miércoles, 4 de febrero de 2015

Lover Divided - Capítulo 27

- ¡Hijo de puta! ¿Dónde está?
Phury puso el móvil en manos libres para que todos pudieran oírlo.
- Quiero a mi hermana. Cuando me la devolváis, ya os diré donde podéis encontrar a vuestra doctora.
Zsadist gruñó.
- Maldito…
- ¿Dónde y cuándo?
- Dentro de una hora. Ya sabéis donde.
Se cortó la conexión y Tohr aparcó el vehículo delante de la mansión.
Tanto Zsadist como Phury salieron corriendo en busca de su prisionera. No había tiempo que perder.
De mientras, Tohr fue en busca de Wrath. Los gemelos entraron en la habitación/cárcel y se encontraron con un montón de eh-un-momento-que-cojones-esta-pasando-aquí.
- Eh… ¿Wrath?
Tohrment apareció detrás de ellos.
- Wrath no está en su... ahh...
Z y Tohr se rascaron detrás de la cabeza, como gesto universal de que-cojones-hacemos-ahora.
Wrath estaba pegado a Assasyn como una lapa, besándola como si no hubiera un mañana.
Levanto la vista brevemente.
- Fuera de aquí.
- Wrath. Muhrder tiene a Nabilah.
El rey gruñó y se separó de la hembra de mala gana. Se puso las manos en las caderas y sacudió la cabeza.
- ¿Cómo cojones es eso posible? Si no hubieseis ido a hacer el puto rythe
- No lo sabemos. Se marchó y él la ha secuestrado. A cambio solo quiere… a esa hembra.
- Y se la vamos a dar. Mi señor.
Wrath siseó y mostró los colmillos.
¿Qué cojones pasaba entre él y la hembra?
- Wrath, Muhrder dice que es su hermana…
- Lo sé. No se la vamos a entregar.
- Wrath…
Tohr trató de razonar pero se trataba de su hembra, suya y de su hermano.
No había razonamiento posible.
La rubia colocó su mano sobre el brazo de Wrath, calmándolo visiblemente.
- Déjame ir. Quiero ayudar.
- Asyn…
¿La rubia tenía mote?
- Debo hablar con mi hermano. Esta locura debe terminar de una vez. Esta es nuestra oportunidad.
Zsadist miró a su hermano y sacudió la cabeza.
Aquí pasaba algo muuuuuy raro.

*-*-*-*

Nabilah trató de no vomitar con el olor de anti podrido que había en el ambiente. Muhrder paseaba de un lado a otro, hablándose solo y la sensación de dejavú la inundo.
Solo faltaba Lohrena embarazada y seria la misma situación que vivió hace meses, pero esta vez no dependía de que Rhage viniera a salvar a su hembra. No.
Esta vez, dependía de Zsadist y Phury. Los machos de su vida.
¿Vendrían a por ella o estarían aun ocupados en la tumba, partiéndose la cara mutuamente?
Una puerta se abrió al fondo de la nave, y ahí tenía su respuesta.
Los dos, magullados a más no poder, estaban ahí.
Traían a la rubia que había visto en la mansión. Ambos agarrándola por un brazo.
¡Míos!
El deseo irracional de querer sacarle los ojos a la tipa casi la hizo sonreír.
Wrath, Tohr, Butch y los chicos venían detrás.
Muhrder se quedaría con la rubia y ella volvería con los gemelos. Si habían venido a por ella, es que la querían, ¡tenía que ser así!
Un intercambio fácil y rápido.
Pan comido.
Pero no fue así.
La hembra agarró las pistolas que los gemelos llevaban en sus fundas y se soltó de ellos girándose con rapidez y apuntándoles.
Nabilah jadeó.
No, no, no.
Muhrder se rió y levantó a Nabilah, manteniéndola delante de él.
- ¿Estas bien Assasyn?
- Perfectamente. Aunque por la cara de Wrath, creo que él no tanto.
Uhm vale, ¿qué estaba pasando?
La rubia caminó hacia atrás, sin dejar de mirar y apuntar a los hermanos.
- Pobre Wrath… ¡han pasado 38 años! ¿Realmente pensabas que aún seguía siendo esa chiquilla enamorada? Pero que inocente eres.
Bufó.
- Mi hermano pasó lo mismo con la perra de Lohrena y mira como salió eso. Yo no pienso cometer el mismo error. El amor es una puta mierda.
Mientras la hembra hablaba, ella miró a Phury y Zsadist. Aun llenos de moratones, eran hermosos. Y suyos. O eso esperaba.
Le estaban indicando algo con gestos…
Pero no entendía…
¡Ah!
Sabía lo que querían que hiciera y así lo hizo.
Pisó a Muhrder y cuando éste le soltó un brazo, le dio un puñetazo en los huevos, pudiendo soltarse del todo. Se tambaleó y cayó en un boquete oscuro que parecía no tener salida.

Fue entonces cuando oyó el disparo… 

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