadeó suavemente y ella sabía que probablemente debería levantarse para que su padre pudiera comprobar a Elvar, pero ella sentía un cierto calor desde dentro y podía sentir sus latidos cada vez más fuertes, por lo que no se atrevía moverse.

Tenía los ojos firmemente cerrados, y ella sólo los abrió cuando Elvar jadeó con fuerza.

- ¿Elvar? ¿Caro?

- ¿Cara? ¿Estás bien? ¿Dónde estamos?

Ella sonrió. Su primera pregunta, era por su bienestar. Sus lágrimas corrían por su rostro.

- Cariño, ¿por qué lloras? ¿A quién tengo que matar?

Hunter sonrió.

- Mi hermanita ya se encargó de eso, verdad.

Elvar frunció el ceño y Hope señaló el cuerpo sin vida de Sophira.

- Iba a matarte.

- Y ¿deduzco que tenías un problema con eso?

- Joder, sí. Te quiero, eres mío. Nadie más que yo toca lo que es mío.

Elvar la miró con asombro.

- Dilo de nuevo.

- Yo. Te. Quiero. Eres. Mío. Para siempre.

Él suspiró feliz.

- Para siempre, me gusta como suena. Una cosa, cara. Te das cuenta de que estás brillando, ¿verdad?