Hope había decidido ir a nadar un rato, mientras él
iba a entrenar. Tenía ganas de correr unos pocos kilómetros y por suerte el
gimnasio tenía algunas cintas de correr que podía utilizar para eso.
Podría haber jurado que ella iba a decirle que lo quería.
Pero no lo había hecho.
V, Butch y John estaban en el gimnasio cuando llegó.
Genial.
Los saludó, se puso la música y saltó sobre la
máquina.
Poco después, John Matthew se marchó y, por
supuesto, Vishous tenía que colocarse al lado de máquina.
De puta madre.
Hope le había contado sobre la nota que Vix le había
entregado y parecía que V estaba rogando que le diera un puñetazo.
Vishous detuvo la cinta haciendo que Elvar cayera hacia
delante mientras corría. Agarró los raíles y saltó a los lados justo a tiempo.
Arrancó sus auriculares de sus oídos.
- ¿Cuál es tu maldito problema?
- No me gustas, verdad.
- Sí, bueno el sentimiento es completamente mutuo.
- No deberías de estar con Hope.
- ¿Por qué cojones no?
- Ella no te quiere.
Tragó saliva. No podía decirle al hermano que era
mentira, exactamente.
- Ella no te quiere, por lo que no debería estar
contigo.
- Yo soy digno de ella.
- No lo dudo. Pero ella sólo está contigo por
obligación por lo que hiciste para protegerla. Tú lo sabes. Ella lo sabe.
- No la obligué.
- Sé que no lo hiciste. Pero ella es una mujer de valía.
Siempre haciendo lo correcto. Ella nunca ha querido estar emparejada y hacer de
ama de casa.
Él hizo crujir los nudillos.
- ¿A dónde quieres llegar?
- Mira Elvar, su necesidad será dentro de unos meses.
¿Realmente vas a ser el responsable de arruinar su vida de esa manera?
- Jesús, V.
Butch murmuró las palabras pero Elvar las escuchó.
- ¿Qué sugieres?
- No te va a gustar esto.
- Qué sorpresa.
- Finge tu muerte.
- ¿Perdona?
- Ya me has oído.
Se bajó de la cinta.
- Has perdido la cabeza.
- Piensa en ella. Lo que ella necesita. Lo que ella
quiere.
Elvar bufó. Eso era en lo único en lo que pensaba de
todos modos.
- Digamos que te hago caso. Entonces, ¿qué? ¿A dónde
voy?
Vishous se encogió de hombros.
- Canadá, Europa, Asia. Donde quieras.
Él negó con la cabeza.
- Olvídalo.
Una mano enguantada cayó sobre su pecho.
- Tú sólo... piensa en ello. Por ella.
- Lo que tú digas, tío.
Entró en el túnel sin molestarse en ducharse antes.
- Joder, ¿y ahora qué?
Vix estaba allí, como si lo estuviera esperando.
- No lo hagas tío.
- ¿Que no haga el que?
- No dejes que te la quite.
Él entrecerró los ojos.
- ¿Qué has escuchado?
- Todo. Mira, tú pregúntale a ella lo que siente.
Confía en mí.
- Claro. Porque tú eres un tipo taaaan digno de
confianza. Lo que tú digas, amigo.
Elvar esquivó al macho, deseando salir de aquí.
- Tuve una shellan una vez.
Se detuvo. Sí, lo recordaba. Él había sido el que la
preparó para la ceremonia del Fade. A ella y a su cría.
- La perdí porque fui un estúpido. No dejes que te
pase lo mismo a ti.
Sin volverse, gruñó.
- Lo tendré en mente.
* - * - *
Esta noche tocaba luchar otra vez. Hope estaba
nerviosa por Elvar. Todos los Hermanos habían oído hablar de su matanza y los
11 tarros que había recogido. Wrath y Tohr le habían dado la vara por luchar
cuando no estaba en rotación, pero estaban orgullosos de tener a un soldado
como él a bordo. Y todos los Hermanos querían ver al destripador en acción.
El destripador estaba a su lado, alto y orgulloso,
mucho más seguro de sí mismo, pero parecía que algo le pasaba aun...
Parecía más letal esta noche, como si todo su cuerpo
estuviera en tensión.
- Ok escuchen. Tenemos a los novatos con nosotros
otra vez, aunque ambos han demostrado su valía. Vamos a trabajar en los mismos
grupos que el otro día. Vámonos.
Un rápido beso en los labios después y él se había
ido.
Condujo en el coche con Qhuinn y John de nuevo, pero
no pudo evitar la sensación de malestar que la rodeaba.
Llegaron al centro de Caldie y bajó del coche.
- ¿Estás bien, preciosa?
- Estoy bien, Qhuinn.
- ¿Te has peleado con tu churri o algo así?
- Nop. Sólo quiero matar a...
Como si estuviera programado, el olor a talco de
bebé podrido floto hacia ellos desde un callejón.
- ¿Ves? Eso es a lo que me refiero.
Ella sonrió y se dirigió directamente hacia el
callejón. Qhuinn y John la siguieron, dejándola tomar la iniciativa, por ahora.
Cinco lessers se cernían sobre un civil muerto.
Mierda.
Ella se desmaterializó detrás de uno de ellos,
cortándole la garganta en un movimiento rápido. El líquido aceitoso negro que
era su sangre salpicó por todas partes. Los otros lessers la miraron en plan
qué-cojones y se movieron para atacar, sólo para darse cuenta que tenían a dos Hermanos
detrás de ellos.
Dado el hecho de que había un civil implicado, no
perdieron el tiempo para deshacerse de los hijos de puta.
El sonido de pasos aumentó mientras Qhuinn recogía
el cuerpo del macho. Un Elvar jadeando apareció y casi podía sentir su dolor cuando
miro el cuerpo.
- ¡Hijo De Puta! Cabrones de mierda, ¡hijos de puta!
- Hope, calma a tu hombre, ¿quieres?
- Lo conozco. Lo conocía. Ese es Thomsen, hijo de
Barklo. ¡Malditos hijos de puta de mierda!
Él estaba levantando su voz, gritando de
frustración.
- Llévalo a Blaxton. Él conoce a la familia. ¡Joder!
Elvar pateó un contenedor de basura y rugió. Él la
miró, su rostro mostrando su desesperación claramente.
- ¡Tenemos que matarlos! ¡A todos ellos!
Salió corriendo del callejón y ella corrió tras él, sin
saber dónde podían estar Rhage y Blay.
- Elvar, hey. Espérame.
Su hellren miraba a su alrededor frenético, en busca
de más lessers a los que matar, sin duda.
- ¿Dónde estáis cabrones? ¡Venid a por mí!
- Elvar, ¡basta! ¿Crees que esto va a ayudar, o
hacer que vuelva ese civil? ¡Piensa! Cálmate. Vas a hacer que te maten, si
sigues así.
- No lo entiendes.
- Entonces explícamelo.
- ¡Ese podría haber sido yo! Si D y Ahgs no me
hubieran encontrado...¡ese hubiera sido yo!
- Pero te encontraron y ese no eres tú. ¡Tú estás
bien! Y eres un luchador, pero tienes que mantener la calma, ¡de lo contrario
vas a terminar como ese civil de todos modos! ¡No me puedes hacer eso a mí! Tú…
no me hagas eso.
Elvar bufó y miró por encima de su hombro, sólo para
levantar el labio superior con gesto de desagrado. Sólo entonces se dio cuenta
de que estaban rodeados. Habían estado tan envueltos el uno en el otro que no
habían notado la decena de lessers que ahora tenían a su alrededor.
Ella sonrió a Elvar que se había calmado visiblemente.
- ¿Estás conmigo en esto, caro?
- Sabes que sí. Y pase lo que pase, te amo.
Recuérdalo.
- Lo mismo te digo.
Primero: V es tonto joeeee
ResponderEliminarSegundo: Hope le ha dicho lo mismo te digo al te amo!!!!!!
Que se amen siempreeeee
Se lo ha dicho!!!!
ResponderEliminarSiiiii !!!!